Manuel Fraga declaraba ante las cámaras no
hace mucho tiempo que Francisco Franco había sido un gran militar,
que prestó grandes servicios a España, pero que tras la guerra se
prolongó demasiado en el poder.
No es la primera vez
que Fraga hace una declaración de este tipo. En varias ocasiones ha
afirmado que el error de Franco fue tal vez no saber retirarse a
tiempo. Resulta curioso que Manuel Fraga (85 años), opine esto de
Franco, sin aplicarse a si mismo la receta.
Es indudable que el
avance de Galicia durante la presidencia de Manuel Fraga ha sido
enorme. Su gran capacidad de trabajo, sus indiscutibles dotes de
mando y la disciplina que se aplicaba a si mismo y a sus
colaboradores, hicieron que Galicia abandonase el vagón de cola de
las regiones españolas avanzando unos pasos adelante. Es también
incuestionable la responsabilidad de Fraga en la deriva nacionalista
actual de Galicia. Durante su mandato creció y se consolidó lo que
era un grupo residual de nacionalistas radicales hasta convertirse
en llave de la gobernabilidad de la región.
Los años de Fraga
fueron también los del inicio de la inmersión lingüística, los
de la imposición del gallego en la escuela y los del apoyo y
exaltación de todo aquello que pudiese suponer un signo distintivo
de la región con el resto de España. El Partido Socialista y el
Bloque Nacionalista Gallego encontraron parte del camino hecho al
llegar a la Presidencia de Galicia. Fraga asfaltó la autopista de
los nacionalistas al poder con una política rayana en lo
nacionalista, muy típica por otro lado del Partido Popular, basada
en sus propios complejos.
La televisión
gallega y las instituciones educativas y lingüísticas de Galicia
habían sido entregadas a los sicarios del separatismo muchos años
antes de que Fraga abandonase la Presidencia de Galicia.
Fraga no ha aplicado
a si mismo la corrección al que consideraba el principal defecto de
Franco: no haberse retirado a tiempo. Fraga pensó que era eterno y
nunca se preocupó de nominar o formar a un sucesor o permitir que
el partido lo hiciese. Bien sobrepasados los ochenta años, intentó
volver a presentarse a las elecciones a Presidente de la Junta de
Galicia pensando que volvería a ganar, pero los efectos de esa
absurda decisión fueron terribles, ya que sirvió para hacer
efectiva la entrega del poder a los radicales gallegos que preside
Anxo Quintana (el enfermero convertido en todopoderoso).
Que Manuel Fraga
opine que Franco no supo retirarse a tiempo, sentado tras una mesa
en su despacho de Senador, con un hilo de voz apenas inteligible, no
parece más que un sarcasmo.
|