Majestad:
Un compañero
Legionario me ha contado unos recuerdos, de los que entresaco, lo
que leerá, por venir a cuento del último escrito que remití a Su
Majestad -16-10-2009-, respecto al trato vejatorio que esta dando a
la Gloriosa Legión Española, la ministra de Defensa que nos endosó
el bucéfalo e inepto Presidente del Gobierno actual; al que
soportamos como si de un castigo satánico se tratara. Dice así:
Acabamos de salir
del mes de Septiembre; mes que es para la LEGIÓN ESPAÑOLA lo
mismo que el mes de Mayo para la Religión Católica. Para estos es el
mes de María, el mes de las flores…
PARA LOS
LEGIONARIOS ES EL MES EN QUE SE FUNDÓ ESTE GLORIOSO CUERPO, QUE FUE,
ES Y SERÁ SANTO Y SEÑA DE LA INFANTERÍA ESPAÑOLA.
Siendo una de sus
principales características el desfile -a una velocidad de ciento
noventa pasos por minuto-; cuya perfección se alcanza tras
muchísimas horas de entrenamiento, para que el braceo sea airoso; su
pecho vaya anunciando su caballerosidad; que su arma esté colocada
como si formara parte de su propia persona; la cabeza levantada
mirando al Cielo, por ser el sitio de donde puede alcanzar el
perdón.
Sin olvidar que lo
más importante es que ha de lograr ser el mejor de todos: saltar;
correr, lanzarse en paracaídas; conducir cualquier clase de vehículo
-tanto terrestre como marítimo- y utilizar cualquier arma obteniendo
de ella el máximo rendimiento y una excelente puntería.
Físicamente tiene
una preparación perfecta, en lo que a moral se refiere, como son:
estar dispuesto a defender al Compañero; a sus Jefes; a los débiles;
a los desamparados; a las mujeres y a los niños; debe de tener
complejo de un autentico Caballero y demostrarlo en todo momento.
Y después de todas
estas cualidades debe de cumplir a rajatabla el sagrado Credo
Legionario. Solamente una Unidad en el Mundo tuvo un código
similar; fueron los Samurais Japoneses, murieron todos como
Kamikaces en la II Guerra Mundial.
Podían haberse
llamado leyes, normas o cualquier otro calificativo, pero no;
nuestros Fundadores D. José Millán Astray y Terreros y D. Francisco
Franco Bahamonde, quisieron que se llamara Credo, porque Credo
quiere decir creer, sacrificarse por aquello que creemos grandioso o
divino.
Sus apartados,
igualmente, podrían haberse llamado artículos, mandamientos o
cualquier otra cosa, pero no, los mismos Fundadores quisieron
llamarlos Espíritus. Este Credo consta de diez Espíritus y dos
complementos; estos últimos son: La Bandera de la Legión y todos los
hombres Legionarios son bravos.
El primero porque
cuando no tenían Bandera soñaban con tenerla y hacerla invencible y
el segundo fue para hacer una comparación entre los miles de
extranjeros que formaron en las filas de la GLORIOSA LEGIÓN
ESPAÑOLA.
AL LEGIONARIO
EXTRANJERO
A todos ellos, que
un día vistieron el honroso Uniforme de la Legión estén donde estén,
vivos o muertos que Dios les bendiga, nuestra Canción así los
recuerda. |
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Los que en España no habéis nacido
y sangre y vida dais en su honor
hijos de España sois predilectos
que habéis ganado su excelso amor.
Veinte de
Septiembre del año mil novecientos veinte, comienza en Ceuta uno de
los capítulos mas importante de la Historia de España del Siglo XX.
Un grupo de Jefes y Oficiales especialistas en temas de África,
buenos conocedores del terreno y capitaneados por uno de los últimos
héroes de las Guerras Coloniales, valiente, místico, eficaz, poeta,
soñador, gallego; en fin, el único que podía crear una Unidad ágil y
maniobrera resistente al clima, a la escasez de agua, a la falta de
lo mas elemental para sobrevivir y al mismo tiempo disciplinados,
valientes y patriotas.
Misión imposible pero
interesante, lo fácil lo hace cualquiera, había que reclutar hombres
y no importaba que fueran españoles o extranjeros. Así empieza la
leyenda, aristócratas, médicos, arquitectos, toreros, artistas,
pistoleros, anarquistas, limpiabotas, desertores de otros Ejércitos,
cuyo fin era vencer o morir, no importaba quienes eran, como se
llamaban, ni cuales eran sus ideales. Con este material se fundó la
Legión.
