Dice D. Baltasar
Garzón que él es competente, como titular del Juzgado Central de
Instrucción número 5, para investigar los crímenes de la Guerra
Civil. Aunque así fuese jurídicamente, el magistrado
actuando en conciencia debería abstenerse del conocimiento del
asunto. No es de esperar, a estas alturas, un gesto de ese tipo, por
lo que el Fiscal debería solicitar la recusación del instructor,
toda vez que en él concurren, al menos dos de las causas previstas
en el art. 219 de la Ley Orgánica 6/1985 de 1 de julio, del Poder
Judicial, a saber: la amistad íntima con una de las partes y la
enemistad manifiesta con la otra.
En
1934 el PSOE compró ilegalmente armas en el mercado negro, fletó
un buque para su transporte a España, desembarco la carga y la
distribuyó entre sus militantes, para luego levantarse en armas con
el propósito confesado de derrocar al Gobierno democrático de la
República e imponer "la dictadura del proletariado".
Los ejecutores del golpe de estado –revolución, lo llaman ellos-
asesinaron a centenares de personas.
No
era la primera vez. En 1930 el PSOE y su sindicato la UGT, se
comprometieron en el golpe militar previsto para el 15 de diciembre.
La impaciencia del capitán Galán, que se adelantó sublevándose
el día 12, pilló al Comité Revolucionario a contrapié, y el
levantamiento de Jaca fue rápidamente sofocado por el gobierno
Berenguer, sin dar tiempo al Comité a prestar el apoyo prometido
(huelga general revolucionaria, movilización de las masas, y asalto
a los centros gubernativos).
El
PSOE y su sindicato, la UGT, aliados de republicanos y separatistas,
culminaron el asalto al poder en 1931, esta vez sirviéndose de la
excusa de unas elecciones municipales –que por cierto, perdieron-
y doblegando al régimen de la Monarquía constitucional con la
amenaza de provocar un baño de sangre. En los años siguientes se
afanaron en adiestrar una milicia armada que impusiera en las calles
a tiro limpio las consignas socialistas, empleándose a fondo contra
sus adversarios políticos a los que hicieron un buen número de
muertos.
Entre
1936 y 1939 el PSOE y su sindicato, la UGT, organizaron junto con
las demás fuerzas del Frente Popular, la persecución y el
exterminio de sectores enteros de la sociedad persecución que
venían anunciando desde muchos años atrás. Haciendo uso de
locales propios o incautados y empleando sus propias milicias, el
PSOE y su sindicato, la UGT, secuestraron, torturaron y asesinaron a
decenas de miles de españoles procedentes de todos los estratos
sociales, a los que se acusaba de "enemigos del pueblo", muchos
de ellos aún siguen desaparecidos.
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