El Aborto,
totalmente des-regularizado como consecuencia de ese tercer supuesto
legal, verdadero cajón de sastre para su práctica libre,
que ha propiciado la realización de 100.000 abortos anuales, y la
negativa a la creación de un Registro específico de pederastas,
sobre la base de la seguridad de nuestros niños, certifica que la
Ley, como ordenación de razón puesta al servicio del cuidado de la
comunidad, ha dejado de contemplar el tratamiento preceptivo y el
riguroso control de los delincuentes con elevados pronósticos de
reincidencia. Al margen, de las cada vez mayores negligencias
judiciales que se tapan o tramitan con sanciones insuficientes.
Terrible situación que podría evitarse.
Es evidente que en
lo que concierne a la muerte consentida, amparada y legalizada por
el Estado de los niños en el vientre de sus madres, asesinato que
llega al descuartizamiento de niños de hasta ocho meses de
gestación, nada se va a modificar, si acaso, las prácticas
higiénicas para no poner en peligro la vida de las madres
nacionales o extranjeras, pues en esto, como en tantas otras lacras,
también somos pioneros. Y nada se va a remediar, por cuanto
también la Jerarquía de la Iglesia Católica, incluso al más alto
nivel de representación, el mismísimo Papa, invita a sus
habitaciones privadas del Vaticano a quien con su firma propicia tan
espantosa matanza, SM Católica, el Rey de España.
Por
lo que concierne a las desapariciones, violaciones y asesinatos de
niños a manos de los llamados pederastas, cuya lista al día de
hoy, según refiere don Javier Urra, psicólogo de la Fiscalía del
Menor, es de "doscientos casos abiertos de niños desaparecidos
sin resolver", pese a que el Ministerio del Interior se muestre
imposibilitado de dar datos, pues algunos de estos niños
desaparecieron hace mucho tiempo, tanto que ya serían mayores de
edad en el caso de que vivieran. Lo verdaderamente grave, es, que,
pese a los informes de los expertos: fiscales, abogados, policías,
forenses, jueces, y médicos que consideran urgente una reforma del
Código Penal, un banco de datos de sospechosos con una muestra de
ADN, algo que hasta ahora la Ley no contempla, medidas de vigilancia
como pulseras telemáticas e inhibición hormonal reversible o
castración química, las autoridades políticas no son partidarias
de que se publiquen las fotos de estos delincuentes, como medida de
presión para ellos y de advertencia para los niños.
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