Por
Pablo Gasco de la Rocha.
No se trata tanto de demonizar al Sistema, cuanto de desvelar las
"evidencias" que determinan al Sistema. Un Sistema que
estamos lejos de poder seguir soportando, a menos que se dé un giro
de Timón a la nave para enderezarla. Y es que el Sistema que
soportamos está echo de maniobras, tácticas y oportunismo
partidistas, cuyo objetivo único es seducir con artilugios retóricos,
mientras el Estado está desbordado por la política y sus gestores,
que obvian las soluciones con evasivas.
Realidad virtual
de la Corona
Después del juramento como Presidente del Gobierno de José Luís Rodríguez
Zapatero en solemne ceremonia ante los Reyes, la fotografía con la
que todos los medios de comunicación abrían sus ediciones, era la
que se veía, y muy sonrientes, al Rey, a Zapatero y a la Reina. Y
como la disposición no me pareció de poco importancia. Refiero,
que en el centro, y de espaldas, evidenciando la situación real en
la que se encuentra ante la realidad, aparecía el Rey, que abraza
al señor Zapatero, como suele hacer siempre, más allá de las
formas, a todo aquel que tiene algo que ofrecer a la Monarquía. A
su derecha, Zapatero, el primer actor de una Legislatura pasada,
desquiciante y peligrosa, sin logros que ofrecer, salvo los del
enfrentamiento con todos, y con un bagaje ciertamente patético echo
sobre recuerdos de un abuelo, prejuicios juveniles y dogmas
anticlericales. Y a la izquierda, puede que desde que es suegra de
su única nuera, doña Sofía, la "profesional", tranquila
y relajada, como sabiendo que el tinglado sigue durando, y
que a poco que hagan los Príncipes de Asturias, la farsa puede
durar aún más.
Siguiendo el hilo conductor del razonamiento de José Antonio, yo también
expreso hoy ese juicio de valor, constatación evidente del estado
de postergación al que ha llegado la Corona, más preocupado por su
supervivencia, que por el auténtico estado de la Nación. Pese a
que se haya elogiado, más allá de lo normal, el discurso que el
Rey ha pronunciado en la apertura de la
Legislatura.
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El sincretismo
que nos acecha
El sincretismo nos acecha. Esta ahí. Jugando sus cartas. Mientras que
desde la otra orilla nadie es capaz de advertir el daño que se hace
a las conciencias, sobre todo a las de los menos preparados y, sobre
todo, a las de los niños, que crecerán en ese confusionismo
que trata de conciliar la Verdad y la Mentira, a través de
doctrinas religiosas diversas, y que nada tiene que ver con el Ecumenismo.
De esta forma, tendrán ganada la batalla los enemigos de Cristo-Jesús,
pues esos niños serán incapaces el día de mañana de concretar su
opción religiosa por mor de una educación nefanda y nefasta.
Predicar en desierto, sermón perdido. Esa parece que es la realidad que
nos invade. Pero más que esta realidad, lo que es más evidente, es
no hacer lo que San Juan Bautista hizo, llegar hasta el palacio del
rey para gritarle la Verdad.
Y es que, el juramento o promesa que hizo el día de su toma de posesión
como Presidente del Gobierno don José Luís Rodríguez Zapatero, de
cumplir y hacer cumplir la Constitución junto a un Crucifico y una
Biblia, se nos antoja a muchos, y desde luego a mí, como un acto
enmarcado dentro de esa liturgia profana propiciada por ese
sincretismo mágico y telúrico en el que estamos inmersos. Pues,
aprovecharse de los símbolos sagrados del Cristianismo, para mayor
gloria de los intereses mundanos, es, cuanto menos, repugnante. Un
acto sacrílego realizado por un enemigo de la fe Católica y ante
un Rey que con su firma propicia toda suerte de leyes
anticristianas.
Claro que luego, y a poco que realice algún acto de compensación, irán
todos nuestros Obispos a presentarle sus respetos más entusiastas,
y hasta llamarle Majestad Católica.
Y ¡ojo al dato! Que si el rey se arrodilla ante el Papa, también
abraza a Ibarretxe o le ríe las gracias a Carod. Pues, el monarca,
no nos engañemos, quiere serlo de todos y para todos, pero en función
de la Corona.
Una anarquista, radical de izquierdas, al mando del Ejército
He intentado sujetarme, y hasta casi lo consigo, pero hoy,
definitivamente, rompo una lanza a favor del señor José Luís Rodríguez
Zapatero, el bravo Bambi al que todos creían poder dominar,
y que ha terminado por darle una cornada mortal al padre, ese enorme
macho de espectacular cornamenta... Se cumple, pues, el refrán que
tan certeramente nos advierte: "Dios me libre de las aguas
mansas, que de las bravas ya me libro yo".
