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     Por Eduardo Palomar Baró.


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Nació en Cartagena el 1 de enero de 1872. General de División, procedente del Arma de Caballería, hizo una brillante carrera militar en las diferentes campañas de Marruecos. Por ciertos antagonismos con el general Primo de Rivera, fue pasado a la reserva. Al llegar la República, en 1931, volvió al servicio activo, llegando a ser director general de la Guardia Civil. Afiliado a la Masonería y de convicciones republicanas, al iniciarse la guerra estaba destinado en Zaragoza. Al principio se mostró indeciso, pero al final se inclinó hacia el lado Nacional. El 24 de julio de 1936 se constituyó en Burgos la Junta de Defensa Nacional, presidida por Cabanellas. El 29 de septiembre, dicha Junta promulga un decreto en el que “en cumplimiento del acuerdo adoptado por la Junta de Defensa Nacional, se nombra jefe del Gobierno del Estado español al Excmo. General de División don Francisco Franco Bahamonde, quien asumirá todos los poderes del nuevo Estado”. Cabanellas se opuso a la designación de mando único, votando en contra de la designación de comandante en jefe, así como a la candidatura de Franco. Pero el general Alfredo Kindelán Duany se atrajo a todos los oponentes, y Cabanellas al fin no tuvo más remedio que aceptar. Fue nombrado inspector general del Ejército. El 14 de mayo de 1938 fallecía en Málaga, a los 66 años de edad.  

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Nació en Tuy (Pontevedra) el 6 de mayo de 1893. Estudió en los institutos de La Coruña y Lugo y en las universidades de Zaragoza y Madrid. Alumno predilecto de Gumersindo Azcárate se doctoró en Derecho Civil y Canónico con premio extraordinario. Abogado de Estado, hizo una brillantísima carrera política. Militante del Partido Maurista, fue gobernador civil de Valencia en 1922. Al establecerse la dictadura, Primo de Rivera le confió la Dirección General de Administración Local y, en diciembre de 1925, la cartera de Hacienda. Al proclamarse la República se marchó a Portugal y luego a Francia. Pese a haber sido elegido diputado en 1931 y 1933, no pudo regresar a España hasta mayo de 1934, acogiéndose a la Ley de Amnistía decretada por el Gobierno presidido por Alejandro Lerroux. Ingresó en Renovación Española y fue elegido presidente de la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Madrid. En diciembre de 1934, al constituirse el Bloque Nacional, se convierte en su líder, destacando por su valerosa actitud ante las Cortes. Reelegido diputado por Orense en febrero de 1936. El 16 de junio participó en una sesión parlamentaria en la que protagonizó un violento incidente con el presidente del Gobierno, Santiago Casares Quiroga, siendo objeto de insultos e incluso de amenazas por parte de algunos diputados izquierdistas. En la madrugada del 13 de julio, es detenido en su domicilio por un grupo de Guardias de Asalto, mandados por el capitán de la Guardia Civil, Fernando Condés Romero. Hacen subir a Calvo Sotelo a la camioneta número 17, y en el cruce de las calles de Velázquez y Ayala, recibió dos descargas provenientes de la pistola Astra del 9 de Luis Cuenca Estevas. El cuerpo de Calvo Sotelo se desplomó, ensangrentado, sobre el asiento que ocupaba. La muerte fue instantánea, por dos disparos en la región de la nuca, en la madrugada del 13 de julio de 1936. Ante este crimen de Estado el socialista Julián Zugazagoitia, exclamó: “Ese atentado es la guerra”. Franco le otorgó el ducado de Calvo Sotelo el 18 de julio de 1948.  

