Vivimos
una época enferma, donde el libertinaje se apodera de nuestras
calles. Lo increíble y que realmente me alarma, es la naturalidad
ante determinados escenarios.
Como
amante de la música, me espanta ver títulos de canciones y discos
tan explícitos. ¿Dónde quedó la inocencia? Si revolvemos en ese
Baúl de los recuerdos, podemos encontrarnos con títulos tan
bonitos como “Los jóvenes” que popularizaron Los Mustang, “Es
como un sueño” de Los Brincos y así un largo etc. Ahora lo
“normal” (me echo las manos a la cabeza) es coger un CD y leer títulos
como “hagamos el amor con ropa”. Sé que Alfonso Ussía me
tacharía de tonta hortera, pero es alucinante. De verdad, como si
hubiese caído en un universo extraño del que no puedo salir.
Ya
sé que no estamos en época de Franco y que lo normal no es poseer
esa ingenuidad. Lo que se estila es saberlo todo sobre sexo, drogas
etc. y ser explícito, y cuanto más evidente, más “Integrado”
se está en la sociedad.
Desde
pequeña, he escuchado música clásica, zarzuelas, rock & roll
y pienso que si algún día me caso y tengo hijos, yo no puedo
decirles: “esto es lo que escuchaba cuando era joven”. Se
considera divertido decir: “Los niños de hoy saben mucho”
aunque para mi es bastante alarmante.
Una
persona, debe vivir de acuerdo con su edad. Un niño, debe jugar, no
ver a Los Lunnis defendiendo bodas gays, o vestidos de macarras. Un
adolescente no debe empezar a tontear ni con alcohol ni con sexo,
por muy “natural” que sea. Cada cosa a su tiempo o ¿es que
estamos convirtiendo a España en Sodoma y Gomorra?.
Insisto
una vez más, que no es cuestión de ser franquista, si no de
sentido común. Si no esto no es así, entonces no entiendo como
estos “liberales” del rojerío, que campean a sus anchas por el
mundo, son los primeros en asustarse cuando ven a su hijo de 3 años
agarrado a una litrona, o a su hija de 12, diciendo que es lesbiana
o liada con un moro. Si para ellos es normal, ¿por qué se asustan?.
El
problema ya no es solo que por no ser franquistas, debamos liarnos
con todo lo que nos encontremos por el camino, si no que algo tan básico
como la religión, se nos muestra como que cohíbe nuestras
libertades. ¿Libertades? ¿Libertad para salirnos del camino que
Dios nos ha marcado? Eso no es libertad; eso es fallar a nuestro
Padre.
Sé
lo que hay en la calle pues a diario nos lo recuerdan los “reality
shows”. Se me cae la cara de vergüenza cada vez que sale alguna
aireando su vida íntima, con pelos y señales. Esa gente no se
tienen respeto ni a si mismos, ni a sus familiares. Ojalá muchos
demócratas, se den cuenta a tiempo. Como de costumbre, se parará
tarde y la culpa será del PP.
Como
decía el Caudillo: No nos descorazonemos jamás…
