Excelentísimo Señor:
Como contribuyente voy a ejercer –una vez más- mi
derecho a la libertad de expresión que me concede el Estado de
Derecho –de Desecho, mejor dicho-, para expresar algunos
desacuerdos respecto a las medidas políticas establecidas en
nuestro país, con la sibilina intención de saquear los impuestos que
pagamos los contribuyentes.
Saqueo en el que de tan buen agrado participáis todos los ciudadanos
que habéis elegido la política como medio de llenarse los bolsillos
sin contemplación.
Conste Señor, que lo mejor para mi País –según he pensado- es
conseguir que ninguno de los partidos políticos españoles –pandillas
de trincones- gobierne más de cuatro años. Tiempo más que suficiente
para llenarse los bolsillos a reventar y pudrir todo lo que toquéis,
como lo venís haciendo sin solución de continuidad.
Si
Montesquieu resucitara y viera lo que hacéis en nuestro País con la
separación de poderes explicitado en su “Espíritu de las Leyes”
pediría morirse otra vez.
Aquí, Señor, no hay más poder que el del Ejecutivo. El GOBIERNO
DICTATORIAL que hemos tenido desde que llegó la deseada y limpia
democracia en contraposición a la odiada y vituperada Dictadura del
MUY HONRADO GENERALÍSIMO FRANCO.
GOBIERNO DICTATORIAL, digo, al que están supeditados el
impresentable Poder Legislativo –vivero de leyes- y el penoso y
lamentable Poder Judicial, del que es mejor no hablar, por piedad.
Señor, ahora acaba de modificar la composición de su desastroso
gobierno, para hacernos tragar su sabia y benefactora decisión en
pro del contribuyente, al que ha saqueado sin contemplación desde
que se coló de rondón en la Moncloa.
Y
como el gobierno que usted comande, siempre estará formado por
ministros que no elige el pueblo para ese cargo, sino por su
DICTATORIAL decisión; siempre serán personas que no le hagan sombra;
por lo que todos ellos andarán por la novena, octava o séptima
división, ya que usted no pasa de una sexta división intelectual;
siendo muy condescendiente.
Otro asunto del que abusáis en demasía y del que estamos hasta los
mismísimos… de soportar, es el referido al machismo antifeminista.
Usted ha creado el ministerio de la igualdad –observe que lo escribo
en letra minúscula, por la estupidez del nombre- para darnos a
entender de que está muy preocupado por la defensa de la mujer.
Señor, a ver si se entera de una puñetera vez, de que ningún hombre
puede estar en contra de ninguna mujer, por el hecho de ser mujer;
ya que todos y cada uno de los hombres es hijo de una mujer,
precisamente. ¿Va cogiendo? ¿No lo sabía? ¿A que nadie ha criticado
a su santa y digna madre por haberlo parido a usted, que es un
trasto intelectual y catedrático de la inutilidad?
A
ver si entra en su mollera de serrín, que el hombre critica a una
mujer, no por ser mujer, como acabo de decir, sino porque está
demostrando que es un lastre desechable, allá en el cargo que le
asignen. La ministra de Fomento que acaba de destituir, es el fiel
reflejo de lo que digo. Ni hablar sabe ese pobrecito castañazo
andaluz que nos endosaron.
Y
ya veremos lo que encierra la ministra de la igualdad, cuyo aspecto
es el de haberse pasado toda su juventud cascando con otras
señoritingas ente un mostrador, mientras sostenía un cigarrillo
entre dos dedos de una mano, y una copa llena en la otra; suspirando
y hablando de los pesares insoportables de la dura y cruda vida; con
otras gilipolleces de su cosecha. |
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¿Y que le parece la ministra de defensa que nos
ha traído para deshonra de nuestros Gloriosos Ejércitos? Otro
trasto nacionalista y separatista que no ha demostrado nada a
tener en cuenta tras haber pasado por algunos cargos políticos.
¿Y cuando nos va a quitar de la vista -¡por
favor!- la lacerante presencia de la vicepresidenta primera,
representante del planeta de los simios, como al loro
Pepiño? dos bellezas, que cuando salen junto a usted en la
televisión, dan ganas de salir corriendo. ¡QUE SUSTO!
