Por
Fernando Cuevas, abogado. El Diario Montañés.
En la prensa del 19
de diciembre de 2.008, y por nuestro periódico El Diario Montañés,
se ha dado como noticia de que se remataron los trabajos, para la
retirada de la Estatua de Franco, tras haber llegado a un acuerdo unánime
todos los partidos de Cantabria con representación parlamentaria.
¡Que casualidad!
Están dando todos ellos espectáculos lamentables, un día si y
otro también con descalificaciones, continuas y mutuas, impropias
de un Parlamento donde debería imperar la cortesía y la corrección
por encima de todo y aceptar todo lo positivo viniera de donde
viniere, si fuese para el progreso de Cantabria y de España, y
ahora ha surgido una comprensión y un acuerdo unánime, en otras
materias impensable, para la retirada de la estatua del Generalísimo
Franco, sita en la Plaza del Ayuntamiento, que representa una época
de nuestra patria, cuando se mantienen tantos y tantos otros símbolos
y recuerdos, de las mas diversas ideas, que en su conjunto,
constituyen la realidad de nuestra Historia a la que en modo alguno
debemos ni podemos mutilar.
¿Por qué este
cambio tan copernicano de nuestros políticos actuales, cuando no se
ponen de acuerdo nunca, ni tan siquiera en problemas de gran
trascendencia para España?
Personalmente,
estimo que los orígenes son dos: Uno el que el anterior mandatario
les enviase "al paro" durante décadas, y no se lo
perdonaran jamás, y otro el que los que actualmente
"gobiernan" España, no pueden olvidar que fue el causante
de que perdieran una guerra, y sobretodo, lo que no han digerido ni
digerirán jamás que el Marxismo Internacional, en el momento de
mayor crueldad, bajo la dirección del Sanguinario Stalin no
adquiriese carta de naturaleza en nuestra Patria, por lo que el 18
de julio, está y estará siempre totalmente legitimado.
En resumen: Gracias
al de la Estatua, que lo sepan de una vez, todos los ignorantes y
todos los engañados, que quien gano la Guerra, fue España, dándonos
años de prosperidad, mejoras sociales, pagas de 18 de julio y
Navidad (llamadas por su verdadero nombre), prestaciones de todo
tipo, Seguridad Social, a las que nadie hoy día repugna, viviendas
para humildes, cultura para la Sociedad, Paradores de Turismo, para
los obreros y sus familias, a los que nunca podrían haber accedido,
y lo que es más importante, haber evitado a España el haber
entrado en una Guerra Mundial con Adolfo Hitler Poelz en Hendaya,
que nos hubiese traído a los españoles resultados negativos e
irreversibles de fácil comprensión.
¿Y del desarrollo
industrial que? ¿Y de la construcción de pantanos que habría que
decir? ¿Cuántos se han construido por los políticos de hoy desde
su muerte?
Por todo esto, no
nos engañemos; la envidia se encuentra detrás de todo ello, y le
quieren hacer desaparecer de la Historia, porque todo ello no lo
pueden sufrir ni asimilar.
¿Que pretextos o
disculpas para conseguirlo se están utilizando día a día? La más
reiterada es la de que el Alzamiento fue contra el Régimen Legal,
La Republica, y no fue así. Cuando se habla de esta respetable
formula de gobierno, parece que ha existido tal modo de gobernar,
toda la vida, creando una gran desinformación porque no ha sido así.
Han existido dos
Republicas. La primera de vida efímera, con una duración de un año
menos un mes y menos ocho días, los transcurridos desde el 11 de
febrero de 1.873, hasta el 3 de enero de 1.874, y tuvo cuatro
Presidentes en tan brevísimo tiempo: Figueras, Pi Margal, Nicolás
Salmerón y Emilio Castelar, cuyas calles y monumentos relacionados
con los mismos han existido ininterrumpidamente, siguen en la
actualidad, y Franco ni les tocó, y sin embargo por lo que estamos
viviendo en España, y ahora en Santander, capital de Cantabria, no
se le esta pagando con la misma moneda, habiéndose llegado a no
respetar tan siquiera Leyes Constitucionales promulgados para la
conservación de símbolos y monumentos, es decir una parte de
nuestra historia, teniendo como ejemplo mas reciente, el cambio de
diversos nombres de las calles, la retirada de la estatua que
comentamos y la desaparición del escudo del águila que se
encontraba ubicado en el Gobierno Civil.
