ALGO
HUELE A PODRIDO EN EL REINO DE ESPAÑA
Por José
Luis Muñoz.
Emulando la frase de Hamlet,
es lo que podría decirse con relación a dos noticias recientemente
publicadas.
La primera, hace referencia
a las declaraciones de Conde Pumpido, relativas a la investigación
del origen de los fondos y del aval bancario, que se aportaron para el
pago de la fianza de 400.000 euros, y en base a lo cual
Otegui fue puesto en libertad. Con el respeto debido pero no es
correcto mirar para otro lado, no sea que se incomode "el
interlocutor", ese que preguntó por el Fiscal General cuando se
encontraba en presencia del Juez Instructor.
Uno tenía entendido que la
defensa de la Legalidad, es una de las obligaciones de la Fiscalía en
la instrucción de los sumarios, lo que implica mantener una
actitud dinámica, para proporcionar al Juez datos para la
investigación y que en base a ello, incluso tiene una serie de prerrogativas.
Se ve que con la nueva orientación de la Fiscalía General, la labor
de investigación y de actuar corresponde exclusivamente al Juez. El
Ministerio Público va de mero comparsa.
Otra milonga, otra tomadura de
pelo de Conde Pumpido y ya van unas cuantas. Su capacidad de subordinación
al Ejecutivo no parece tener límite. Triste papelón el que se otorga
a una institución tan respetable e integrada por tan dignos y
preparados profesionales
La segunda es aún más grave.
Afirma el mundo en su editorial del día 31 de Mayo, que la Policía
pudo impedir el 11M. Espeluznante y repugnante, entre otros muchos
calificativos que se pueden emplear. Gracias a sus investigaciones,
los españoles vamos conociendo la verdad de la cobarde masacre.
Lo cierto es que el asunto está
tomando unos derroteros que hacen necesario que inmediatamente se
empiecen a depurar las presuntas responsabilidades, tanto políticas
como penales, que sean exigibles, caiga quien caiga.
Y lo sorprendente es que no pasa
nada. Huarte desaparece, el Juez Garzón por si acaso se ha ido
una larga temporada a Nueva York, la Comisión Parlamentaria cierra en
falso la investigación, el Ministro del Interior "desaparecido
en combate", la Fiscalía General mirando para otro sitio y el
Juez Instructor ¡ay el Juez Instructor!, viajando en tren con la
Fiscal y usando el cronómetro. No sigo porque lo que pienso es muy
fuerte y me puede traer serios perjuicios. La libertad de expresión
al parecer sólo se respeta cuando por ejemplo, el energúmeno de
Otegui insulta gravemente al Rey.
Zapatero dimite, España no te
admite.
02 de Junio de 2.005.-