INICIO

LIBRO FIRMAS

SUGERENCIAS

Actualizada: 29 de Abril de 2.006.  

 
 
Generalísimo.

 

Biografías.


Cronología.


Habla el Caudillo.


Retratos.


Fotos 1.


Fotos 2.


Especial 20N-03.


Especial 20N-04.


Especial 20N-05.


 

Franquismo.

 

Mitos.


Mentiras.


Actos 20N-03.


Actos 20N-04.


Actos 20N-05.


 


Actualidad.

 

Noticias.


Temas varios.


Artículos.


Calendario.


Opinión.


23-F.


Difusión.

 

Música.


Descargas.



Personalidades.

 

Carmen Polo de Franco


L. Carrero Blanco


José Calvo Sotelo


F. Vizcaíno Casas



  Opinión

La República anti-española. 

Andrés Orta Candal.

Después de un siglo funesto de Liberalismo extranjerizante que arrastró a España al abismo de su decadencia universal, la Monarquía Borbónica, distanciada de la antigua Tradición Española, cayó con pena y sin gloria. Ni siquiera un pelotón de Soldados se movilizó en defensa del Trono. El Rey Don Alfonso XIII, después de haber coqueteado estúpidamente con la demagogia democrática y abandonar la Corona al alcance del populacho desenfrenado, se vió obligado a abdicar y en el puerto mediterráneo de Cartagena embarcó rumbo al destierro. Mientras, los Comités Republicanos se hicieron dueños de las principales ciudades de la Nación, derribando las Flores de Lis y demás símbolos monárquicos.

La República, proclamada en los motines callejeros del infausto 14 de Abril de 1.931, nada tuvo de Española. Todo lo contrario. Fué una República de Secta, fraguada en el secretismo tenebroso del Gran Oriente de la Masonería en cumplimiento de los Protocolos Sionistas. Su primera disposición oficial, incapaz de sostener en sus garras profanadoras el peso del Patriotismo Español, fué sustituir la Gloriosa Bandera de España por el oprobioso trapo tricolor que presidió aquellos turbulentos años de horror y tragedia. Al mismo tiempo, los Jefes y Oficiales de las Fuerzas Armadas conocidos por sus Ideales Patrióticos, fueron sometidos a una estrecha vigilancia policial y algunos de ellos pasados forzosamente a la situación de Retiro.

Aquel régimen fatídico, ajeno y extraño a la Historia de España, promulgó en su fase inicial unos estatutos destructores de la Unidad Nacional Española. Con ellos, la Nación fué fragmentada en autonomías desintegradoras donde se incubaron los separatismos vasco y catalán, soslayando que tanto Cataluña como Vasconia son Regiones entrañablemente implícitas en la España Unida que forjaron aquellos ejemplares Reyes que se llamaron Isabel y Fernando.

Con furor talmudista, la República de la Escuadra y el Compás desató una feroz persecución contra la Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo que fué acompañada de saqueos e incendios de Parroquias y Conventos y hasta de Escuelas y Hospitales dependientes de las beneméritas y caritativas Ordenes Religiosas consagradas a la enseñanza y a la salud. Hasta las sepulturas de los Cementerios fueron atrozmente profanadas en rituales de odio tribal característicos de la Sinagoga de Satanás. Los Crucifijos fueron arrancados, escupidos, destrozados y quemados. Las veneradas Imágenes de la Virgen y de los Santos fueron objeto de actos obscenos y bestiales. Los Ornamentos Sagrados (custodias, cálices, casullas) fueron utilizados en bufas parodias por la chusma endemoniada. En medio de aquella vesania iconoclasta y sacrílega alentada por el Sanhedrín Oculto, el sátrapa homosexual Manuel Azaña — obediente lacayo de las Logias — se atrevió a blasfemar diabólicamente desde la Presidencia de aquel sedicente Gobierno: "España ha dejado de ser Católica", gritó en el Parlamento el infame masón, recibiendo el aplauso entusiasta de la canalla soez, siempre dispuesta a destruir las Señas de Identidad del Pueblo Español.

Aquella consigna falaz lanzada por el sodomita enmandilado de monstruosa fealdad física y moral, sirvió para excitar los instintos homicidas de las embrutecidas turbas de la UGT, PSOE, CNT, FAI, JSU, PCE, UHP, POUM y demás siglas de la Nomenklatura del Terror. Con el estallido de la Guerra, más de 13.000 Sacerdotes, Frailes y Monjas y 7 Obispos fueron inmolados, como Mártires de la Fé, en el ara sangriento del Moloch Revolucionario después de haber sido atrozmente torturados y mutilados en las numerosas Chekas que existieron en la España cautiva y dolorida.

Desórdenes, anarquía, huelgas, sabotajes, atentados. Ese es el tétrico balance del primer Bienio Izquierdista que dió paso al Bienio estéril y frustrante, en el cual un claudicante Gobierno de Centro-Derecha perdió la oportunidad histórica de aplastar al Comunismo para siempre. En vez de ejecutar esa misión justiciera que la España decente y honrada reclamaba a viva voz, aquella coalición gubernamental del Partido Radical (Alejandro Lerroux) y la CEDA (José María Gil Robles), concede un cobarde indulto a los cabecillas de la asonada bolchevique que en Octubre de 1.934 dejó en Asturias un rastro de sangre, fuego y destrucción. Aquella lenidad trocó la Toga de la Justicia en un andrajo de traición y desvergüenza.