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Para mayor ilustración
recojo las Leyes al respecto constitucionalmente legisladas y no
cumplidas y que son, la Ley de 5-10-81, número 33/81 (Jefatura de
Estado), respecto al Escudo de España y la disposición transitoria
segunda que trata de su mantenimiento. BOE 19-10-81, número 250.
Referencia Aranzadi 2.486/81. La Ley 28-10-81, número 39/81
(Jefatura de Estado). Bandera Nacional y uso de la misma. BOE
12-11-81 número 271. Referencia Aranzadi 2.697/81. Real Decreto
18-12-81 número 2.964/81 (Presidencia). Escudo de España, modelo
oficial. El art. 5º trata también sobre el mantenimiento de
escudos anteriores, y es un calco de D.T. 2ª de la Ley 5-10-81, BOE
19-12-81, número 303/81. Referencia Aranzadi 3.026/81.
¡ «Y aquí no ha
pasado nada» !
La segunda nació el
14 de abril de 1.931, cuando dicen, que España se acostó monárquica
y se levantó republicana, pero ya en 1.933 ganaron las elecciones
la derecha de Lerroux. En 1.934 se produjo el levantamiento de
Asturias, y en 1.935 llego el triunfo del Frente Popular con las
practicas, del comunismo mas sanguinario exportado por Rusia pleno
de crímenes y asesinatos, y a mi juicio ¡adiós Republica!,
produciéndose lo que era inevitable: El alzamiento Nacional, que
repetimos una vez más, que no fue consecuencia de la Republica que
estaba ya devorada por el Marxismo, ni de la democracia porque esta
ya no existía.
El alzamiento no fue
ni por su causa, ni contra ella, fue por el Marxismo y contra el
Marxismo, que fueron los perdedores y cuya derrota no olvidaran
nunca, y mucho menos de que el Comunismo mas cruel no adquiriese
carta de naturaleza en nuestra Patria.
El alzamiento se le
imputa a Franco, y por eso se le condena, por los perdedores
anteriormente mencionados. ¿Pero quién en realidad se alzó en
España contra esa situación caótica provocada por el Marxismo
Leninismo?
¿Fue Franco? ¡No!
Fué el General Mola, el que declaró el Estado de guerra en España
y concretamente en la ciudad de Pamplona Capital de Navarra, que era
Republicano, por lo que no parece racional que lo realizase para ir
en contra sus propias creencias, sino que lo hizo para intentar
acabar de una vez por todas, con el caos comunista que arrasaba España.
La Republica de
1.936 ya estaba muerta, y así continuó hasta el 1 de abril de
1.939, en que se implanto la Paz con el triunfo Nacional. Que esto
es cierto, y que el vencido fue el Comunismo y no la Republica, es
el que en la Puerta de Alcalá de Madrid dejo su tarjeta con los
retratos de sus seis representantes: Lenin, Stalin, Marx, Engels,
Dimitrov y Vorochilov, muy conocidos demócratas todos ellos e idóneos
representantes del Comunismo Internacional que fue contra el que se
luchó y resultó vencido en España, y no contra la ya devorada
Segunda Republica.
Lo que no se puede
hacer, guste o no guste a unos o a otros es mutilar la Historia,
como en opinión de la Vicepresidenta del Gobierno actual, Doña
Teresa Fernández de la Vega en nefasta manifestación, expresó que
«es bueno para los pueblos» pasar determinadas paginas de la
historia, circunstancia que no se puede permitir porque a la misma
hay que aceptarla como ha sido y como fue, y en modo alguno se la
puede mutilar o inventar otra que no existió como se viene haciendo
en la actualidad en todos los medios de comunicación, con el fin
político de borrar los crímenes que cometieron en el pasado.
