Otra
vez el Franquismo y la Iglesia.
Condottiere.
Un amigo mío volvía a aludir, hace poco, a la cuestión del
franquismo y la Iglesia: en concreto, al daño que a la Iglesia le
habría causado su identificación con el régimen, de cara a su
estimación por otras fuerzas políticas. Tal vez eso podría
sostenerse hacia 1960. Hoy no. Menos que nunca en el año de gracia
de 2006, con el zapaterismo en el poder. Si es cierto que la cuestión
religiosa en España se ha visto envenenada por la política durante
siglos, puede decirse que por parte de la Iglesia eso ha terminado
hace tiempo. No así por parte del socialismo, que sigue enquistado
en las posiciones de los años 30, suavizadas, de momento, en cuanto
a las formas.
|
|
La Iglesia española
lleva cuarenta años profesando, a veces se diría que genuflexa y
brazos en cruz, su no franquismo y su acatamiento a la democracia.
Cabría esperar de la izquierda actitudes a lo Marcello Pera,
reconociendo lo que el cristianismo ha aportado a Europa. Pero sólo
han cambiado los fusiles y las antorchas por el desplante, el acoso
legal y la burla.
Y cuando hablo de la
Iglesia no me refiero sólo a la jerarquía, sino a políticos,
periodistas e intelectuales que no pierden ocasión de desmarcarse
de Franco cuando hay que criticar a la izquierda, no vayan a pensar
que... Cuando escribo esto, un locutor de la COPE criticaba al
presidente del gobierno por haber adelantado un viaje oficial a
Finlandia para hacer turismo. La cosa, dijo, recordaba “a la España
de los años 60 y 70 y a las películas de Paco Martínez Soria”.
Perplejidad.
Desconozco casos de
ministros franquistas que hicieran lo propio. En todo caso, ignoro
el motivo por el cual hay que suponer que, haga lo que haga un
gobierno socialista, en el franquismo era peor. La actitud de
Zapatero recuerda, antes y sobre todo, a la España de 2006. Y no
hay por qué salvarles los muebles comprometiendo a un franquismo al
que, en efecto, la Iglesia prestó apoyo más que nada porque en el
otro lado, en el socialista, les saludaban con plomo.
La vinculación con
el franquismo fue circunstancial. Lo que realmente inficiona la
cuestión religiosa en España es la identificación de la
democracia con el laicismo, que la izquierda y parte de la derecha
parecen incapaces de superar.
INICIO
|