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Actualizada:  06 de Agosto de 2.009.  

 
 
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Cartas al director.



Gallardón, el joven que susurraba poesías de amor a Francisco Umbral.

Por Pablo Gasco de la Rocha, 06/08/2009.

Señor Director:

Ocuparse, que no preocuparse, de Alberto R. Gallardón o Gallardín el chico o simplemente Gayllardón, es adentrarse en un mundo fantástico, entre mágico y telúrico, al que pronto queda uno enganchado como a una tela de araña. Pues desentrañar la personalidad de este tipo es cosa imposible, sencillamente porque no la tiene. Que es, por otra parte, su gran aportación a la política de este país. Un tipo del que no te puedes fiar, y al que los americanos, siempre tan prácticos, no le comprarían nunca un coche usado.

Traidor por convicción, ambicioso por definición, y anodino de gracias y virtudes, Gallarón o Gallardín el chico o simplemente Gayllardón no hace nada que no redunde en su propio y particular beneficio.

Sibilino y astuto como sólo saben ser los taimados, al Alcalde, pese a lo que algunos puedan pensar, no le han salido las cosas bien. El cargo que le prometió a su padre, un pobre perseguido político de la férrea dictadura franquista con la que nunca colaboró por su indomable espíritu de rebeldía democrática. Sin embargo, sólo Esperanza Aguirre ha sido capaz de marcarle y acojonarle, consciente de que Gallardón es otro “Bruto” siempre portando un puñal criminal y trapero como apéndice propio.

Un puñal que usará en el momento en que menos se piense. Lo sabe Esperanza que no le vota, y lo sabemos también algunos que nunca le hemos votado. Lo importante, pues, es que lo sepan quienes todavía tienen depositadas todas sus esperanzas en este taimado ridículo que de joven le susurraba poesías de amor a Paco Umbral.  

 

 

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Y digo yo, ¿por qué no ajustamos la argolla, engrasamos el tornillo, y ponemos nuevamente el Garrote?

Por Pablo Gasco de la Rocha, 05/08/2009.

Señor Director:

A este Alfonso Sastre, que se harto de escribir y publicar todo cuanto quiso durante la oprobiosa dictadura –ahí están sus publicaciones para la Ley de la Desmemoria Histórica- se le tuvo que haber dado “garrote” junto a la fulana con la que compartió cama y mantel, Eva Forest. Cómplices y enjuiciados ambos en el atentado que ETA perpetró el 16 de septiembre de 1974 en la calle Correo de Madrid, que dejó la cifra de trece muertos, cuando ella pertenecía al Partido Comunista de España dirigido por Santiago Carrillo y Dolores Ibarrruri, “Pasionaria”, y él lo había abandono por “poco activo”.

Procesados ambos, la causa fue sobreseída por falta de pruebas concluyentes, y autoexiliados en Francia de donde fueron expulsados por activistas “terroristas”, de vuelta a España ambos siguieron colaborando con ETA, en la medida en que esa participación con el terrorismo ha sido impune, lo mismo que ha venido haciendo el PNV y amplios sectores de la jerarquía de la Iglesia Católica vasca, sin que en ningún momento tuvieran que sentir miedo por sus vidas. Que esa es otra de las grandes cuestiones que algún día se tendrán que analizar por incomprensibles y contraproducentes.  

A tenor, pues, de la vuelta de este activista a la primera plana de la actualidad por su apoyo “intelectual” a ETA, muchos lamentamos profundamente que el celebre y celebrado “Garrote” ya no se emplee. Aunque de haber existido, también es cierto, muchos se hubieran quedado sin el bueno de Pío Moa, del que tanto han aprendido.    

Y es que, como decía mi padre, todo en la vida es cuestión de medidas y proporciones.

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Himno Nacional

Por Enrique Girona, 03/08/2009.

Señor Director:

El día 31 de julio, en los actos celebrados para despedir a los dos Guardias Civiles asesinados por ETA, Diego Salvá y Carlos Sáenz de Tejada, aquí en Palma cuando los féretros eran trasladados desde el Palacio de la Almudayna a la Catedral, hay unos 15 metros de distancia, al salir de la Almudayna el cortejo, los dos ataúdes portados por Guardias Civiles, Policía Nacional y Ejercito de Tierra,  la banda de música interpretó una marcha fúnebre. Al llegar a la entrada a la Catedral les esperaban, el oficiante del funeral, junto con el Cabildo catedralicio, y la representación civil presidida por los Príncipes de Asturias, Infantas Elena y Cristina, y autoridades Autonómicas y Locales. Los portadores de los ataúdes se pararon, y en este momento la banda de música interpretó el Himno Nacional, siendo escuchado con gran silencio por los presentes. Al finalizar el Himno se escucharon grandes aplausos y gritos de ¡Viva la Guardia Civil! Los féretros fueron introducidos en la Catedral y se celebro el funeral. A la salida, los dos féretros a hombros de sus compañeros, se escuchó el Himno a la Guardia Civil, que fué entonado por gran parte de los presentes. Terminado éste los féretros fueron depositados en los coches fúnebres que los llevaron a su destino final.

Pues bien, tanto en la prensa escrita, como en la digital, y en los videos que se visualizan en INTERNET, el momento de la interpretación del Himno Nacional no se menciona ni se cita, se pasa por alto.

Quiero comentarlo, ya que solo se cita cuando el Himno es silbado o despreciado, (final de Copa de fútbol ) y más ahora, que no es sancionable.

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