Santander ha vivido
el 18 de diciembre una jornada de desagradecimiento para con Franco
y para la propia ciudad al retirar la estatua de aquel, esperando
que no se repita lo del 18 de marzo de 2.005, con motivo del 90
cumpleaños del genocida de Paracuellos, al que para mayor celebración
se hizo coincidir con el derribo de la también estatua ecuestre que
existía en la Plaza de San Juan de la Cruz de Madrid, olvidando el
tenebroso y siniestro pasado de aquél, ofrendándole en tal fecha,
la mencionada estatua como en su día hiciera Herodes Antipas con su
concubina Herodias al regalarla con la colaboración de la hija de
esta Salomé, la cabeza del Bautista, para posteriormente nombrarle
Doctor Honoris Causa, y tal vez en un próximo futuro premio Nóbel
de la Paz o incluso canonizarle en vida, porque el Juez Estrella,
protagonista inoportuno y parcial no duda en abrir sepulturas por
diversos lugares, pero nunca por la zona del Jarama que tan a mano
la tiene y donde se encuentran las 8.000 ó 12.000 personas que
desde las cárceles de Madrid, fueron trasladados en autobuses
Municipales hasta Paracuellos donde las fosas comunes, ya preparadas
con antelación les estaban esperando a los infelices que allí
fueron ametrallados y sepultados, entre ellos Ramiro de Ledesma,
Fernando Primo de Rivera, el ya anciano Melquíades Álvarez o Pedro
Muñoz Seca, militares, religiosos, empresarios o simples ciudadanos
que no apoyaban al frente popular y que fueron victimas del
homenajeado. Esta es una de las muchas facetas de la España actual
que nada más que rencores, odios y apertura de heridas pueden
producir, así como la retirada, tan unánimemente aprobada por los
politícos actuales, que por cierto nunca se ponen de acuerdo, de la
estatua del Generalísimo Franco, solo dos orígenes pueden tener:
La situación de paro al que Franco les remitió y el que gracias a
su valor humano y militar perdieran una guerra y el que no
adquiriesen el mas sangriento de los comunismos, el de Stalin carta
de naturaleza en nuestra Patria como vengo reiterando.
Por último, y con
independencia de lo comentado, se ha puesto de manifiesto el gran
desagradecimiento de unos políticos que nos representan y la enorme
ignorancia o interesada ignorancia en relación del porque y del
origen de la Estatua del Caudillo en Santander que no fue bélico
sino otro de carácter muy distinto.
Con la desaparición
del soberbio monumento de José Capuz que hasta hoy se alzaba en
Santander, es de obligado cumplimiento destacar, que en modo alguno
se pretendió rememorar ninguna empresa de guerra. La estatua
ecuestre del Generalísimo, en su emplazamiento se debió al
Gobernador civil de Santander, notario y registrador de la propiedad
D. Joaquín Reguera Sevilla, también doctor en derecho por la
Complutense con una tesis titulada «El tratamiento jurídico de una
catástrofe», que analizaba los intrincados problemas jurídicos
que planteó el incendio en Santander en 1.941, y buscar una solución
modélica para la reconstrucción de la ciudad, Capital de
Cantabria.
Todo ello fué
solucionado, tras un concebido y minucioso proyecto humano que fue
redactado por el Gobierno de España, y por el propio Generalísimo
Franco que le presidía.
Por ello, el
emplazamiento de la Estatua de Franco, solo fué una señal de
agradecimiento por la ayuda que nos brindó en momentos tan
angustiosos y difíciles, y así perpetuar su memoria en Santander.
La leyenda esculpida
en el pedestal decía: El Santander arrasado un día por el pacto
diabólico del viento y el fuego, se alza reconstruido de entre los
escombros gracias al derecho, fundador espiritual de la nueva
ciudad, sin dejar de señalarse que la mente rectora de todo ello no
había sido otra que la de quien entonces gobernaba España, es
decir: El Generalísimo Francisco Franco Bahamonte.
Los promotores del
derribo, tan largamente acariciado y unánimes en "la resolución"
en el presente caso ya podrán dormir tranquilos. Sus comunes deseos
y los motivos que los inspiraban han sido consumados. Una vez más
¡Así se escribe la Historia en España!
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