Ignoraba que ETA hubiese
declarado una "tregua". Al leer con más detenimiento la
noticia, con perdón, pero he tenido que ir urgentemente al cuarto
de baño, porque me han entrado nauseas y vómitos, provocados por
tanta "bajeza moral" y "cobardía".
Que el anuncio se haya hecho
en vísperas de las elecciones gallegas y en pleno jornada de
reflexión es más que sospechoso. Sobre todo teniendo en cuenta,
además , su coincidencia en el tiempo con la exitosa
manifestación del 18J en defensa de la familia, el matrimonio
y el derecho de la infancia a tener un padre y una madre.
Parece que los "buenos
oficios" de Pérez y Rodríguez han conseguido que ETA no vaya
a matar a políticos electos. Los restantes ciudadanos, civiles y
militares, son objetivos potenciales. Pero claro, eso al Gobierno y
sus socios, que les importa.
Han logrado su objetivo,
"salvar sus cuellos" y no hacen más que repetir los
"lugares comunes" de siempre. Los más de mil asesinados y
los miles de heridos causados por ETA son de nuevo masacrados por la
banda asesina, con el aparente "apoyo moral" de la
imprudente y cobarde política negociadora emprendida por zETAp,
bajo la mirada complacida y ensimismada de la mayoría de las
fuerzas parlamentarias. Francamente, no dan más que asco.
Todo parece formar parte de la
estrategia miserable y cobarde del Gobierno de la Nación con
ETA, a cambio de una paz indigna, que suponga la desmenbración de
nuestra España.
Pero al final tendremos
indignidad que no paz - como no sea la de los cementerios
- porque ETA seguirá matando, ya que ni saben ni quieren hacer otra
cosa. El nacionalismo separatista - del tipo que sea - es
insaciable.