A folgar, y caminar, recorriendo los caminos
se dedicaba el Juglar, engañando a sus vecinos.
Imitábale un don tál, que circunflejo de cejas
con cara de " Igilibabio", soltaba falsas promesas.
"Cosas veredes, buen Sancho, que pelos de punta ponen",
el maese Zapatieso, y su dama, la Sonsoles.
Desde la ceca a la meca, de aquesta Hispania famosa,
se recorren las veredas, faciendo promesas fofas:
"Voy a subiros soldadas, préstamos y canongías
votarme a mí, y a Sonsoles, y a mi gran feligresía".
Y bocas abiertas quedan, allá por la Andalusía,
ajúntanse con los votos, de aquestas "utonomías",
a saber: Extremaydura, yten sí, las dos Castillas,
y otros "payses" galegos,"vasconios y Catalinas".
Pregonaba su excelencia, excelencias y gran dichas
a los votantes del "boto", que a todos nos imponía.
Con las cejas arqueadas, plena boca de estulticia,
ojos de loco "perdutto",y cantando tonterías
pregonaba su salmodia, engañando al que creía.
Claro que el que se crea algo, de tan lustre señoría
es que es más tonto, que un tonto, de allende la "tontería".
Pa rematar la faena, que este mozo pretendía,
dijo a bombo y a platillo:"Me voten a mí,(decía)
y tendrán sendos palacios, oro en la bolsillería
pasta gansa en paraísos, do no existe "polisía"
y verán harto crecido, el haber en su cartilla.
Me dan ganas de "botarlo",allende la berbería
y juro por Santiago, que este tonto, en un buen día
alzará el vuelo, volando, con rauda volatilería,
porque en cuanto crezcan alas, a tan docta señoría,
no baja ni a beber agua......el de la zapatería.
|