Pese a que Franco no
tuvo más enemigos que aquellos que lo fueron de España, muchos se
han declarado enemigos suyos, aunque él no los tuviera como tales,
lo que en el caso de la mayoría, es la única nota importante, según
ellos, que pueden incluir en sus biografías, sencillamente porque
el anti-franquismo sigue vendiendo, y vendiendo bien.
Y
de entre estos, algunos han sido convertidos en iconos
intelectuales, sociales o políticos, pues ya se sabe que, huérfana
la sociedad de auténticos valores morales, el populacho necesita
modelos.
Hoy quiero reparar en uno de esos iconos, convertido en icono social,
Eleuterio Sánchez, "El Lute", un quinquillero
pendenciero, vago y maleante, que atrajo la atención social de una
España en paz y prosperidad, cuyo único sobresalto era encontrarse
cara a cara con este individuo, pues era de pistola fácil.
Un individuo que pasó a ser el "hombre del saco" o el
"coco" en el imaginario del miedo de una generación de niños.
Analfabeto
crónico, casi no sabía hablar, su pasó por las cárceles del régimen
de Franco hicieron de él no sólo un hombre capaz de vivir en
sociedad, sino que le posibilitaron que pudiese estudiar, primero el
Bachillerato, y después la carrera de Derecho. Convirtiéndose en
otro hombre, un hombre diametralmente distinto al que fue, y hubiese
seguido siendo. Algo que no hubiese podido hacer de no haber vivido
en esa época de España. Como desgraciadamente no pudo el
tristemente célebre enemigo público número uno de la
Democracia, "El Vaquilla", que antes de que pudiera
disfrutar de todo el esfuerzo que había hecho por salir de la
situación de marginalidad en la que vivió, murió a consecuencia
de la droga. Como tantos otros jóvenes anónimos atrapados para
siempre en aquella lacra que propició la izquierda, a los sones de
las proclamas de un afeminado, uno de los mayores sinvergüenzas de
la Transición, Enrique Tierno Galván. Lacra, que a tantos jóvenes
arrastro a la muerte, a la desesperación y a la cárcel, cuyas
consecuencias en malos tratos, des-estructuraciones familiares y
patologías de todo tipo seguimos arrastrando al día de hoy, sin
que hasta la fecha se sea capaz de cuantificar el número exacto de
afectados directos e indirectos. Lo que, por otra parte, no ha
impedido que desde el Ayuntamiento de Madrid como desde la
Comunidad, ambas instituciones presididas por el PP, se organizarán,
con motivo de cumplirse el treinta aniversario de aquella etapa,
actos de homenaje a aquella siniestra, cruel y dramática movida.
"El Lute",
que no olvidemos mató a una niña de pocos años que tuvo la mala
suerte de estar jugando en la calle en uno de sus enfrentamientos a
tiros con la Guardia Civil tras uno de sus atracos armados a una
joyería, pronto vio la oportunidad de dejarse querer por una tropa
de impresentables, que habidos de iconos que ofrecer al populacho,
se lanzaron en los brazos de todo tipo de maleantes. Sin duda,
porque ellos, los de fuera, eran más maleantes que los de dentro.
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