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Nació en Puerto Príncipe (Cuba) el 17 de marzo de 1894. Ingresó en el ejército en 1910, prestando sus servicios como oficial de Infantería en Marruecos, donde realizó unas brillantísimas campañas, culminando con la conquista de Xauen en 1926. El 6 de abril de 1934 desembarcó en Ifni, tomando posesión efectiva de su capital, Sidi-Ifni y del resto del territorio. Fue nombrado Gobernador civil y militar de Ifni. Ascendido a general el 29 de agosto de 1934. Fue propuesto para la cruz del Mérito Naval. Al estallar la guerra se encontraba en Madrid y aunque no tomó parte de la sublevación de julio de 1936, fue arrestado y detenido por las patrullas de Agapito García Atadell, recluido en la cárcel Modelo y asesinado en dicho lugar durante los sucesos ocurridos el 22 de agosto de 1936.  

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Nació en Santoña (Santander) el 3 de marzo de 1903. Ingresó en la Escuela Naval en 1918. Tomó parte en la guerra de Marruecos, donde conoció personalmente a Franco. En julio de 1936 se hallaba en Madrid, donde buscó refugio en las embajadas de México y Francia. En 1937 consiguió pasar a la zona Nacional. Como enlace naval del Ejército del Norte, actuó a las órdenes del general Dávila en las operaciones del frente de Santander, mandando el destructor “Huesca” y el submarino “Sanjurjo”. Jefe de Estado Mayor de la División de Cruceros. En mayo de 1940 fue designado subsecretario de la Presidencia del Gobierno. Consejero nacional de FET y de las JONS. En 1956, con Laureano López Rodó, comenzó a planear la “Operación Príncipe” que había de culminar en 1969 con la designación de Juan Carlos de Borbón, como sucesor de Franco a título de rey. En 1963 ascendió a vicealmirante y en 1966, se le confió el empleo de almirante. El 22 de septiembre de 1967, Franco le nombró vicepresidente del Gobierno y en 1973, presidente del Gobierno. El 20 de diciembre de 1973 fue asesinado en Madrid por la banda terrorista ETA. A título póstumo, Franco le nombró capitán general de la Armada y le concedió el título de duque de Carrero Blanco. Escribió varios libros, entre ellos: “España y el mar”, “Arte naval militar”, “Victoria del Cristo de Lepanto” con el que ganó el Premio Nacional de Literatura. Bajo el seudónimo de “Juan de la Cosa”, publicó “Gibraltar. Comentarios de un español”.

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Nació en Valladolid. Obrero fundidor y líder socialista. Detenido en varias ocasiones por sus actividades obreristas. Durante la guerra civil desempeñó los cargos de director general de Seguridad y subsecretario de Gobernación, en el gobierno de Largo Caballero. En los últimos días de la contienda fue designado miembro del Consejo de Defensa  que gestionó la rendición del ejército rojo, haciendo causa común con Julián Besteiro, apoyando el golpe de Estado del coronel Casado contra el gobierno de Negrín, siendo nombrado consejero de Gobernación del Consejo Nacional de Defensa. Esta actuación le valió el repudio y la denuncia de su hijo Santiago. Al terminar la guerra, huyó de España junto con Casado y otros consejeros en el destructor inglés “Galatea”, desde el puerto de Gandía, el 30 de marzo de 1939. Se exilió a Inglaterra, Bélgica y Francia. Murió en Charleroi (Bélgica). Autor del libro “El último episodio de la guerra civil española”.  