A los dos años era la Unidad con
mas hechos de armas, con mas condecoraciones y con mas muertos en el
Campo de Batalla.
A los siete años
había pacificado Marruecos. Había empleado por primera vez en el
Mundo los Carros de Combate, las Alambradas, los Campos de Minas,
los Lanzallamas y el primer desembarco de la historia Alhucemas.
Hoy, ochenta y nueve años
después sigue siendo la mejor Unidad del Mundo en el ataque. Sus
diez mil muertos, sus veintidós Laureadas de San Fernando
individuales ganadas en combate así lo atestiguan, pero también es
la mejor Unidad pacificadora: el Salvador, Bosnia, Mostar, Albania,
Sarajevo, Kosovo, Macedonia y otras así lo rubrican.
Por ser la mejor
Infantería del Mundo, también es la Universidad del Ejercito Español
y el Arca Sagrada donde España guarda sus mejores galas para
lucirlas en el momento oportuno.
HONOR A LOS HÉROES
“Quien por su PATRIA pierde la vida
No
podrá jamás perder
El
soberano placer
de
darla por bien perdida”
Como tantas y
tantas veces, el Acuartelamiento Legionario de García Aldave fue
meta de infinidad de personas ávidas de aplaudir y contemplar una
vez más, o por primera vez, el paso alegre de la Legión. No todos
los días se tiene la ocasión de poder aplaudir y emocionarse con tan
gran espectáculo.
Los Legionarios
nunca ansían protagonismo, sin embargo atendían a los invitados con
esa Caballerosidad propia de ellos; el Espíritu Castrense, la
Patria, el Rey, la Constitución son el mandato de cada minuto y la
meta de cada segundo.
Día grande el de
ayer, en la Posición “A” los Jefes, Oficiales, Suboficiales y Tropa
pertenecientes a la XIII Bandera Independiente de la Legión se
reúnen por primera vez después de la disolución de la misma
bastantes años atrás.
Al frente de estos
héroes se encuentra nuestro Teniente Coronel el Excmo., Sr. D.
Ricardo Rivas Nadal -hoy General Gobernador de la Plaza de Ceuta-.
Todo parecía igual: las mismas caras, las mismas miradas, el mismo
estilo, quizá el único cambio fueran los distintos uniformes de
aquellos que por imperativo del servicio tuvieron que pasar a
prestar sus servicios a otras Unidades; otros de paisano porque la
edad los había apartado de la Milicia, pero todos con el Espíritu de
los Caballeros que pusieron el romántico titulo en su escudo de los
NOVIOS DE LA MUERTE.
Llegaron a Ceuta
desde todos los puntos de la geografía Española. Al grito de “A MI
LA LEGIÓN“acudieron como un solo hombre, estaban los bravos pero
faltaban los mejores, faltaba el Brigada Fabrique, el Legionario
Maderal y faltaban los treinta y siete compañeros caídos por España
aquella tarde de gloria en las arenas de Edchera.
No hacía muchos
días que una Unidad de la Legión había llegado de Galdacano tras
recuperar de la Ría la Estatua de Maderal Oleada, que los perros de
ETA habían querido destruir sin saber que cuantas mas mutilaciones
tenga esa estatua, más se engrandece en el corazón de los
Legionarios.
Hoy ese tesoro esta
custodiado por sus hermanos en un Campamento de la Legión. Patio de
Armas de García Aldave.
La Legión en
posición de firmes. Preside el acto nuestro Jefe acompañado por
todos los supervivientes de la XIII Bandera. El Capellán oficia la
Santa Misa, rezamos por nuestros muertos, finalmente Silencio
-hasta el aire se ha parado-, hay un no se que, en los corazones de
aquellos valientes.
Mientas tanto… ¿qué
pasaba por las mentes de aquellos Jefes, Oficiales, Suboficiales y
clases de Tropa que formaron la XIII Bandera Independiente de La
Legión? Algunos de ellos acompañaron al Comandante General a
depositar una Corona de laurel en homenaje a los caídos. Están
firmes y están emocionados. Están aquí en García Aldave y están en
Sidi Ifni, con el Espíritu y con el pensamiento, pero la realidad es
que están en Ceuta, siempre madre acogedora y Cuna de la Legión.
