No olvidéis que los enemigos de España y de la Civilización Cristiana están alerta. Parece increíble que hace ya treinta y dos años, Franco, nos advirtiera de esta manera, a mi juicio, un tanto profética. Tenía razón, los enemigos de España y del Cristianismo, estaban ocultos -quizá por cobardía- pero también alerta. Interpretaron la muerte del Caudillo, cuyo aniversario conmemoramos, como el pistoletazo de salida para desatar sus pasiones más bajas. Y así hemos llegado al día de hoy. Poco a poco, los vencidos en la Guerra, que nada tenían de demócratas aunque hoy presuman de ello sus herederos, se han ido haciendo más o menos legalmente con el poder, de ahí el que estuvieran alerta.

Estos que hoy se declaran ciudadanos universales, no hacen sino seguir la consigna de Marx: Proletarios del mundo, uníos. Borran las fronteras de las naciones, pero al tiempo, son los mismos que crean fronteras interiores, como en el caso de España. Así que visto lo visto, no es que sean ya marxistas ni nada por el estilo, con la disgregación nacional, se alejan también del marxismo. ¿Cómo podríamos calificarles? Pues no lo sé, lo dejo a libre interpretación. Su único fin es la destrucción de una nación milenaria, que antes llamábamos España, y que hoy, es según el Presidente del Gobierno de la nación, un concepto discutido y discutible.

Los ataques al Cristianismo, y a la Iglesia Católica en concreto, son la otra cara de la moneda. Ataques a la institución en sí, a sus miembros y a sus templos, hechos a los que no se les da propaganda, porque seguramente no es de interés y que sólo gracias a esta página web he logrado conocer.

No voy a extenderme más, simplemente recordemos que de esto fuimos advertidos por Franco en el lecho de su muerte, y que quienes han tenido responsabilidades políticas, no se han molestado en estar “alerta”.