Vergüenza la que
sentimos miles de españoles que fuimos vejados y pisoteados en
nuestra dignidad los pasados 20, 21, 22 y 23 de noviembre de este
aciago año del Señor de 2008. Desvergüenza de los que nunca la
han conocido. Estos hechos que se van a relatar, muy sucintamente,
ocurrieron en una nación, (tristemente con una minúscula enorme),
que se cree del primer mundo y cada día existe menos por culpa de
sus propias y más altas instituciones. Estos hechos nunca serán
contados por los medios de comunicación vendidos a la dictadura de
los partidos (partitocracia) que llevan ejerciendo muchos años una
CENSURA implacable y silenciosa, pero real y diaria.
Personas decentes,
mujeres, niños y ancianos, pueblo llano en definitiva, pretendieron
acudir los citados días a la Basílica del Valle de los Caídos
para, simplemente, escuchar la Santa Misa y depositar unas flores.
La Guardia Civil, en una actuación sin precedentes, procedió a
realizar los siguientes hechos vergonzosos, impropios de soldados de
España que han jurado honrarla y defenderla:
Los coches de los
asistentes a tan peligrosos actos religiosos fueron registrados de
arriba abajo, abiertos sus maleteros, etc.… y sus ocupantes
cacheados como vulgares delincuentes. Todas las insignias de
movimientos LEGALES y heroicos, como la Falange o el Requeté fueron
requisados. Pero la cosa no queda ahí: también se requisaron
insignias y emblemas de La Legión (sí, sí, leéis bien), de España
(sí, sí, sin más), del Águila de San Juan (peligrosísima y
satanizada por la anti-España) y hasta diferentes símbolos
militares.
No contentos con
eso, se requisaron TODAS las banderas de España: con Águila, sin
Águila y con lo que fuera. También se obligaron entregar camisas
azules, boinas rojas y
chapiris de la Legión y hasta efectos personales, tales como cintas
de la Virgen del Pilar (por cierto Patrona de la Guardia Civil) y
rosarios, crucifijos
(sí, sí leéis bien, como en 1936). Y todo lo requisado fue
abandonado debajo de los pinos, siendo ultrajada la Bandera
Nacional. Muchas personas lloraban impotentes al ver como un Cuerpo
del Ejército Español realizaba estos agravios y graves ofensas a
la Patria. Algunos gritaron a los guardias: ¡quitaros la bandera,
de la guerrera! Y en verdad, debieron de hacerlo para ser
consecuentes con sus arbitrariedades, por llamarlo de alguna manera
suave.
Los antidisturbios
de la Guardia Civil, en un número desmesurado, y armados de porras
de forma bien visible, empujaban y trataban como a delincuentes a
españolitos de a pie asombrados, a esos mismos españolitos que
siempre han llorado a los Caídos de la Benemérita y han acudido a
sus entierros y funerales.
Mientras, los
separatistas son subvencionados por el propio estado y se sientan en
las más altas instancias de la nación; mientras los medios de
comunicación ocultan todos estos hechos y todo lo que les da la
real gana, que es mucho; y mientras, todos los “grupos
parlamentarios”, separatistas, comunistas, “socialistos” y
derecha cada día más sin vergüenza y sin norte alguno, aprueban y
aplauden estas actitudes inaceptables e impropias de una democracia,
que hace mucho que dejó de existir si es que alguna vez existió, y
de una nación civilizada.
Estos son los hechos. Se podrían contar muchas más anécdotas, a cual más
vergonzosa, miserable e
infame. Pero lo reseñado hasta aquí da idea de la situación
actual de España. Que Dios nos proteja y nos pille confesados
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