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Nació en Gijón el 18 de enero de 1915. Hijo del anterior. Militante socialista, secretario general de las Juventudes Socialistas en 1934, fue encarcelado por su participación en la revolución de Asturias. Visitó Rusia. En 1936 fue uno de los principales artífices de la fusión de las Juventudes Socialistas con las Juventudes Comunistas, fusión que dio lugar a las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas), de clara tendencia comunista. Al estallar la guerra ingresó en el PCE. Encargado de las cuestiones de Orden Público en la Junta de Defensa de Madrid fue el responsable de las sacas de las cárceles y de las ejecuciones de los presos y militares que tuvieron lugar en Paracuellos de Jarama (Madrid) en los días 7, 8, 28 y 30 de noviembre, 3 y 4 de diciembre de 1936. El total de fusilados se sitúa entre 4.000 y 7.000 presos, que fueron enterrados en fosas comunes. A principios de 1937, Carrillo fue sustituido en la Junta de Defensa por el también comunista José Cazorla Al finalizar la contienda, se exilió a varios países (Francia, URSS, EE.UU., Argentina, México, Cuba, África del Norte, etc.). Enterado de que su padre, el socialista Wenceslao, estaba implicado en la conjura de Casado contra el Gobierno de Negrín, rompió con él públicamente, acusándole de traición, en una carta en la que reniega de su padre. En 1960 fue elegido secretario general del PCE, sustituyendo a Dolores Ibárruri ‘La Pasionaria’, cargo en el que cesó a finales de 1982. Tras la muerte de Franco regresó a España, siendo elegido diputado a Cortes por Madrid. Últimamente pidió cobijo en el PSOE. Ha escrito varios libros: “Después de Franco, ¿qué?”; “Eurocomunismo y Estado”; “La propuesta comunista”, “Juez y parte”, “15 retratos españoles”, “La Segunda República. Recuerdos y reflexiones”, “¿Ha muerto el comunismo?” y “La memoria en retazos”.  

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Nació en Nava de la Asunción (Segovia). Al estallar la guerra se hallaba en Madrid con el empleo de comandante. De convicciones republicanas fue Jefe de la escolta del presidente de la República. Tuvo una destacada actuación en la defensa de Madrid. Mandó un cuerpo de Ejército en las batallas del Jarama y de Brunete. Siendo coronel en 1939, y desempeñando el cargo de jefe del Ejército del Centro, viendo el cariz que tomaban los acontecimientos, buscó una paz negociada que pusiese fin a la guerra, que veía irremisiblemente perdida para la República. La noche del 5 al 6 de marzo de 1939, se sublevó contra el Gobierno de Negrín, constituyendo el Consejo Nacional de Defensa, en el que incluyó a Julián Besteiro y al general Miaja. Derrotó a las fuerzas comunistas que estaban en Madrid y entró en relación con las autoridades de Burgos, pero éstas no le prestaron gran atención, exigiéndole la rendición incondicional. El Consejo se mostró implacables con sus adversarios comunistas, siendo pasado por las armas el coronel Luis Barceló. Poco antes de entrar los ejércitos de Franco en la capital, se dirigió a Valencia y de allí a Gandía, donde embarcó el 29 de marzo de 1939 a bordo del destructor “Galatea” junto con el llamado “Grupo Casado” compuesto por 169 hombres, 20 mujeres y 6 niños, con destino a Marsella (Francia). Luego se instaló en Gran Bretaña, donde fue comentarista de la BBC. Luego se refugió en Colombia y finalmente en Venezuela. Regresó a España el 5 de septiembre de 1961, siendo sometido a un consejo de guerra, pero la causa fue sobreseída el 5 de octubre de 1964 por prescripción del delito. Murió en Madrid en 1968. Publicó un libro titulado “Así cayó Madrid”.

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Nació en La Coruña el 8 de mayo de 1884. Se licenció en Derecho. Militó en el regionalismo gallego, y fue uno de los fundadores de la Organización Republicana Gallega Autónoma (ORGA). Desde muy joven estuvo afectado de tuberculosis. Se casó en 1920 con Gloria Pérez Corrales. Tuvieron dos hijas: Esther y María Victoria. Esta última fue la gran actriz de expresión francesa, conocida como María Casares, nacida el 22 de noviembre de 1922 y fallecida en Burdeos (Francia) el 22 de noviembre de 1996.  Casares Quiroga participó en las negociaciones del Pacto de San Sebastián el 17 de agosto de 1930. Tuvo una criticada actuación en el levantamiento de 1930 en Jaca, cuando no pudo comunicar a Fermín Galán que retrasase la sublevación. Miembro de la Masonería. Al proclamarse la República fue nombrado ministro de Marina. Luego ocupó la cartera de Gobernación en los dos primeros gobiernos de Azaña, teniendo bajo su mandato los tristemente famosos sucesos de Castilblanco, Arnedo y Casas Viejas. Tras ingresar en Izquierda Republicana participó en la gestación del Frente Popular. Fue ministro de Obras Públicas y al ser elegido Azaña presidente de la República, pasó a presidir el Consejo de Ministros. Desbordado por la violencia callejera, fue duramente criticado por los políticos de todos los signos, achacándosele haber hecho caso omiso de las muchas advertencias, entre ellas la que por carta le hizo el general Franco días antes de que estallara la guerra civil. En 16 de junio de 1936 protagonizó un durísimo debate parlamentario con don José Calvo Sotelo, declarándose “beligerante” contra el fascismo y acusando a Calvo Sotelo de “cualquier cosa que pudiera suceder”. Dimitió el 18 de julio de 1936 cuando la levantamiento militar era un hecho. Desde entonces permaneció apartado de la política. Murió exiliado en París el 17 de febrero de 1950, siendo enterrado en el cementerio de Montparnasse.  