Llegamos al mes de Febrero de 1.936. Preside el Consejo de Ministros el masón grado 33 Manuel Portela Valladares, quien convoca a las urnas en la plena seguridad de que unos comicios amañados por el Hampa Tripunte darán el triunfo a sus hermanos sectarios, otra vez encabezados por la figura repulsiva del verrugoso invertido Manuel Azaña, servil instrumento del Judaísmo Internacional.

Así, en medio de unas fraudulentas elecciones en las que se impuso el pistolerismo de la milicia socialista conocida como "La Motorizada" , la fatídica República Masónica se desplaza violentamente hacia la extrema izquierda, entregando el Poder a la criminalidad organizada en el Frente Popular, engendro sanguinario de Moscú. Ese fué el trágico resultado del fraude electoral tramado y orquestado por el judío rapaz Indalecio Prieto, el mismo forajido y malhechor que en fechas posteriores, ya en plena conflagración bélica, dirigió personalmente el atraco impune al Banco de España, cuyo oro, allí depositado, fué enviado al genocida Iosif Stalin (David Koschba, su verdadero nombre judaico) en Rusia y al bandolero comunistoide Lázaro Cárdenas en México.

La catástrofe se vislumbra. España comienza a vivir una lúgubre etapa de opresión. Bajo la férula tiránica y criminal del Frente Popular se desata una campaña disolvente contra la Familia y el Matrimonio, arrebatando a los padres la patria-potestad de sus hijos que son entregados a las ateas y socializantes Guarderías Infantiles de la República. Se inician los asaltos a la Propiedad Privada con la imposición gangsteril del "Impuesto Revolucionario" a patrones y empresarios y con la ocupación armada de las Fincas de Cultivo y Ganado que mediante una ley de despojo y robo conocida como "Reforma Agraria" son sometidas a la colectivización totalitaria de los Koljoks rusos. Los obreros libres, que no están afiliados a los sindicatos marxistas, son asesinados premeditadamente. Y todos los periódicos de la Oposición son silenciados con la mordaza de la censura gubernativa o con el cierre policiaco.

La maldita Revolución Mundial ponía en marcha su infernal maquinaria terrorista. Los comisarios judíos del Komintern bucean en los albañales sociales del Orbe, reclutando asesinos, ladrones y drogadictos para engrosar, con esa crapulosa infrahumanidad, las hordas internacionales, pomposamente llamadas "Brigadas" por la ponzoñosa propaganda comunista, de la cual se hacían eco las degeneradas y corruptas democracias liberales.

Consignamos con profundo dolor que de nuestra querida Isla de Cuba - tan saturada siempre de nocivo izquierdismo pseudo-intelectual - también salió una gavilla de delincuentes de la peor calaña hacia las trincheras ibéricas de la Hoz y el Martillo.

En la aciaga madrugada del 13 de Julio de 1.936, poniendo en práctica los métodos criminales importados de la Lubyanka, un grupo de sicarios policiales de la República, adscritos a la célula marxista que opera en el madrileño Cuartel de Pontejos, secuestran de su domicilio y asesinan de dos tiros en la nuca al insigne Jefe y Líder del Bloque Nacional , Excelentísimo y Honorable Señor Don José Calvo Sotelo, espejo de Caballero y Patriota. Su ensangrentado cadáver es abandonado por los verdugos junto a las tapias del Cementerio de la Almudena. Madrid entero despertó espantado ante el vil y alevoso Crimen de Estado que estremeció a toda Europa. El asesinato del ilustre Tribuno, Heraldo de la Derecha y del Derecho, había sido anunciado con antelación en aquél espúreo y malquisto Parlamento por otro perverso masón, el siniestro Santiago Casares Quiroga y por aquella arpía amaestrada del Soviet conocida como "La Pasionaria". La sangre noble y generosa del Prócer señaló el único y definitivo camino para el Rescate de España : el Camino de las Armas.

Fué entonces cuando se dió en Melilla la consigna salvadora : "el 17, a las 17 ". Y el 17 de Julio de 1.936, a las 17 horas, las Tropas Militares de Melilla se sublevaron contra la tiranía soviética del Frente Popular. Al día siguiente, 18 de Julio, el Alzamiento se hizo Nacional. Junto a los emblemas del Ejército — en hermandad patriótica — las insignias de los Voluntarios Civiles Anticomunistas. Estalló en toda España la Cruzada de Liberación que tres años después, el 1 de Abril de 1.939, fué coronada con los Laureles de la Victoria.

La Civilización Occidental se salvó así de la Barbarie Roja gracias a la limpia espada legionaria del Invicto Generalísimo Franco. Y gracias a su Caudillaje, la España redimida conoció una fecunda Era de Paz, Orden, Progreso, Bienestar, Trabajo, Justicia y Libertad.


INICIO


 

© Generalísimo Francisco Franco. Noviembre 2.003 - 2.006. - España -

E-mail: generalisimoffranco@hotmail.com