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Actualizada: 23 de Mayo de 2.006.  

 
 
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  Crónica.

40 aniversario: Seguimos en combate.

Laura Vázquez.

Eran las diez de la mañana cuando entré del brazo de Jesús Iberia en el recinto, gracias a su acreditación como uno de los de Organización del acto.

Mientras se probaba el sonido, se respiraba muchísima emoción en el ambiente.

Luis Fernández-Villamea daba las últimas instrucciones.

El altar se encontraba en la parte derecha del escenario y a la izquierda, un órgano y varias sillas para el Coro de la Colegiata de San Isidro de Madrid.

Se abrieron las puertas y varias personas llevaban banderas Nacionales y de Fuerza Nueva. Incluso vi a una señora con su camisa azul y boina roja en el hombro derecho.

Cuando Blas hizo su entrada, sonó el Caral Sol. Luego los presentes lo volvieron a cantar con más fuerza que nunca.

La Sta. Misa de acción de gracias, la ofició D. Joaquín Gómez Jaubert, que fue Jefe Territorial de Fuerza Joven en las Islas Canarias.  Finalizó la homilía con un: “Viva Cristo Rey” “Arriba la España Católica”. Al grito de “Viva” y “Arriba”, unos espontáneos rompieron en aplausos.

Para terminar la celebración, D. Joaquín Gómez Jaubert, le pidió al coro que nos dejase unirnos a todos en un Salve Regina.

Hubo un descanso de aproximadamente 20 minutos y comenzó el acto público de homenaje y aniversario, mediante la entrada de la Bandera Nacional y de Fuerza Nueva, mientras sonaba el Himno Nacional, seguido de un Homenaje a todos los Caídos, en especial a los 18 de Fuerza Nueva, cuyos nombres se proyectaron sobre una pantalla.

La Duquesa de Franco se encontraba en el escenario y siguió el acto con orgullo. Supongo, por ver cuantos seguimos luchando por nuestra España, por nuestra Verdad.

Luis Fernández-Villamea fue presentando a cada invitado que dedicaron unas palabras a Dios, a España y por supuesto, a Blas Piñar.

En primer lugar, se dio las gracias y se leyeron varias líneas, de los invitados del exterior que no pudieron asistir al acto.

Seguidamente, intervino, D. Antonio Caponnetto, Director de la revista Cabildo (Argentina). Su discurso fue precioso, y me gustaría destacar cuando dijo que era aquella España, la España que todos amamos, esa España era la que los sudamericanos están enamorados pues era el máximo esplendor de lo que ellos llaman, madre Patria.

Lugo intervino, D. Mateo Algerich, hijo de fundadores de Fuerza Nueva y actualmente es el Presidente Regional de Alternativa Española en Barcelona. Nos puso de manifiesto la situación tan triste que hoy en día, reina en Cataluña. Nos indicó las mentiras que se cuentan en Cataluña, y la pena de ver a la gente que se lo cree y que no va a hemerotecas ni se informa, para contrastar las falacias de los asesinos de España. Terminó su participación en este acto, con un “¡Visca Espanya!” secundado por  un “¡¡Visca!!” de todos los presentes.

Dª María Teresa Corrochano fue la siguiente en hablar. Ella era Candidata por Fuerza Nueva al Senado en las primeras Elecciones Generales de 1977 por Toledo.  Lo que me llamó la atención fue la emoción con la que miraba a Blas y cómo Blas se fijó en ella, aquel año cuando la animó a presentarse en las elecciones del 77. Ahí se demuestra que Blas ante todo, es cercano. A pesar de que le tenemos en un pedestal, el tiene la capacidad de traerte de igual a igual.

En penúltimo lugar, habló, D. Francisco Torres Fundador de Fuerza Joven en Murcia, y actualmente Vicesecretario General y Portavoz Nacional de Alternativa Española. Su intervención fue sencilla, inteligente, irónica y veraz.

Finalmente, Luis Fernández-Villamea, dio paso a Blas y el público rompió en fortísimos aplausos y gritos de: “¡Blas Piñar!, ¡Blas Piñar!, ¡Blas Piñar!...”, “¡Caudillo, Blas Piñar!” “¡Blas, vuelve, España te necesita!”

Cuando Blas empezó su intervención, lo hizo con una pregunta: “¿Será este, mi último acto político?” Creo que fuimos muchos los que no pudimos evitar soltar lágrimas ante esta cuestión. Pero nos dijo, que aunque él falte, que sigamos luchando, que nunca nos demos por vencidos.

Blas nos expuso la situación de España con esa ironía que caracteriza a las personas inteligentes. Decidió dividir su discurso en tres partes, donde analizó detalladamente, los que han sido estos 40 años. Dice que la primera vez que habló en público, con 13 años estaba nervioso, y que estaba vez también, pero por ver a cuántos amigos había concentrado ahí. Y dijo: “no solo sois mis amigos, sois mis hermanos”. Con sus palabras, no sólo nos hizo llorar al describir el Amor a Dios y a España, si no al ver cómo el PP, ha traicionado a España (repudiando en diversas ocasiones a Franco) y a Dios (abortos, eutanasias, plataformas gays…). Durante más de una hora, Blas hizo gala de su clase y educación y no solo se dirigió a nosotros, si no a los que junto a él, compartían escenario. Es la primera vez que veo que alguien, da la espalda a un micrófono y se le sigue escuchando. Eso es fortaleza. Ese es nuestro Blas.

El acto terminó y nos dirigimos a uno de los dos salones que se escogieron para la celebración. No había “entradas” desde hacía tiempo y fueron muchos los que esperaron fuera, hasta que entraron a los postres a escuchar las intervenciones del resto de invitados, entre ellos, su yerno, el cual no habló de AES si no de la cara humana de un político que los jóvenes también queremos y admiramos con toda nuestra alma.

Le hicieron muchísimos regalos a Blas Piñar y él mismo, haciendo gala de su sentido del humor, dijo que si llega a saber eso, alquila un camión de 8 toneladas para llevarse todos los regalos.

Finalmente, firmó libros y se tomó su tiempo para atender a todos los que nos acercamos a darle las gracias. Siempre llevaré impresa en mi retina, su mirada de cariño hacia mí, sus palabras y su sonrisa.

No quiero terminar este artículo sin nombrar a la mujer de Blas Piñar, que siguió todo el acto con admiración en sus ojos, se secó alguna lagrimilla y su mirada denotaba un amor inmenso al que es su marido, pero con mayúsculas.

Para finalizar, creo que debo recordar esas palabras que Blas Piñar dijo y que se han impreso en la invitación a la comida:

“A nosotros nos ha tocado el dolor, el honor, la servidumbre y la gloria de volver a empezar”

(Blas Piñar)

Y así es.


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