Por
Leticia, 27 de Abril de 2007.
Buenas tardes, queridos amigos:
En primer lugar quisiera dar las gracias en nombre de todos los miembros
de la Asociación Cultural Primavera- Fémina Fidelis Hispania a
todos los que nos estáis
acompañando en esta tarde tan importante para la Asociación como
es la de su presentación.
Gracias tanto a los que sois de Madrid como a los que habéis venido de
fuera, haciendo un esfuerzo por desplazaros, así como a las
personalidades que han acudido para mostrarnos su apoyo y amistad. Tampoco
nos podemos olvidar de dar las gracias a todos aquellos camaradas
que han hecho posible esta presentación y la propia asociación en
sí, en suma a los auténticos hermanos de armas que velan junto a
nuestros afanes.
La Asociación Cultural Primavera-“Fémina Fidelis Hispania”, surgió
con la idea de devolver a la mujer su papel fundamental en la lucha
constante contra un sistema, que lejos de ayudar a equiparar los
derechos entre ambos sexos, los desequilibra en mayor medida. Un falso espíritu de progreso ha llevado a
“colocar” a la mujer como si fuera un porcentaje de los puestos
de responsabilidad en la Sociedad. Nos negamos a ello, del mismo
modo que nos negamos a vernos reducidas a ser un bien de consumo,
exhibido impúdicamente en el frívolo escaparate que es la televisión.
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Es ésta, pues, una asociación que pretende dar cabida a todos los
hombres y mujeres jóvenes, de cuerpo y de espíritu, preocupados
por la situación de España y de la mujer en la sociedad actual,
con los problemas actuales.
¿Y qué queremos entonces para nuestra lucha? La respuesta
radica en armar a la mujer para liberar su espíritu; en hacer que
recobre su autenticidad como guardiana de la historia y de los
nobles valores fundamentales que hasta hace poco constituían los
pilares de nuestra Patria. Tenemos infinidad de ejemplos a lo largo de la Historia sobre
cómo las mujeres aportan mucho más que una mera mitad al género
humano. En España, además, aparecen claros ejemplos de mujeres
para la memoria colectiva, pero para la Memoria real, la que no
amputa realidades al antojo de nadie, la que no secuestra la Verdad
en pos de la propaganda y las conveniencias oficiales, la que no
manipula los sucesos históricos con afán electoralista, en fin, la
contraria a esta Desmemoria Histórica que nos quieren vender.
Hay muchos ejemplos, en todos los países, en todos los tiempos, pero
nosotras tenemos como uno de los más cercanos espejos la labor que
realizó la Sección Femenina, representación de la verdadera
identidad de nuestra condición de mujeres: feminidad, que no
feminismo, que se nos antoja estéril y lejano.
En internet y en diversos medios progres, y no tan progres, no dudan en
despreciar su labor describiéndoles como una institución cuyo único
fin era educar a la mujer en el servicio a su marido ¿Qué hay de
las afiliadas que ponían su vida en juego para extender el ideario
nacional-sindicalista? ¿Y las que ocultaban las armas para que éstos
pudiesen defenderse? ¿Y de las que aguantaron insultos,
encarcelamientos, acusaciones, interrogatorios…? Desde luego no se
parecen en nada a las mujeres tontas y encerradas en casa que nos quieren
describir hoy en día.
En momentos como los presentes en los que se pretende menospreciar el
trabajo de aquellas valerosas mujeres, debemos ser nosotros, quienes
conservamos su recuerdo en nuestros corazones, los que
alcemos la voz y proclamemos sus grandes obras, no superadas y pocas
veces suficientemente valoradas.
Buscamos así nuestras “fuentes de agua viva” en una singladura histórica
cercana, mas sin desdeñar otras muchas reciedumbres, de mujeres que
nos marcaron una senda, áspera, difícil, fría, pero hermosa y
regada de rosas, justo detrás de cada espina que alfombrase su
camino y el nuestro. Todo
esto hace que no podamos
olvidar la labor de tantas y tan grandes mujeres de nuestra historia
como Isabel la Católica, Catalina de Erauso, Agustina de Aragón,
Sor Juana Inés de la Cruz, Mercedes Fórmica, y las miles de
mujeres anónimas que tanto hicieron por su patria y que hoy han
caido injustamente en el olvido.
Parafraseando a José Antonio: “Hay que rodear cada vez de mayor
dignidad humana y social a las funciones femeninas”. Es la mujer, a menudo, la que enseñaba a nuestros niños
las primeras palabras, y con ellas, las primeras oraciones que
tantos españoles han tenido en el corazón y en sus labios en los
momentos graves, hasta el último suspiro de sus vidas. La
identidad, no en vano, tiene nombre de mujer.
Creemos además que los valores eternos y tradicionales de España están
arrinconados y en grave peligro de extinción. Por eso somos necesarias nosotras, como todas las
personas con inquietudes y que quieran ser portadores de estos
valores, hoy día expulsados inmisericordemente de la sociedad
materialista y egoísta que nos ha tocado vivir.
Como dijera el
último Caudillo: “Hay que dar a la Patria cuanto se tiene, y no
se lo da quien guarda reservas mentales, quien se aparta de su
servicio”.
A lo largo de la historia de España ha habido momentos buenos y malos y
en todos ellos nunca han faltado españoles dispuestos a luchar por
sus valores, por su pasado, su presente y ante todo su futuro. El envite queda hecho, sobre la mesa y para las
conciencias de los presentes y ausentes. Doy
–damos- un clarinazo sereno y no estridente ante los
entendimientos de todos. Ahora
nos toca a nosotros, todos somos en este punto más necesarios que
nunca y es nuestro deber no traicionar ni a los que vinieron ni a
los que vendrán.
El camino para llegar hasta aquí no ha sido fácil,
somos “políticamente incorrectas” y como tal no somos
bienvenidas por el sistema. Varios
han sido los problemas
que hemos tenido hasta lograr la legalización, pero al fin lo
conseguimos gracias a la inestimable ayuda de varios camaradas, a
los que de nuevo queremos agradecer su apoyo. Como
siempre, los problemas no han venido solo del exterior, pero esto no
es lo importante, lo importante es que aquí estamos y, sobre todo,
que aquí seguiremos.
Estamos progresando e intentando darnos a
conocer lo más posible, por ello acabamos de crearnos una página
web de nuevo apoyadas por amigos y camaradas que por desgracia hoy
no han podido acompañarnos.
Por último quiero agradecer, de nuevo, en nombre de la Asociación
Cultural Primavera- Fémina Fidelis Hispania vuestra asistencia y
apoyo en este día de nuestra puesta en marcha en este camino que
con ilusión empezamos y que esperamos seguir por mucho tiempo, que
sabemos no va a ser fácil, pero estamos seguras de que con ayuda de
Dios, de vosotros y de nuestro tesón conseguiremos superar todas
las trabas que nos pongan a nuestro paso.
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