Una vez más, y como viene siendo habitual, volvemos a concurrir a unas Elecciones Generales sin orden, unión ni concierto, evidenciando nuestra absoluta incapacidad para articular nada, que hasta tal punto es patente, que frente a los Frentes que articulan los demás para enfrentarse entre sí, nosotros articulamos dos: Frente Nacional y Frente Español. Al margen, faltaría más, de la presentación que por independiente hacen otros partidos o formaciones políticas afines, sin importarles nada que los otros tengan el poder y la capacidad de joder a España, mientras ellos mantengan la palabra y puedan seguir saliendo, poco o nada, a la palestra de la actualidad. 

No es, pues, extraño, que con esa incapacidad tan evidentemente manifestada y puesta a disposición de intereses personales, todas estas fuerzas políticas tengan como iconos del pensamiento a esa ristra de ex terroristas como son: Pío Moa (que posiblemente tenga ya una guardia falangista apostada en el portal de su casa para preservarle de daños físicos), Jiménez Losantos (que a poco que rectificará se le entronizaría como el pensador de la Nueva Derecha Nacional), Juan Juaristi (al que no se tiene la gallardía de llamarle ex-etarra) y Ramón Tamames (que pronto se convertirá en el nuevo director de La Razón). Por citar a los más significativos de una larga lista en la que no faltan gentes como Raúl del Pozo, Prieto, Antonio del Burgo y Cesar Vidal.

¿A quién votamos? Pues indudablemente que a ninguno. Nuevamente, y una vez más, en la fiesta nacional yo me quedaré en la cama igual.