De todas maneras, demuéstrenos su entereza y
honradez, haciendo que su nuevo gobierno solucione de una vez
por todas, las desvergüenzas que existen a la hora de llevarse
cuanto más dinero mejor. Y reduciendo la saturada plantilla de
políticos trincones a un 10% de la actual.
Por ejemplo: para que un trabajador español
tenga derecho a una paga de jubilación, le exigen una cotización
mínima de 15 años. Un diputado, sin embargo, tiene derecho a
esa paga de jubilación máxima en cuanto repite legislatura,
según hemos leído.
El sueldo máximo de un trabajador español
-dependiendo de la comunidad- puede andar por los 1.500 euros;
el de un diputado de Madrid es de 3,515 y el de un diputado de
provincias es de 4.353, según leemos en la prensa. Que llegan a
más de 6.000 euros mensuales al incrementarle las distintas
mandangas salariales que obtienen por otros conceptos. Que si lo
multiplicamos por el exceso de políticos que conforman las
plantillas existentes, las cantidades que os lleváis del
presupuesto, invitan a iniciar la tercera guerra mundial.
Verá, ojeando, he visto que en los Estados
Unidos, país con 302.000.000 millones de habitantes y una
superficie de 9.631,418 Km2, tiene un Congreso con un
Senado de 100 senadores y una Cámara de Representantes
con 435 miembros.
Es decir, 535 miembros gobiernan a los
trescientos dos millones de ciudadanos y, resulta, que en
España tenemos un Parlamento con 350 diputados y un
Senado con 259 senadores, O sea, 609 miembros para
mal gobernar a 45.000.000 millones de habitantes en una
superficie de 504.645 Km2.
En cada uno de los 50 Estados de los
Estados unidos –sean grandes o pequeños en habitantes y
superficie-, se nombra a 1 gobernador y a 2 senadores; y en
España se nombran 4 senadores en cada una de las 52
provincias que tiene. ¿Qué le parece?
Me figuro, no lo sé en este momento, que el
total de ministros a los que tenemos que pagarles el sueldazo y
las dietas que se han puesto debe ser de horror. Y si sumamos
los de las 17 Autonomías y las 52 Diputaciones
provinciales a los 609 que tenemos en el Congreso entre
Diputados y Senadores; más Secretarios de Estado, Directores
Generales, Consejeros y Viceconsejeros con sus equipos de
ayudantes y el correspondiente secretariado; la suma total debe
ser de infarto. ¿Y qué pasa con los 18 tribunales de
cuentas que tenemos que mantener, también? ¿Y que habría que
hacer con los más de 500 asesores, entre familiares y amiguetes
que tiene usted, según se sabe?
Por lo que salta la pregunta; ¿Cree que puede
ayudar su nuevo gobierno a los contribuyentes, sin cambiar
radicalmente la saqueadora estructura política que idearon los
nefastos padres de la Patria, y que todos ustedes han ido
engordando poco a poco?
Señor Presidente, usted que se deshace como un
azucarillo cuando lo ponen junto al Señor Obama, ¿por qué no
copia algo del país que él representa?
Por ejemplo, todos los representantes políticos
de los Estados Unidos, para tratar los asuntos políticos que
atañen a la nación, sólo se reúnen un mes al año, según nos
cuentan. Treinta días –supongo que repartidos entre los doce
meses del año- y que son los únicos días por los que cobran
dietas. El resto del año, no tienen sueldo del Estado alguno.
Se imagina la cantidad de vagos y maleantes;
sinvergüenzas y chupópteros de los dineros públicos, que nos
quitaríamos de encima. ¡Ande hombre! ¡Al toro! ¡Atrévase! ¡Haga
algo útil en su vida! ¡Copie con dignidad la fórmula que
ayudaría a nuestra Nación, quitándole el oneroso gasto que
supone la pléyade de tragones!
Acabe con el estercolero que habéis hecho del
Parlamento español. Así como con el innecesario Senado que Dios
confunda y las saqueadoras autonomías. Mande a todos los
sinvergüenzas y chupones a sus puñeteras casas durante once
meses al año, sin cobrar ni un perro chico. ¡Gandules! ¡Jetas!
¡Golfos!
Hasta la próxima.