¡Querido Paco!, habrás visto que retiraron de la Plaza de San Juan
de la Cruz de Madrid la estatua ecuestre que te representaba porque
según el inútil ZP, ningún dictador puede ser recordado.
Bien, te adelanto que no soy franquista ni antifranquista,
politicamente hablando; por la sencilla razón de que paso de todos
los "istas". Soy de pensamiento libre y tan soberbio que sólo me
guía mi verdad, dictada por mi razón plena de sentido común,
justicia, honradez, bondad y lógica; conceptos, unos innatos y otros
adquiridos a lo largo de mi vida y que anidan en mi mente y en mi
corazón muy a mi placer.
Para mí, sólo fuiste siempre un ídolo militar por tu valor,
honradez, amor a nuestra Nación e inigualables dotes de mando; y te
digo que sólo fuiste, porque ahora que conozco la basura política
-no hubo posibilidad de conocerla bajo tu mandato-, he sumado a esa
admiración por ti, el saber que nunca fuiste político.
La
prueba evidente de lo que digo, la verdad de lo que expreso
-independientemente de la respuesta que diste al Ministro Martín
Artajo-, la tengo en que gobernaste España durante cuatro décadas y
no robaste ni un solo céntimo. Cuando sólo cobrabas de paga mensual
unos mil euros de los de ahora.
De
ahí, el que me repateara las tripas que un don nadie; un ablanda
brevas; un calamidad; un cantamañanas; un inútil integral, un
político fulañí convertido en presidente de gobierno por mor de una
democracia de saldo, se tomara la libertad de menospreciarte,
cuando como persona no te serviría ni para limpiarte las botas.
Lo
sé todo. Estoy enterado, querido Paco, de que en 1907, a los 14 años
de edad, ingresaste en la Academia de Infantería; y que en 1910, a
los 17 años de edad ya eras alférez.
Que
dos años más tarde, en 1912 cuando contabas 19 años de edad,
recibiste el bautismo de fuego en Marruecos, en el que ganaste la
Cruz Roja al Mérito Militar y el ascenso a teniente por méritos de
guerra.
En
1915, cuando tenías 22 años ascendiste a capitán por méritos de
guerra.
En
1916, a los 23 años, fuiste herido de gravedad, pero como no dejaste
el combate hasta lograr la victoria; te concedieron la Cruz María
Cristina, la medalla de Sufrimientos por la Patria, ascendiste a
comandante y te propusieron para la Laureada de San Fernando.
En
1920 fuiste el primer comandante fundador de la Legión cuando tenías
27 años.
Ganaste la Medalla Militar Individual en 1921 con sólo 28 años y ya
estabas destinado a ser el Jefe de la Legión.
En
1923, a los 30 años de edad ascendiste a teniente coronel y fuiste
nombrado Gentil Hombre de Cámara.
A
los 32 años ascendiste a coronel por méritos de guerra y a los 34
años llegaste a general por los mismos méritos.
Resumiendo, te pasaste toda tu juventud -17 años de tu vida hasta el
ascenso a General- en el campo de batalla y durmiendo en el duro
suelo bajo una tienda de campaña; tuviste que aplazar dos veces tus
esponsales por irte voluntario a luchar en el frente y resulta que
el quita estatuas ZP, lo más importante que ha hecho en su vida, a
parte de llevar 30 años sentado en uno de los mullidos escaños del
Parlamento, desde los que silenció toda la corrupción de mentiras y
latrocinio sin par de los trece años del felipismo, no va más allá
de la valía intelectual del bla, bla, bla. |
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Y
no sólo ZP, sino cualquiera de los políticos que hemos tenido,
tenemos y tendremos no llegan ni llegarán a la categoría personal de
limpiarte las botas.
Ten
presente que el quitar tu estatua vino acompañado de un doloroso
acto de maldad y mala baba. Y es que la retirada fue anunciada por
la representante del Planeta de los Simios que tenemos en el
gobierno como vicepresidenta Dña. María Teresa Fernández de la Vega
Hija de Wenceslao Fernández de la Vega, falangista de Girón en el
Ministerio de Trabajo, el más falangista de los ministerios de
Franco. Que estudió Derecho en la Universidad Complutense de Madrid
y en 1974 sacó plaza como secretaria judicial cuando todavía vivía
Franco; según leemos en la Memoria
Histórica de esta importantísima Página dedicada al recuerdo de tu
nombre.
Anuncio que hizo la susodicha ministra desde un hotel durante una
cena homenaje a Santiago Carrillo -asesino de los 5.000 fusilados,
niños incluidos, en Paracuellos del Jarama-, apostillando que la
orden fue dictada por el Ministerio de Fomento. Pero como el
Ministerio no habla, tuvo que dar la orden la gaditana ministra Dña.
Magdalena Álvarez Arza. ¡Pilili!
Que
por cierto, aprovechando que retiraron tu estatua ecuestre de la
plaza de San Juan de la Cruz, es curioso que no haya habido algún
comunista, socialista o de idéntico pelaje, que haya ordenado
retirar, igualmente, las dos pagas extraordinarias que autorizaste
tú. Y que como muy bien sabes, la que se cobra ahora en Junio -para
despistar-, es la misma que creaste en memoria del Alzamiento
Nacional, que fue el día 18 de Julio.
Ni
tu Seguridad Social, la mejor atención médica de todo el mundo. Ni
la ONCE que tantísimo ayudó a los invidentes. Más otras muchas
ayudas beneficiosas para los españoles, que en otro momento
recordaremos. Sistemas, digo, de los que se aprovechan y disfrutan
muy a su placer la gentuza indeseable que te sigue menospreciando e
insultando ferozmente.
¡Paco!, no hay solución. Tú sabes que los humanos somos los seres
más desconocidos, imprevisibles, despreciables, egoístas y dañinos
de la creación. El único Dios que interesa a la gran mayoría de los
hombres es la Riqueza con el implícito Poder que conlleva. ¡Punto!
El
resto del discurso –incluidas las religiones existentes con sus
diferentes dioses- son sibilinas invenciones, en busca de ese Poder
y Riqueza, rociadas de fachendas, fantochadas, embelecos, añagazas,
ratoneras… algo que tú conoces ahora bastante bien.
En
fin, por la retirada de tu estatua remití al Jefe del Estado –alias
el mudo- un escrito que leerás en otra ocasión.
Sigue gozando de tu estancia celestial –bien merecida- y como
siempre recibe un eterno: ¡A tus órdenes!
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