La L.O.E. Adrián
Fernández.
La LOE, que ha enviado el Gobierno para su aprobación en las
Cortes, es una vuelta a la LOGSE socialista que tan nefastos
resultados escolares cosechó, pero aún más acentuada, pues
restringe el derecho de los padres a elegir el centro que desean
para sus hijos, e incluso la libertad de los colegios a definir su
ideario educativo. Discrimina a los centros concertados,
mayoritariamente católicos, haciéndose el Estado acreedor del
derecho o no a que reciban fondos públicos, una forma sibilina de
desterrarlos, al igual que pretende hacer con las clases optativas y
evaluables de religión católica, para, al mismo tiempo imponer la
obligación de estudiar la nueva asignatura de "Educación para
la ciudadanía", de marcado componente político e ideológico
afín a las tesis del Gobierno socialista de Zapatero. Si los 2,2
millones de alumnos de la escuela concertada pasaran a la pública,
supondría para el Estado un incremento de unos 30.000 millones de
euros anuales, pues la pública sale más cara a las arcas
estatales.
La LOE no premia el esfuerzo de los alumnos, da
libertad para "hacer novillos" y pasar de curso incluso
con tres suspensos.
La Ley Orgánica de Educación es un
totalitarismo intervencionista encubierto.
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