Misa por los Mártires de Lorca (Murcia).
16/11/2007.
Misa
por el sacerdote José Cánovas Martínez, párroco de Santiago, y los cinco
Hermanos de La Salle, Ovidio Bertrán, Lorenzo Santiago, Luciano Pablo,
Hermegildo de Lorenzo y Estanislao Víctor, asesinados por la milicia marxista
en 1936.
El
próximo domingo día 18 de noviembre, coincidiendo con el 71 aniversario de su
asesinato a manos de las milicias marxistas durante la persecución religiosa
que los demócratas iniciaron tras el comienzo de la república española, se
oficiará en Lorca (Murcia) una misa en el mismo lugar donde aún hoy se
encuentran sus cadáveres(un pozo de una mina de azufre al que fueron arrojados
vivos y desde donde durante días se oían sus gritos de dolor por las fracturas
y por las quemaduras que el azufre debía producir sobre sus cuerpos.
El
que fuera sacerdote de Santiago y los cinco Hermanos de La Salle fueron
beatificados el pasado domingo, día 28 de octubre, en el transcurso de una
ceremonia litúrgica celebrada en la Plaza de San Pedro de Roma. Todos ellos
fueron martirizados en Lorca el día 18 de noviembre de 1936.
El
próximo día 17 está previsto que se lleve a cabo en el lugar del martirio una
Misa Solemne de Acción de Gracias por la beatificación de los seis, según José
Antonio Abellán, quien explicó que estaba prevista una peregrinación a Roma
que finalmente no se produjo. «El párroco de Santiago estuvo organizándola,
pero al final no se produjo, es por lo que queremos celebrar una misa de acción
de gracias».
La
iglesia de Santiago, en unión con el resto de parroquias, ha elaborado estos días
un tríptico con motivo de la beatificación de los mártires. En él, aparece
la fotografía de José Cánovas Martínez acompañada de su biografía. También
aparecen detalles de los momentos previos a su martirio en compañía de los
cinco Hermanos de La Salle.
El
que fuera párroco de Santiago era natural de Totana en donde nació en 1894.
Toda su vida de sacerdote desde 1921 a 1936 la pasó en la Parroquia de Santiago
Apostol de Lorca. Primero fue coadjutor de su hermano Francisco, párroco de
esta iglesia. Más tarde, pasó a ser cura regente de Santiago. El 3 de agosto
de 1936 fue encarcelado.
El
18 de noviembre de ese mismo año, cinco milicianos mandados por un tal Avelino,
le hacen subir en un camión junto a los cinco Hermanos de La Salle, Ovidio,
Lorenzo, Luciano, Hermegildo y Estanislao, que estaban con él en la cárcel.
Les llevaron, atados unidos unos a otros, hasta el coto minero en donde estaban
las minas de azufre. Después de despojarles de cuanto llevaban, les colocaron
en fila mientras ellos rezaban con fervor.
Poco
después, eran matados, fusilados. Sus cuerpos fueron arrojados a uno de los
pozos, del que pocas referencias existen en cuanto a cuál se trata, ya que la
zona está plagada de éstas bocas.
De
los Hermanos de la Salle poco se cuenta de su biografía, sólo se asegura que
llevaban el colegio del Carril de Caldereros, como ahora lo hacen las
Mercedarias o antes, las Hijas de la Caridad en San Francisco.
Una cruz blanca
Años
después, en la boca de las minas de azufre se colocó una cruz de color blanca
encima de una fría lápida de mármol. En ella, aparecía la siguiente
inscripción: A la memoria de los Hermanos de La Salle, aquí martirizados el 18
de noviembre de 1936. Hace algunos años, sin duda para mejorar la memoria histórica
selectiva de los marxistas, la cruz fue retirada de su lugar de origen y llevada
al cementerio de San Clemente.
La
inscripción se encuentra en la calle principal del camposanto a un lado de la
capilla de San Clemente. En ella, aparecen casi a diario flores frescas, que
depositan los fieles. A unos metros, hay otra cruz de similares características
dedicada a los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
En los pozos de las antiguas minas de azufre no queda ninguna inscripción que recuerde lo ocurrido aquel día de 1936. Sin embargo, son muchos los que aún se acercan por el lugar, como lo hacían muchos de los niños que asistían a las escuelas de los Hermanos de La Salle. Iban de excursión a aquel paraje y rezaban por los hermanos que yacían en el lugar, como recuerdan, todavía, algunos de aquellos antiguos alumnos.
Noticia extraída de: http://www.generalísimofranco.com