El Teniente Coronel
Jefe accidental del Tercio Duque de Alba se dirigió a las Tropas
diciendo así: “Estáis formados como tantos sábados anteriores para
rendir una vez más culto a nuestros muertos. Hoy por circunstancia
especial, hemos de fijar nuestros recuerdos en los héroes de la XIII
Bandera, ya que la mayor parte de los que quedan de ella se han
reunido con nosotros en este Acuartelamiento por iniciativa del que
fue su Jefe, Excmo. Sr. D. Ricardo Rivas Nadal, que ahora vuelve a
mandarnos después de haber sido nuestro Coronel y Jefe de la V
Bandera y hoy nuestro Comandante General.
Caballeros
Legionarios, ha de ser un ejemplo imborrable para nosotros el
comprobar que un grupo de Legionarios están aquí, ávidos de Legión
recordando a su Bandera “General Mola“, la célebre Bandera
Independiente de Ifni. Recordándola en las fibras más sensibles de
sus corazones, al vernos luciendo la camisa verde que tantas veces
empaparon con su sudor y su sangre. Caballeros Legionarios con el
gorro en la mano izquierda y el brazo en alto gritar conmigo: ¡Viva
en nosotros el recuerdo de la XIII Bandera!”.
Habla ahora el
Comandante General de Ceuta, recuerda a la Bandera, a la que evoca
con emotivas palabras, hace un relato de la heroicidad del
Legionario Laureado Maderal, recuerda lo ocurrido con el Monumento y
entrega al Jefe Accidental del Tercio una fotografía enmarcada de lo
que quedaba de él tras el salvaje atentado. Se refirió a España y al
Rey, señalando el deber que todos debemos de tener y que es estar al
servicio de nuestra querida España.
Desfilan las
Tropas…, nuevas ovaciones…, inéditos vítores…, se recrudece la
emoción, luego tras el desfile, los Jefes y Oficiales son despedidos
por nuestro Teniente Coronel Rivas.
Aquella noche en el
Palacio del Gobierno tuvimos una Cena de gala donde se olvidaron las
categorías y donde por unas horas todos fuimos componentes de
aquella gloriosa Bandera que no solamente fue la ultima Unidad que
entró en combate si no que fue la que dejó patente que la Legión es
invencible.
Por órdenes
superiores dejó de existir en el año 1.969, dejando tras de sí el
recuerdo de aquellos hombres que sin pedir nada a cambio demostraron
que el Credo Legionario también se puede cumplir en Edchera.
Majestad: mi
interés en recordar estas efemérides estriba en que fui fundador de
la Gloriosa XIII Bandera; participé en los combates que se dieron y
soy un superviviente de Edchera; canallesca traición en la que
sufrimos 112 bajas entre muertos y heridos.
Combate,
Excelentísimo Señor, en el que lancé a pecho descubierto las 324
granadas de 4,5 kilos –cada una- que llevaba de dotación el pelotón
de Morteros de 81m/m bajo mi mando.
De ahí que no pueda
soportar, de ninguna de las maneras, que la ministra que tenemos al
mando del Glorioso Ejército Español; una intrusa no deseable -no por
ser mujer-, trate de inmiscuirse estúpidamente en la Gloriosa Legión
Española; para pasar a la historia por haber hecho desaparecer unas
características propias del espíritu del cuerpo; que a nadie
ofenden, para más INRI.
Creo, Excelentísimo
Señor, que para apaciguar las muchas ganas de hacer algo
sobresaliente, que tiene esta ministra. Sería conveniente que se le
ayudara cristiana y apostólicamente -antes de que se pierda el
oficio- a ejercer la muy noble y estimable función laboral, de
remendar calzoncillos.
Majestad, una vez
más voy a insistir en la súplica de que tome cartas en este asunto,
según le rogué en mi anterior escrito. Con el fin de que ordene
-antes de consentir cualquier estúpido cambio en las características
propias del CUERPO MILITAR MÁS DIGNO Y HONORABLE DEL MUNDO-, cerrar
la página, dejando a la GLORIOSA LEGIÓN ESPAÑOLA en un respetuoso y
honorable recuerdo; para titular de inmediato a ese cuerpo con otro
nombre.
Reciba un cálido y
afectuoso saludo.
Posdata/ Este
escrito lo haré público.
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