Estos que están cambiando la
Historia reciente y no tan reciente de España mediante leyes que
esconden su profundo odio, rebaba y revancha, son tan verdugos de la
Patria como los que perpetraron verdaderas atrocidades en nuestra
Nación con el fin de acabar con ella y convertirla en un estado
satélite de la URSS. Esa es la Verdad y no hay que olvidarla o, por
razones espurias, callarla y esconderla.
Han
sabido esperar el tiempo suficiente para que desapareciese, por ley
de vida, la generación que los venció en toda la línea y con todo
Valor y Justicia. Y una vez desaparecida esa gloriosa generación que
defendió a España con su sangre generosa, parece ser que los
vencidos de entonces son los vencedores de siempre.
Los
hijos y nietos de los que supieron dejarlo todo en un momento
crucial y defender los Valores Eternos, en la mayoría de los casos,
no se encuentran a la altura de las circunstancias. Los que más
obligados están, han apostatado de todo: de Dios, de España, de las
Lealtad debida a sus mayores… Han preferido mirar para otro lado, no
comprometerse, evitarse problemas y, en fin, hacer el juego a los
enemigos de España, a cambio de engordar sus bolsillos, de agarrarse
a un sillón o de medrar políticamente en la dictadura de los
partidos o partitocracia, que sufrimos y padecemos todos los
españolitos decentes de a pie.
Hay
que decir, muy alto y muy claro, que los enemigos de España fueron,
y siguen siendo: la masonería, el separatismo y el marxismo, hoy en
día disfrazado de socialdemocracia o de lo que se tercie. Ese
tridente es el verdadero enemigo de la Patria. Y la verdadera
ultraizquierda hay que buscarla, hoy en día, en el propio gobierno
de España, y en muchos gobiernos autonómicos. Y la verdadera
ultraderecha hay que buscarla en los separatistas y nacionalistas,
que cada día viven mejor a costa del honrado trabajador español y de
explotar el aldeanismo y la paletería más cateta y sin horizontes. Y
a la masonería la vamos a encontrar en todos los puestos de poder,
en los que dirigen la opinión pública y publicada, en los que
manejan el dinero y financian todo lo que estamos exponiendo y en
los que mueven los hilos desde despachos siniestros y oscuros. Y a
ese tridente lo vamos a encontrar incrustado, tristemente en
nuestros días, en muchos más lugares de los que nos podamos
imaginar.
Pero también la “oposición”, (ejem), hace el juego y, en el fondo,
apoya toda la política de los verdugos de España, convirtiéndose
así, en un apéndice más de ese nuevo “frente popular” de la política
y de la “cultura” que nos gobierna y nos maneja. Nunca ha derogado
el “centro-derecha” o el “centro”, como gusta autodenominarse lleno
de complejos, ninguna ley que haya establecido el tridente masónico
y anti-español. Al revés, ha fortalecido y hecho cumplir a rajatabla
estas leyes contra la Historia, contra la vida y contra la Patria.
No hace falta poner ningún ejemplo de retirada de monumentos y
honores, nombres de calles, leyes contra la vida y contra la
verdadera Historia, subvenciones corruptas a amiguetes, a sindicatos
sin afiliación o a partidos, apoyo a “historiadores” que falsifican
y tergiversan todo lo habido y por haber, prensa
“de-derechas-de-toda-la-vida” vendida al sistema… Para qué seguir,
se haría muy largo. La cobardía es peor que la vil osadía de los
enemigos, porque supone tener a los propios enemigos en casa
durmiendo con uno.
No
debemos olvidar que los verdugos de España han sido y son los mismos
de ahora. Quieren hacerla desaparecer, quieren acabar con su
verdadera Historia, con sus héroes, con sus caudillos y sus líderes
de todos los tiempos, con su legión de Soldados y de Mártires, con
la Tradición y con todo lo que huela a Patriotismo, Verdadera
Justicia Social, Unidad, Grandeza, Libertad auténtica y Dignidad de
la persona.
Debemos saber que los que justifican u ocultan los genocidios de
Paracuellos, Aravaca y demás lugares de España; el tiro en la nuca;
los tétricos “paseos”; las horribles y siniestras checas con sus
torturas más ignominiosas y terribles; la persecución religiosa más
tremenda de la Historia con incendios de todas la Iglesias y
fusilamientos hasta del Monumento al Sagrado Corazón de Jesús; la
mentira y la calumnia utilizadas constantemente como armas para
falsificar y tergiversar; el robo, aniquilación y saqueo del
Patrimonio Nacional y de los bancos y domicilios particulares; los
que homenajean a criminales; o los que siguen, aún en nuestros días,
la monstruosa consigna marxista de “contra los cuerpos la violencia,
contra las almas la mentira y la calumnia”.… son los mismos verdugos
que justifican las leyes para asesinar niños en el vientre de sus
desgraciadas madres, para asesinar ancianos indefensos, enfermos que
molestan, etc.… Son los verdugos de España, de ahora y de siempre. |
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