Los
galos dan ejemplo a la Justicia española de lo que realmente es la
justicia en su país, con la probable e inminente condena de cadena
perpetua para cuatro asesinos de ETA, los cuales fueron detenidos en
el país Francés en un piso franco, cuando estaban preparando
explosivos para realizar atentados inminentes.
Los
cuatro
presuntos etarras detenidos el pasado sábado en Cahors
van a ser imputados con la acusación de secuestro, con el agravante
de terrorismo, y podrían
ser condenados a cadena perpetua,
según el fiscal de la República de París, Jean-Claude Marin que
ha calificado de "importante" la reciente operación de
Cahors.
Además
del secuestro de la familia a la que ETA tuvo retenida
recientemente en Francia, la fiscalía va a imputar cargos por receptación en relación
con una serie de robos cometidos a mano armada en este país. Los cuatro
presuntos etarras comparecen hoy ante un juez antiterrorista
parisiense
con vistas a su imputación por asociación de malhechores con fines
terroristas y otros cargos.
Se
trata de Luis Ignacio Iruretagoiena,
supuesto experto en explosivos de ETA; Oian Barandalla,
presunto "lugarteniente" del jefe del aparato militar de
la organización, Garakoitz Aspiazu "Txeroki"; Ander
Múgica Andonegi y Alaitz Aramendi
Jaunarena.
Los cuatro serán presentados
ante un magistrado previsiblemente a lo largo de esta tarde
y luego deberán comparecer ante otro juez que decidirá sobre su
ingreso en prisión, solicitado por la Fiscalía.
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