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Nació en Madrid el 10 de mayo de 1903. Ingresó en la Academia de Infantería a los 15 años. Militar, arquitecto, ingeniero y geógrafo. Ingresó en la Academia de Infantería de Toledo. En su empleo de segundo teniente, fue destinado a Granollers (Barcelona) y luego a Ceuta. Permaneció en África hasta 1925. En 1931 ingresó en el Cuerpo de Estado Mayor. Intervino activamente en los preparativos del alzamiento y en la guerra civil. Participó en la liberación de Oviedo y más tarde en la campaña de Asturias, así como en las batallas de Teruel, del Alfambre y del Ebro, en los avances de Cataluña, en Levante y en el asedio a Madrid, siendo ascendido a teniente coronel por méritos de guerra. Finalizada la contienda fue ayudante de campo de Franco y posteriormente ocupó el puesto de jefe de la Casa Militar del jefe del Estado, profesor principal de la Escuela Superior del Ejército, gobernador militar de Madrid, jefe de la División de infantería Guadarrama nº 11. El 29 de octubre de 1969 fue designado ministro del Ejército, alcanzando el empleo de teniente general. Su nombre sonó entre los presidenciables a la muerte del almirante Carrero Blanco. En 1970 fue nombrado consejero nacional por Franco, para sustituir al teniente general Muñoz Grandes. Murió en La Coruña el 27 de septiembre de 1982.

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Nació en Bilbao el 9 de diciembre de 1907. Diplomático. Doctor en Derecho por la Universidad de Madrid. Vicepresidente de la Confederación Nacional de Estudiantes Católicos. Al comenzar la guerra se hallaba en Madrid, logrando pasarse a la zona nacional, incorporándose al ejército de Franco como oficial de Estado Mayor, puesto que ocupó durante toda la contienda. Voluntario en la “División Azul”. Miembro de las Cortes, elaboró el Fuero de los Españoles. Desempeñó la Embajada de España en Lima desde 1948. Como embajador ante la Santa Sede negoció el Concordato de 1953. Fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores el 25 de febrero de 1957, logrando el ingreso de España en la OCDE y en el Fondo Monetario Internacional, abriendo las conversaciones con el Mercado Común. En 1969 fue sustituido en el ministerio por Gregorio López Bravo. Autor del admirable libro “Una batalla diplomática” y “Reivindicaciones de España”, obteniendo el Premio Nacional de Literatura, compartido con José María de Areilza. Falleció en Madrid el 25 de noviembre de 1976.

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Dirigente comunista pro soviético. Miembro del Comité Central del Partido Comunista de España y primer comandante del Quinto Regimiento de Milicias. Ocupó el cargo de director del Instituto de Reforma Agraria Secretario general del Comisariado de Guerra. Al terminar la contienda, vencido y decepcionado se exilió a la URSS, donde permaneció algunos años, empeorando su situación. Completamente desilusionado rompió con los dirigentes del partido y tras una gran odisea consiguió llegar a México, para convertirse en antiestalinista irreductible. Autorizado a regresar a España por el Gobierno de Franco, se estableció en Madrid, donde publicó una serie de trabajos sobre la historia del Quinto Regimiento de Milicias. Autor de “Mi fe se perdió en Moscú” y “Hombres made in Moscú” En ambas obras renuncia públicamente de su pasado político. Regresó a España y murió en Madrid en 1964.