Les ha ganado a todos, y hay que admitirlo. Y es que, después de
colocar al masón, al traidor y al rojo de su difunto abuelo (al que
mis camaradas de otro tiempo no tuvieron más remedio que fusilar)
en la cúspide de la dignidad, propiciando una Ley de Memoria Histórica
simulada, sectaria y cainita; consentir que unos individuos-as
afectados de una enfermedad congénita como es la homosexualidad
(según estudios médicos al respecto) puedan ser considerados como
normales en su desviada y patológica orientación sexual hasta
llegar a legalizar sus uniones como matrimonio, y de retirar las
estatus de Franco, incluso de la Academia General Militar de
Zaragoza, sin que ningún cadete osase impedirlo, ha terminado por
poner al frente de los Ejércitos y de la Armada a una ex
anarquista, a una alborotadora de tiempos no tan pasados, a una
individua que de no ser ministra, estaría formando en las
barricadas de los okupas y de los "intolerantes", enfrentándose
a la policía y rompiendo el mobiliario público, pero a la que
tendrán que saludar militarmente todos los de uniforme. Aunque
supongo que encantados si se les sube la soldada...
Pero era natural, y muchos lo hemos venido anunciando. Porque después
de inundar el Ejército de mujeres, incluso de meterlas en los
submarinos, algo que no ocurre en ningún ejército del mundo,
aunque sea por puras razones higiénicas, y tener una tropa casi
analfabeta, a la que, como recientemente se ha dicho, hace veinte años
no se le hubiera dado un arma, ha terminado por tener que obedecer a
una ex anarquista...
A este paso Zapatero terminara por hacer del Ejército lo que pretende y
a anunciado, una tropa adocenada y sumisa como cuerpo auxiliar, no más
de un batallón, en función de catástrofes naturales o provocadas,
con base operativa dentro y fuera de nuestras fronteras naturales.
Nunca un ejército llegó tan bajo. Jamás una nación abdico más de su
orgullo. Presiento que nos queda poco para desaparecer.
Invasión y
mestizaje
Durante casi toda mi etapa escolar del Bachillerato, seis años, fui
postulante para el Domund. Es decir, pedí para esos pobres
negros, chinos, sudamericanos y "demás" que pasaban
necesidades.
Han pasado los años, y "esos" mismos de ayer, siguen teniendo
las mismas o más necesidades que antes, con la diferencia de que
ahora ya no "cuela" el argumento según el cual, todo
era consecuencia de las injusticias de los blancos. Pues, tantos
años después, siguen siendo absolutamente incapaces de prosperar
sin el aporte de quienes otrora les descubrimos, descubriendo lo que
realmente eran, primitivos. Y es que no es posible, si no fuera así,
que todavía, a estas alturas, se sigan dando las hambrunas que se
dan en África, siga habiendo gente que no tenga para vivir en China
y en otros países asiáticos o que tengamos que proveer de
alimento, ropa y educación a ingentes poblaciones de niños en
Sudamérica, inclusive en países como Argentina.
Como consecuencia, pues, de esa incapacidad demostrada por quienes no
son europeos, y también por mor del capitalismo, Europa viene
sufriendo una invasión que terminará por destruirla. Y aunque,
como digo, es un problema que tenemos planteado los europeos, en
España la situación se agrava, por cuanto no tenemos una Política
de Inmigración acorde con el peligro. Hasta el punto, que hoy
tenemos el mismo número de inmigrantes de toda raza, cultura, etnia
y religión que tiene Francia o Inglaterra, asumidos en menor tiempo
que estas dos naciones.
Se impone, pues, y pese al deseo de quienes en pueblos y ciudades
reclaman más manos de obra esclava, una Política de Inmigración
que impida que gentes de fuera vengan a destruirnos, esquilmando
nuestras economías y destruyendo nuestra cultura, nuestra religión
y nuestra etnia. Aunque los florentinosperez, los fefes,
los albertos y demás personajes de este patio de gallinas en
el que se ha convertido España, nos acusen de racistas porque vean
peligrar su legión de servicio doméstico. Sin olvidarnos de todos
esos payasos que forman las ONG´s, que de otra forma tendrían que
ponerse a trabajar. Pues de la inmigración han hecho todos ellos su
forma de vida.
Y como, aparte de todo, se les ha consentido y se les consiente
demasiado, el día 12 de abril del presente mes, los asaltantes
negros de nuestras fronteras, los niños de mil guerras
combatientes; esos mismos que vienen, y un día lo conseguirán, ha
quitarnos el pan y la sal, se amotinaban en el Centro de
Internamiento de Extranjeros de Aluche, al calificar dicha institución
de racista y ser "un Guantánamo español". Cosa que los
pobres no sabrían, hasta que no se les ha dicho.
Pero sin duda que lo más llamativo, incluso más que el hecho en sí,
fue la fotografía con la que la prensa ilustraba la algarada, en la
que se podía ver a dos mocetones negros, uno de ellos con una
camiseta de la bandera de España (algo así como intentando dar
pena), y en el centro de ellos, al cebo con el que se les alecciona
ya en su misma África natal, a todos estos chicos que por su
apariencia no parece que vengan de pasar hambre: "Otra
forma de haceros españoles es casaros con alguna española, sobre
todo si son feas, de esas que vienen por nuestros países africanos
para mantener relaciones sexuales", que dicen sus
panfletos de propaganda.
No se trata tanto de
demonizar al Sistema, cuanto de desvelar las "evidencias"
que determinan al Sistema. Un Sistema que estamos lejos de poder
seguir soportando, a menos que se dé un giro de Timón a la nave
para enderezarla. Pese a todo, en el Sistema, el pueblo, titular único
de la soberanía, otorga su confianza al gobernante. He aquí el
dilema.
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