Misa
por el sacerdote José Cánovas Martínez, párroco de Santiago, y
los cinco Hermanos de La Salle, Ovidio Bertrán, Lorenzo Santiago,
Luciano Pablo, Hermegildo de Lorenzo y Estanislao Víctor,
asesinados por la milicia marxista en 1936.
El
próximo domingo día 18 de noviembre, coincidiendo con el 71
aniversario de su asesinato a manos de las milicias marxistas
durante la persecución religiosa que los demócratas iniciaron tras
el comienzo de la república española, se oficiará en Lorca
(Murcia) una misa en el mismo lugar donde aún hoy se encuentran sus
cadáveres(un pozo de una mina de azufre al que fueron arrojados
vivos y desde donde durante días se oían sus gritos de dolor por
las fracturas y por las quemaduras que el azufre debía producir
sobre sus cuerpos.
El
que fuera sacerdote de Santiago y los cinco Hermanos de La Salle
fueron beatificados el pasado domingo, día 28 de octubre, en el
transcurso de una ceremonia litúrgica celebrada en la Plaza de San
Pedro de Roma. Todos ellos fueron martirizados en Lorca el día 18
de noviembre de 1936.
El
próximo día 17 está previsto que se lleve a cabo en el lugar del
martirio una Misa Solemne de Acción de Gracias por la beatificación
de los seis, según José Antonio Abellán, quien explicó que
estaba prevista una peregrinación a Roma que finalmente no se
produjo. «El párroco de Santiago estuvo organizándola, pero al
final no se produjo, es por lo que queremos celebrar una misa de
acción de gracias».
La
iglesia de Santiago, en unión con el resto de parroquias, ha
elaborado estos días un tríptico con motivo de la beatificación
de los mártires. En él, aparece la fotografía de José Cánovas
Martínez acompañada de su biografía. También aparecen detalles
de los momentos previos a su martirio en compañía de los cinco
Hermanos de La Salle.
El
que fuera párroco de Santiago era natural de Totana en donde nació
en 1894. Toda su vida de sacerdote desde 1921 a 1936 la pasó en la
Parroquia de Santiago Apostol de Lorca. Primero fue coadjutor de su
hermano Francisco, párroco de esta iglesia. Más tarde, pasó a ser
cura regente de Santiago. El 3 de agosto de 1936 fue encarcelado.
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El
18 de noviembre de ese mismo año, cinco milicianos mandados por un
tal Avelino, le hacen subir en un camión junto a los cinco Hermanos
de La Salle, Ovidio, Lorenzo, Luciano, Hermegildo y Estanislao, que
estaban con él en la cárcel. Les llevaron, atados unidos unos a
otros, hasta el coto minero en donde estaban las minas de azufre.
Después de despojarles de cuanto llevaban, les colocaron en fila
mientras ellos rezaban con fervor.
Poco
después, eran matados, fusilados. Sus cuerpos fueron arrojados a
uno de los pozos, del que pocas referencias existen en cuanto a cuál
se trata, ya que la zona está plagada de éstas bocas.
De
los Hermanos de la Salle poco se cuenta de su biografía, sólo se
asegura que llevaban el colegio del Carril de Caldereros, como ahora
lo hacen las Mercedarias o antes, las Hijas de la Caridad en San
Francisco.
Una
cruz blanca
Años
después, en la boca de las minas de azufre se colocó una cruz de
color blanca encima de una fría lápida de mármol. En ella, aparecía
la siguiente inscripción: A la memoria de los Hermanos de La Salle,
aquí martirizados el 18 de noviembre de 1936. Hace algunos años,
sin duda para mejorar la memoria histórica selectiva de los
marxistas, la cruz fue retirada de su lugar de origen y llevada al
cementerio de San Clemente.
La
inscripción se encuentra en la calle principal del camposanto a un
lado de la capilla de San Clemente. En ella, aparecen casi a diario
flores frescas, que depositan los fieles. A unos metros, hay otra
cruz de similares características dedicada a los Hermanos de las
Escuelas Cristianas.
En
los pozos de las antiguas minas de azufre no queda ninguna inscripción
que recuerde lo ocurrido aquel día de 1936. Sin embargo, son muchos
los que aún se acercan por el lugar, como lo hacían muchos de los
niños que asistían a las escuelas de los Hermanos de La Salle.
Iban de excursión a aquel paraje y rezaban por los hermanos que yacían
en el lugar, como recuerdan, todavía, algunos de aquellos antiguos
alumnos.
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