Una año más la Fundación Francisco Franco ha celebrado la Santa Misa por Francisco Franco, José Antonio Primo de Rivera y todos los Caídos por Dios y por España,  en el Valle de los Caídos; la cual ha estado presidida por el Padre Abad, por toda la comunidad Benedictina, con la asistencia de miles de personas y con el apoyo de nuestra querida Benemérita presente en el recinto. Los cantos para dar solemnidad al acto religioso han estado a cargo de los niños de la escolanía.

Este año, gracias a la extrema izquierda y a nuestro querido desGobernantes Sr. Rodríguez, el 20-N ha sido un día multitudinario gracias a la propaganda que nuestro ínclito presidente y sus secuaces han realizado durante estos días. Miles de españoles han recordado la fecha del 20-N y la Santa Misa en el Valle de los Caídos; éste año no ha habido despistados u olvidadizos, la Fundación Francisco Franco ha obtenido gratuitamente la mejor publicidad, hecho nunca visto en la historia del 20-N.

Al igual que la seguridad puesta por el desGobierno, todo preocupado para que los asistentes a la Santa Misa no tuvieran ningún percance o sabotaje durante la celebración de la Santa Misa, todo un detalle por parte del desGobierno. Lo único molesto ha sido que esa multitud de Guardias Civiles no estuvieran protegiendo a otras personas más necesitadas de su presencia, o que a determinadas personas no les dejaran introducir la bandera nacional en el recinto, con la orden de los mandamases: “está prohibida la entrada de símbolos políticos”; ya se sabe que nuestro políticos de estudios cero patatero, los pobrecitos no saben distinguir entre una bandera de España y un símbolo político, pero debemos de ser comprensivos con los que no tienen estudios y su coeficiente intelectual raya el analfabetismo, cosa que con Francisco Franco no pasaba, por lo menos los políticos tenían estudios y estaban preparados para desarrollar sus cargos políticos. Y para el colmo de la risa, un guardia después de mandar quitar la medida de la Virgen del Pilar del retrovisor del coche a una distinguida señora, le ve colgando también el Santo Rosario, y le dice: “haga el favor de quitar también eso, que puede incitar a la violencia”. ¿este guardia sería de la tribu de los zapateristas o sería un infiltrado integrista a sueldo del Islam? ... sin comentarios.

En España ya sabemos que toda prohibición suele despertar la picaresca entre los ciudadanos, y si alguien no te deja hacer una determinada cosa, allá que salen los “pícaros audaces y valientes” para hacer lo que otros te prohíben sin ningún tipo de argumento serio. “Pues vamos a ver cómo ocultamos la bandera nacional para introducirla en el recinto y pasearla como Pedro por su casa”. Así ha sido, una vez en el recinto, algunas personas han sacado sus banderas y las han paseado por la explana ante el aplauso de los presentes, hasta que el típico guardia prepotente y listillo, ante el pasotismo de sus compañeros indiferentes, se ha acercado a pedir la documentación a uno de los abanderados, sin esperarse la respuesta del público presente. Alrededor de doscientas personas en avalancha le rodearon cantando el Cara el Sol a voz en grito y otra lindezas, el pobre guardia o chulillo y sus compañeros de la Benemérita que tuvieron que acudir a sacarlo de entre la multitud se tuvieron que retirar para no quedarse sin tímpanos y calentar más el ambiente.

Menos mal que a los pocos minutos apareció Doña Carmen, hija del Caudillo y el personal presente formó una comitiva de recibimiento y acompañamiento a la hija del Generalísimo, olvidándose del otro niñato con uniforme, que seguramente tendría que estar todavía en la academia aprendiendo lo que es el egocentrismo y sus consecuencias.

Miles de personas asistieron a la Santa Misa, entre la multitud llamaba la atención ver a muchísimas familias con niños y jóvenes allí presentes.