En esta España
nuestra cada día que pasa, al escuchar las noticias se nos altera
el corazón y nos entra un escalofrío por el cuerpo bastante
preocupante, pero sólo es una reacción momentánea, luego ya se
convive con naturalidad con las malas noticias en una indiferencia,
más propia de una sociedad enferma que de una sociedad que lucha
por la libertad y la justicia.
Hace unos días el Pleno
de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional daba a conocer que no
ve delito en mantener las calles dedicadas a los asesinos de ETA. Según
los magistrados, "la apología de la apología no es
delito". Argumentan que sólo es delito "un comportamiento
activo" del alcalde del municipio correspondiente y no a través
de la "mera omisión".
Todo una lección de justicia la de
estos magistrados, los cuales tampoco verán delito que el violador
y asesino de la niña Mari Luz tenga una calle en la ciudad de
Sevilla, y lo mejor de todo ello, la sociedad impasible asiste a ésta
tomadura de pelo, indiferente desde su sillón y su tele.
Eso sí, pero que existan calles
dedicadas al Generalísimo Francisco Franco, es gran delito, y para
ello se crean leyes de desmemoria histórica, reinventando la
historia que sucedió, haciendo de esos 40 años de la historia de
España, una película de terror. Para ello, los socialistas no
hacen ningún tipo de asco, invierten grandes sumas de dinero público
en cambiar calles, retirar escudos o estatuas, de todo lo que tenga
relación con esos 40 años de la historia de España que a ellos no
les gustó, aunque eso sí, muchísimos de ellos se llenaron los
bolsillos y vivieron magníficamente. Otra cosa muy distinta es que
un alcalde dedique una calle, avenida, plaza a un asesino de ETA, un
socialista o un individuo del PNV dirá: ¿pero estos no son de los
nuestros? Tampoco son tan malos como los pintan los alteradores del
orden público, es decir, los señores de la “derecha” ...
Tendremos que preguntar a los alcaldes
del PNV cuantos muertos hay que poner sobre la mesa para que te
dediquen una calle, o si pones alguno más, te dedicarán una
avenida o una plaza, ¿qué tarifas de muertos tendrán establecidos
estos ediles?. Antes cuando matabas a una persona eras perseguido
por la ley y si se demostraba que eras el asesino, eras condenado a
muerte o a cadena perpetua, pero ahora si se demuestra que eres un
asesino, los ediles del PNV o sus socios te dedican una calle como
premio a tu comportamiento y aportación a la sociedad vasca, por el
dolor causado y la sangre derramada.
Este es la España que nos toca vivir, los asesinos
son premiados y las víctimas son despreciadas y perseguidas, toda
una muestra de una sociedad enferma, llamada por los izquierdosos,
sociedad progresista; y no pasa nada.
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