El
error de Suárez.
Miguel Ángel.
Hace
ya bastantes años, unos treinta más o menos, que la clase política
de entonces pretendía contentar a las izquierdas derrotadas en la
guerra del 36: UN ERROR.
Los
políticos de la transición, querían que la izquierda participase
en la política nacional, al igual que sucedía en otros países de
Europa. Pero la izquierda española era y sigue siendo un grupo de perdedores
resentidos, un grupo de fuerzas antisistema, que solo
piensan en destruir el orden establecido sin ofrecer alternativas
viables para todos.
Este
fue el error de Suárez y otros: intentar contentar a quien nunca
se va a contentar. A las vistas está. Puede que incluso lo
hiciesen de buena fe, pero el resultado ha sido nefasto. Llegó el
genocida de Paracuellos del Jarama con todo su séquito, negando
además su implicación en aquellas matanzas masivas.
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Hemos
pagado caro este error. Llegan las autonomías, comienza la
destrucción de España. Acto seguido se empieza a descalificar a
Franco; un hombre que se comportó como un padre para con los españoles,
dejaba de ser el Caudillo o el Generalísimo para convertirse de
golpe y porrazo en el Dictador, asesino y todo lo que los perdedores
resentidos se imaginaban. Y como la propaganda izquierdista (falsa
sin lugar a dudas) ha sido siempre muy eficaz, es la imagen que
mayoritariamente ha quedado del Caudillo. Un hecho que la clase política
no debería haber permitido, ya que todos entonces debían mucho a
Franco. En la propaganda, en eso fue en lo único en que sus
enemigos supieron superar al Caudillo, y es que la Verdad, duele, la
mentira si agrada es muy bien recibida.
Hoy
en día después de quitar todo vestigio del Caudillo, aun no se han
contentado, se esmeran en presentarlo como un genocida, cuando
tienen entre sus filas a Carrillo, peculiar doctor Honoris Causa,
supongo que este título sería también otro intento de contentar a los “incontentables”.
Esta
gentuza no quieren ni han querido nunca reconciliarse. No aceptaron
(ni aceptan) el Valle de los Caídos como monumento a la
reconciliación. Sólo quieren imponer su visión de la vida.
Retiran placas, estatuas e incluso cruces porque recuerdan al
franquismo, como colofón de estos actos prohibir el anuncio de la
lotería porque al ser en blanco y negro recuerda el Franquismo;
mientras que por el contrario respetan cuando no levantan símbolos
a personajes izquierdistas. Se dedican a desenterrar, pero no a
todos, sólo a los que les interesan, no sé yo si desenterrar con
fines políticos no sería una profanación...
Si
es que no paran, no hay manera de que estén contentos, yo creo que
nunca lo estarán, porque para estar contento hay que tener el espíritu
y la conciencia tranquilos. Pienso que es lo que les falta, volver
al buen camino, al de Cristo, al que también intentaron fusilar y
en estos días han retirado una estatua. Pero de momento no parece
que tengan intención.
Ahora
se ve claro el error de Suárez. No nos trajo democracia, sino
demagogia, que fue un error el intentar contentar a la izquierda.
Personalmente pienso que nunca debería haberse intentado, ha sido
la mayor traición a Franco, quien ya lo advirtió en su testamento,
“no olvidéis que los enemigos de España y de la civilización
Cristiana están alerta”.
Y tuvo razón.
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