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Por
la vida.
Iván Santa Cruz.
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Miguel Delibes, miembro de la Real Academia,
escribía sobre el contraste entre el progresismo que defendía al débil,
al obrero o al emigrante pero veía como "derecho" el
eliminar embriones o abortar. Seguimos igual, no, aún peor. Ahora
son 85.000 bebés no-nacidos anuales a los que no se les concede el
derecho más elemental de todos, la vida. Todo un genocidio con
aprobación gubernamental.
Los mismos que se manifiestan contra la guerra,
aprueban leyes para proteger animales, bosques y plantas, son los
primeros en defender a capa y espada
el aborto.
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Recordemos que desde la misma fecundación
existe un ser humano nuevo, con caracteres genéticos propios únicos
e irrepetibles. La vida humana, actualmente, está más desprotegida
que nunca en países dónde se les llena la boca hablando de
derechos y democracia. Paradojas de éste mundo.
A qué espera éste Gobierno para fomentar la
vida y no subvencionar la muerte mediante el aborto.
Jesucristo, Dios Trinitario y dueño de la
vida, junto a Santa María, la Virgen madre de los niños abortados
nos protejan y bendigan.
Felices pascuas de Resurrección.
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Generalísimo.