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Nació en San Fernando (Cádiz) el 8 de octubre de 1870. Huérfano de madre, ingresó a los ocho años en un colegio preparatorio de la Armada, y a los dieciséis, en la Escuela Naval. Ascendido a alférez de navío, participó en las campañas de África y de Cuba. Como capitán de corbeta fue director de la Escuela Naval de San Fernando y segundo comandante del acorazado “España”. Al proclamarse la República pidió la baja del servicio activo, pero le fue denegada y lo designaron jefe del Departamento Marítimo de Cartagena. Tras el triunfo del Frente Popular fue retirado del servicio, siendo atacada su casa en Cádiz, la noche del 18 al 19 de julio de 1936, por grupos armados frentepopulistas, logrando defender su vivienda con la familia dentro. Al día siguiente estableció contacto con las fuerzas alzadas en Cádiz, sumándose al alzamiento militar. Prestó distintos servicios hasta que el 15 de octubre  fue llamado por Franco para desempeñar el cargo de jefe del Estado Mayor de la Armada, reorganizando la flota nacional con resultados altamente positivos. Ascendió a almirante a comienzos de 1939. Al terminar la guerra se retiró definitivamente a su residencia en Puerto Real, donde falleció en noviembre de 1952. Franco le concedió en 1961, a título póstumo, el marquesado de Casa Cervera, como premio a sus buenos servicios. Autor del libro “Memorias de guerra”.

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Nació el 21 de junio de 1882 en El Tarrós (Lérida). Estudió Derecho en Barcelona. Discípulo de Francesc Layret, trabajó en su despacho, defendiendo a obreros que militaban en la CNT. Afiliado a la Unió Republicana, que abandonó por discrepancias con Lerroux, fundó el periódico “La Lucha” y colaboró en “La Forja” y “La Barricada”. Elegido concejal del Ayuntamiento de Barcelona en 1917 y diputado a Cortes en 1921. Participó en la fundación de la ‘Unió de Rabassaires’. En 1920 fue detenido y encarcelado en el castillo de La Mola (Mahón), junto con 35 sindicalistas, por actividades subversivas, pero fue liberado tras resultar elegido diputado por Sabadell. Durante la Dictadura de Primo de Rivera fue detenido en diversas ocasiones. En marzo de 1931 fue uno de los fundadores de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). El 14 de abril de 1931 se auto designó alcalde de Barcelona, proclamando la República desde el balcón de honor del Ayuntamiento de dicha ciudad. Elegido diputado a Cortes Constituyentes, tras la aprobación del Estatuto de Cataluña pasó a presidir el Parlamento autónomo y fue por breve tiempo ministro de Marina del Gobierno central presidido por Azaña. Tras la muerte de Francesc Macià (diciembre de 1933) fue elegido presidente de la Generalitat de Cataluña. El 6 de octubre de 1934 proclamó el Estado Catalán dentro de la República Federal Española, movimiento que fue vencido por el Ejército a las órdenes del gobierno de Alejandro Lerroux, siendo detenido y acusado del delito de rebelión militar y condenado a treinta años de reclusión. Tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones del 16 de febrero de 1936  fue admistiado y recuperó la presidencia de la Generalitat, desempeñando un importante papel en la derrota del alzamiento militar en Barcelona en la madrugada del 19 de  julio de 1936. Las patrullas armadas anarquistas y socialistas se adueñaron de la ciudad, hasta el punto de que Companys tuvo que recibir a los representantes de la CNT-FAI, diciéndoles: “Habéis vencido y todo está en vuestro poder; si no me necesitáis o no me queréis como presidente de la Generalitat, decídmelo ahora, que yo pasaré a ser un soldado más en la lucha contra el fascismo.” Companys y sus consejeros fueron incapaces de mantener la normalidad ante el ímpetu revolucionario de los milicianos, llegando en mayo de 1937 a los graves enfrentamientos de los comunistas contra los anarquistas y los del POUM. El poder giró en torno al PCE-PSUC. Las relaciones de Companys con Azaña, Prieto y Negrín se deterioraron gravemente. En la madrugada del 22 al 23 de enero de 1939, tres días antes de entrar el Ejército Nacional en Barcelona, Companys huyó de la ciudad y el 5 de febrero de 1939, pasó la frontera, poco después de que lo hiciera el presidente Azaña, refugiándose en Perpiñán (Francia), trasladándose después a París para trabajar en la representación en el exilio de la Generalidad. Terminó sus días en Le Baule-les-Pins (Pirineos Atlánticos) manteniéndose en Francia pese al peligro que corría, en un intento de no perder el contacto con su hijo Luis Companys Micó (1911-1956), que padecía una grave enfermedad mental, el cual había sido fruto de su primer matrimonio con Mercedes Micó, de la que se divorció para casarse con Carmen Ballester, su segunda y última esposa. Fue allí donde fue arrestado por agentes alemanes de la Gestapo el 13 de agosto y extraditado el 29 de agosto de 1940. La entrega a las autoridades españolas se realizó a través de la frontera de Irún. Como había sido juzgado en rebeldía en aplicación retroactiva de la Ley de Responsabilidades Políticas por un tribunal especial de Barcelona, sólo tuvo que ser juzgado y sentenciado en una jornada en consejo de guerra por un tribunal militar. Fue ajusticiado en el foso de Santa Eulalia del Castillo de Montjuich, el 15 de octubre de 1940.  

