Sr. Llamazares:
Leo en la prensa que ha cursado solicitud formal para retirar la cruz y
la Biblia de las juras de cargos públicos ante el Rey, y que está
preocupado porque aún quedan cruces en los colegios y desfilan
militares en las procesiones.
En Italia, donde vivo, esa cuestión quedó zanjada con la sentencia
judicial favorable al mantenimiento de la cruz en los lugares públicos
porque se trata de un símbolo referente para la cultura italiana.
Sin embargo, para usted no es así, y cree que se trata de un
atentado a la laicidad del Estado.
Le pregunto: ¿va usted a pedir la retirada de nuestros museos,
como ofensivos, de los Cristos de Velázquez o de las Vírgenes de
Murillo? ¿Usted se va a presentar a trabajar en el Congreso el día
de Navidad, por la terrible injusticia que representa el descanso
para todos los españoles del día del nacimiento de Cristo? ¿Se va
a aupar a la torre de la catedral de Toledo para tapar sus cruces,
que ofenden los aires de los millones de turistas que visitan la
ciudad? ¿Se va a emplear con los billetes de 20 euros por
representar la ventana gótica de una catedral europea, intolerante
muestra de agresión religiosa? ¿Va a pedir prohibir la Semana
Santa de Sevilla, la Romería del Rocío o de San Isidro, por su
carga de ofensiva católica en las calles que a todos pertenecen?
¿Pedirá la retirada de nuestras bibliotecas, estatales y que
pertenecen a todos, de las obras de Gonzalo de Berceo, de Lope de
Vega y de Galdós, por su propaganda clerical, impensable en un
Estado laico? ¿Borrará al Magistral de La Regenta? ¿Pedirá que
la Real Academia declare que las Glosas Silenses y Emilianenses ya
no son los testimonios más antiguos del castellano? ¿Borrará los
apellidos de Navas de San Juan o de Villanueva del Arzobispo, o se
empleará con los nombres de San Sebastián o de Sant Feliù de
Llobregat por imponer a todos los ciudadanos un membrete con
creencias religiosas adheridas? ¿Raspará con su cincel las cruces
de Calatrava o de Santiago de los escudos municipales?
¿Liberará al cochino de San Antón de la oscurantista gorrinera católica,
o pedirá usted que la pava de Cazalilla sea arrojada desde la Casa
del Pueblo, en vez del campanario de la parroquia? ¿Empezará una
cruzada para que el "Viva San Fermín" se transforme en un
"Viva la serenidad laica de un Estado igualitario en sus
manifestaciones lúdicas y/o festivas"?
Señor Llamazares: le aconsejo que, antes de que su partido desaparezca
definitivamente del Congreso, haga lo posible por cambiar su nombre
en el registro civil, pues es indigno de un Estado como España que
usted se llame Gaspar, como uno de los Reyes Magos, con evidentes
reminiscencias católicas y monárquicas que pueden ofender al
pueblo al que usted representa.
|
|