Defender la dignidad de toda persona, una de las misiones de Juan Pablo II.


 
JUAN PABLO II Y LOS MINUSVÁLIDOS
 

 

Por Laura Vázquez.

Después de leer la salvajada que intenta hacer el Gobierno holandés, (además de haber legalizado a eutanasia para enfermos terminales, pretende legalizar la eutanasia para bebés, discapacitados psíquicos y dementes), veo el ejemplo de nuestro Papa hacia estas personas y es lo que me calma, pues hace falta ser un desalmado, para matar a un minusválido.

Tener una persona minusválida a cargo, no es tarea fácil pero si Dios decide que así sea, habrá que aprender de ello y dar ejemplo a los demás. He leído un párrafo precioso en la Web de la Conferencia Episcopal: “En el Seminario de San Martín Pinario, encuentro con jóvenes minusválidos. Discurso del Papa. Juan Pablo II recordó a los jóvenes minusválidos que también a ellos el Señor les envía a su viña y que el hombre que sufre es el camino de la Iglesia“.

Bien es cierto que la vida es muy dura y difícil para los que somos “normales” entonces, y a pesar de la solidaridad que ZP nos dice que hay, esta gente lo tiene más difícil que nosotros. Ya no solo por el tema de las barreras arquitectónicas, si no por los perjuicios de la gente. Es una cuestión que no se puede solventar ni con el presupuesto más valioso; solo se soluciona con educación. Educación y valores que deberían inculcar los padres a sus hijos y que no se hace. Lo decía Juan Pablo II: "El futuro de la humanidad se fragua en la familia."

El gobierno holandés nos vende la idea de que si algo no vale, que se elimine. Como si fuese un yogurt caducado y no personas diferentes a lo “normal” aunque… visto que el Gobierno Holandés tiende a copiar a Hitler, me entra la duda; si de verdad está en condiciones de fijar un baremo para matarle. Sí, la eutanasia es matar, mire como se mire. Matar a un bebé, a un discapacitado psíquicos, a un demente, es matar a personas inocentes, como en las guerras. Tanto quejarse por lo de Irak y mira tú por donde, que hacen lo mismo pero bajo la bandera de la democracia.

Vivir con un esquizofrénico, un autista etc., es complicado, sin embargo hay una medicina que si no cura estas enfermedades, las minimiza: el amor. Simplemente es eso. Amor hacia el prójimo. «Dondequiera que se encuentre un hombre, allí se establece para nosotros un vínculo de fraternidad» Juan Pablo II

El cariño que estas personas dan, son tan valiosas, como su enseñanza de la vida. Un minusválido no pide Ferraris ni ropa de Valentino para ser feliz pues lo bonito y lo increíblemente grandioso de la vida, son las cosas pequeñas: un abrazo, una sonrisa, un beso… Si alguno ha tratado con niños minusválidos, entenderá perfectamente lo que digo. Y esa enseñanza que ellos mismo te regalan, es lo que hace seguir adelante y disfrutar de lo pequeño de la vida.

Por eso, leer la atrocidad que pretende cometer el Gobierno Holandés, me dolió enormemente. Son personas con sentimientos que, aunque creamos que “no se enteran”, se dan cuenta como cualquiera y hay que darles cariño y no mirarles como si fuesen bichos raros. Un autista, podrá no saber qué es el miedo o la alegría y aún así, hay que darle cariño.

El Santo Padre nos lo dijo "Es importante tender la mano a los enfermos, hacerles percibir la ternura de Dios, integrarlos en una comunidad de fe y de vida en la que se sientan acogidos, comprendidos, sostenidos, dignos, en una palabra, de amar y de ser amados”.

Me duele que en vez de seguir luchando, se nos de la vía de escape de la eutanasia.

07 de Abril de 2.005.-

 

PÁGINA PRINCIPAL

OPINIÓN