Recuerdo
aquella canción de los payasos de la tele que decía: “no hay
nada más lindo que la familia unida” y es una gran verdad.
Ya
sé que eran otros tiempos incluso para el rojerío.
Para
el día 18 de junio, está convocada una manifestación a favor de
Ya
lo dije y me mantengo firme: la adopción por parte de parejas gays,
es una barbaridad. Dice el Art. 15 de la Constitución: “Todos
tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que
en ningún caso puedan ser sometidos a torturas ni penas o tratos
inhumanos o degradantes.” La adopción de niños por este
“colectivo” está desaconsejada por psicólogos de todo el mundo
ya que, por desgracia, cuanto más avanza la ciencia, más se
desmoronan los valores de toda la vida, los que el Señor nos inculcó.
La
familia siempre ha sido padre, madre e hijos. El fin del matrimonio
es tener hijos y educarles, estar al lado de tu marido pase lo que
pase.
"Dejará
el hombre a su padre y a su madre, y se adherirá a su mujer, y
vendrán a ser los dos una sola carne" (Génesis 2,24)
Lo
que es inaceptable es que personajes públicos, digan burradas como
que los que abandonan a los niños en cubos de basura, son
heterosexuales. Hace falta ser salvaje. Siento mucho decir esto, la
verdad y aunque se me tache una vez más de intolerante, vuelvo a
quejarme y pedir que, por favor, se den cuenta los gays, que un niño
no es un juguete. No se pueden entretener jugando a las casitas. Un
niño es una responsabilidad, es fruto de la unión de un hombre y
una mujer, de ese amor con el que Dios les junta. Bien es cierto que
muchas parejas heterosexuales no pueden tener niños y deciden
adoptar.
Solo
pido que recapaciten, que no jueguen con la vida de un niño. En el
colegio lo van a pasar mal y no hay derecho. Ya la vida nos da
problemas como para buscarlos gratuitamente.
Por
favor, ZP, no dejes que adopten y que no se casen. Hablamos de tener
una infancia feliz. Por favor, no le robe esos años a los niños.
