Fraga.


Por Ramón del Valle. 18/12/2007.  


Manuel Fraga declaraba ante las cámaras no hace mucho tiempo que Francisco Franco había sido un gran militar, que prestó grandes servicios a España, pero que tras la guerra se prolongó demasiado en el poder.

No es la primera vez que Fraga hace una declaración de este tipo. En varias ocasiones ha afirmado que el error de Franco fue tal vez no saber retirarse a tiempo. Resulta curioso que Manuel Fraga (85 años), opine esto de Franco, sin aplicarse a si mismo la receta.

Es indudable que el avance de Galicia durante la presidencia de Manuel Fraga ha sido enorme. Su gran capacidad de trabajo, sus indiscutibles dotes de mando y la disciplina que se aplicaba a si mismo y a sus colaboradores, hicieron que Galicia abandonase el vagón de cola de las regiones españolas avanzando unos pasos adelante. Es también incuestionable la responsabilidad de Fraga en la deriva nacionalista actual de Galicia. Durante su mandato creció y se consolidó lo que era un grupo residual de nacionalistas radicales hasta convertirse en llave de la gobernabilidad de la región.

Los años de Fraga fueron también los del inicio de la inmersión lingüística, los de la imposición del gallego en la escuela y los del apoyo y exaltación de todo aquello que pudiese suponer un signo distintivo de la región con el resto de España. El Partido Socialista y el Bloque Nacionalista Gallego encontraron parte del camino hecho al llegar a la Presidencia de Galicia. Fraga asfaltó la autopista de los nacionalistas al poder con una política rayana en lo nacionalista, muy típica por otro lado del Partido Popular, basada en sus propios complejos.

La televisión gallega y las instituciones educativas y lingüísticas de Galicia habían sido entregadas a los sicarios del separatismo muchos años antes de que Fraga abandonase la Presidencia de Galicia.

Fraga no ha aplicado a si mismo la corrección al que consideraba el principal defecto de Franco: no haberse retirado a tiempo. Fraga pensó que era eterno y nunca se preocupó de nominar o formar a un sucesor o permitir que el partido lo hiciese. Bien sobrepasados los ochenta años, intentó volver a presentarse a las elecciones a Presidente de la Junta de Galicia pensando que volvería a ganar, pero los efectos de esa absurda decisión fueron terribles, ya que sirvió para hacer efectiva la entrega del poder a los radicales gallegos que preside Anxo Quintana (el enfermero convertido en todopoderoso).

Que Manuel Fraga opine que Franco no supo retirarse a tiempo, sentado tras una mesa en su despacho de Senador, con un hilo de voz apenas inteligible, no parece más que un sarcasmo.


 

Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com