-a José Luís Corral, Presidente del Movimiento Católico Español,
con mi afecto y mi reconocimiento-
Alfredo Urdaci, el lugarteniente del Partido Popular en los medios
(1998-2004); el mismo individuo que fue condenado por un juez por
manipular y ocultar información veraz, y meses después, también
por proferir acusaciones falsas y por escrito contra otro
periodista, y que actuó de celestino entre el príncipe mejor
preparado del mundo, don Felipe de Borbón y Gracia, y la
periodista-locutora Leticia Ortiz (divorciada, agnóstica,
socialista y republicana), quiso dar a sus amiguetes del Club
de Flo la de cal que debe dar todos los días como argumento para
que los chicos de Flo justifiquen algunas de sus ideas que no
encuentra respetables ni democráticas.
Envalentonado y portando unas gafas femeninas, en contraste con la pinta
que lucía no hace mucho, el Urdaci no dudo en calificarnos de
"frikis", un término propio de gilipollas como él y que
sólo usan los jóvenes o los afeminados.
Lo me constata, una vez más, y ya son muchas, que todos estos chicos de
la derecha son nuestros peores enemigos. Como ese anormal, alcalde
del PP en Santander, Iñigo de la Serna, que está dispuesto
a quitar la estatua ecuestre de Franco, según ha dicho, antes de
Navidad. Lo que demuestra, que más que un acto de ignominia histórica
y bajada de pantalones ante la izquierda, tal actuación se
enmarca en la dimensión de ese "laicismo positivo" que no
sólo afecta a la religión Católica en sí misma, a su moral y a
su doctrina, sino a todo el mundo político que trató o trata de
defenderla. De ahí, pues, que dicho acto se intente hacer
"antes de Navidad".
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