Si “lo que se da
no se quita”, porque tiene legítimo dueño desde 1968, página de
la historia que no se puede borrar, es que sigue siendo Alcalde
Perpetuo.
Si lo que se quita
se hace sin demostrar que no fue legítimo en su día el acto de
concesión de tal título, es que sigue siendo Alcalde Perpetuo.
Si lo que se trata
de quitar se hace en virtud de un nuevo Reglamento ad hoc, valdrá
dicho Reglamento para el futuro sin efecto retroactivo, porque,
repito, la historia no se puede borrar, pues sigue siendo Alcalde
Perpetuo.
Si lo que dicen que
se borra, es por un acto vil de desagradecimiento al mayor
bienhechor de Avilés, ipso facto aseguran que sigue siendo Alcalde
Perpetuo en los corazones agradecidos por bien nacidos.
Si lo que se quita
es por espíritu de venganza y odio contra el que en veinte años
levantó a Avilés a más altura que antes en dos mil años,
seguirá siendo Alcalde Perpetuo por siglos y siglos.
Si lo que se quita
no obsta para destruir las dos pagas extraordinarias del 18 de Julio
y de Navidad, es porque reconocen implícitamente que sigue siendo
Alcalde Perpetuo.
Si lo que pretenden
es borrar su nombre de la historia, les sucede lo que al ateo que
blasfema contra Dios, que todo les cae en el morro, porque sigue
siendo Alcalde Perpetuo.
Si lo que se quita
es por la falta de elemental honradez de no reconocer que a ellos
mismos les proporcionó más medios de promoción que la URSS a los
obreros en 74 años de imperio marxista, es que sigue siendo Alcalde
Perpetuo.
Si lo que se quita
es para no reconocer que les dio casa, puesto de trabajo, y abrió
Colegios y la puerta de la Universidad para sus hijos y una pensión
que jamás soñaron, como todo eso sigue en pie, es que sigue siendo
Alcalde Perpetuo.
Si lo que se quita
es para no reconocer que la ENSIDESA tenía una plantilla de 25.000
y, ahora, no pasa de 6.000, es que les duele que siga siendo Alcalde
Perpetuo.
Si lo que se quita
es porque prefieren ignorar que los barcos rusos que arribaban al
muelle de S. Agustín de ENSIDESA, cuando el Capitán permitía que
sus subordinados salieran de asueto por Avilés, eso sí, en
compañía del Comisario político, según el sistema de esclavitud
establecido, asustados de la libertad de los obreros de acá,
disfrutando de la playa y de la cesta de comida en familia a su
vera, algo inimaginable en su paraíso soviético, es porque les
atormenta que quien venció al comunismo siga siendo Alcalde
Perpetuo.
Si lo que se quita es para disimular que
antes llegaban a Avilés gentes de toda España y encontraban
trabajo, y, ahora, el que quiera encontrar trabajo tiene que
largarse de Avilés, es evidente que necesitamos que siga siendo
Alcalde Perpetuo.
Si lo que se quita
es para no reconocer que el regalo del terreno del Parque
Empresarial proviene de la ENSIDESA que hizo quien la hizo, es que
sigue siendo Alcalde Perpetuo.
En una palabra: Avilés
que tanto le debe a Franco, por mucho que se esfuerce el enemigo en
no tener referencia a él; por mucho que sufran inútilmente la
extraña incomodidad de referirse él; por mucho que traten de
romper el espejo donde se refleja su referencia a él, la realidad
sensible nos grita que no tenemos sentido de ciudad y comarca sin
referencia a él.
Hasta el monumento
de los tres pinchos de hierro de 30 metros de altura plantados a la
orilla del paseo de la ría, que a algunos tanto les gusta, son el
logotipo de esta ciudad eminentemente industrial, gracias a que
Franco plantó en esta orilla la ENSIDESA, la ENDASA y la Cristalería
Española, ganándose el título de Alcalde Perpetuo, del que más y
mejor se ha hablado y se hablará desde la objetividad histórica.
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