La situación a la que están llevando los políticos,
de todas las tendencias, a España es auténticamente bochornosa. Ya
no se puede caer más bajo. Poco importan, hoy en día, Dios o la
Patria. Poco importan nociones antes fundamentales, como Servicio y
Sacrificio. Parece que lo único que importa es llenarse los
bolsillos cada vez más, subir los impuestos y, a la vez, los
sueldazos de los que se autodenominan “representantes” del
españolito de a pie.
Los
valores espirituales están desterrados de esta sociedad por unos
profesionales de la política que no tienen escrúpulos y que gracias
a la casi totalidad de los medios de comunicación a su servicio, han
anestesiado al pueblo español, a ese mismo pueblo que era, en otras
épocas mejores, valiente, osado e inengañable.
Da
lo mismo votar izquierda que derecha, centro que periferia: son
todos iguales. Han formado un nuevo Frente Popular en el que está
incrustado el también “popular” PP, que no para de ofender y
agraviar a sus propios padres y abuelos con actitudes más cercanas a
la radicalidad roja que a un partido coherente con sus votantes. La
corrupción de todo tipo campea a sus anchas. El día que salga a la
luz se va a armar la de San Quintín.
Parece que no hay esperanza para esta desangelada España. Todas sus
instituciones trabajan en sentido contrario al propio ser de nuestra
Patria: se hace apostasía religiosa, política e histórica. Unos y
otros reniegan del pasado, de los símbolos históricos, de todo lo
habido y por haber: se prohíbe la Bandera en actos en los que
debería estar en primer lugar, se niega el Crucifijo en lugares
donde debería presidir… se prohíbe, se niega más que nunca en la
Historia, y se realiza una apostasía continua y degradante.
Dicen que de la Historia se aprende. Estos energúmenos llenos de
odio, de rencor de egoísmo, llenos de poder y dinero, algún día
tendrán que dar cuentas de sus fechorías, de sus cobardías, de sus
entreguismos y de sus vilezas. Y lo tendrán que hacer en esta vida y
en la otra, aunque ahora se carcajeen de todo y de todos. Nadie
escapará a la verdadera Justicia.
Por
supuesto que existen algunos buenos patriotas que, desde distintas y
variadas trincheras, siguen luchando por el Ideal Eterno. Patriotas
que son perseguidos, multados y hasta encarcelados, en silencio, eso
sí, para que no se entere nadie, gracias a la peor censura que puede
existir: la censura de la hipocresía. Debemos ayudar a estas
personas en todo lo que podamos, ya que son, en estos tiempos de
traición, cobardía y entreguismo, los únicos que mantienen viva la
llama que un día tendrá que purificar con su fuerza a toda la basura
inmunda que se ha apoderado de la Patria.
Está escrito: la Verdad y la Justicia vencerán. Aprestémonos todos a
situarnos en sus filas. Es el único camino recto, el de la cuesta
arriba, como manifestaba José Antonio. Ya hubo épocas históricas de
decadencia y degeneración parecidas a la actual. Y siempre España
las superó, las venció y las arrojó al abismo de los condenados. Que
Dios nos ilumine y nos ayude. Falta nos va a hacer. |
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