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Nació en Sevilla. Capitán del Arma de Artillería, retirado acogiéndose a la “Ley Azaña”, y miembro del PCE. Se volvió a alistar en el Ejército al estallar la guerra, presentándose en el Ministerio de la Guerra. Su carrera fue meteórica y paralela a su ascenso en el Partido Comunista, llegando a ser subsecretario de Defensa y estrecho colaborador del presidente Negrín. Con la dimisión del general Asensio, tras la pérdida de Málaga, Cordón fue destinado a Andujar, estando tres meses en el Frente Sur en continuo contacto con Pérez Salas. Jefe de operaciones del Estado Mayor Central. Contactó con la Unión Soviética para la provisión de material de guerra. Intervino en diversas operaciones en diferentes frentes de  batalla, como el asedio del Santuario de Santa María de la Cabeza (Jaén), en Belchite, Teruel y la batalla del Ebro, en la que fue adjunto del general Pozas en el Ejército del Este. Negrín lo ascendió a general en febrero de 1939. Considerado como uno de los máximos responsables de la penetración comunista en el Ejército Popular, fue destituido por Indalecio Prieto quien le reprochó su excesivo proselitismo comunista. Finalizada la contienda abandonó España desde el aeródromo de Monovar junto con Negrín, la Pasionaria, Rafael Alberti y Teresa León, exiliándose a la URSS. Perteneció al Comité Político del Partido Comunista en estrecha colaboración con Dolores Ibárruri “la Pasionaria” y Santiago Carrillo, con el que coincidió en París una temporada. Se casó en la Unión Soviética y tuvo una hija, dejando en España mujer y cuatro hijos. Combatió en la II Guerra Mundial con el ejército polaco. Después fue profesor de Literatura Española en la Universidad Karolinum de Praga. Murió en la capital checa en 1969. Autor de “Trayectoria. Recuerdos de un artillero”, con prólogo de Santiago Carrillo.  

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Nació en Valdepeñas de Jaén (Jaén) el 7 de junio de 1897. Capitán de la Guardia Civil. Al estallar la contienda, a mediados del mes de agosto de 1936, se refugiaron en el palacete de la finca del Pilar Nuevo, en el valle del río Jándula, 65 guardias civiles y 15 paisanos, con sus respectivas familias. Días después, en el santuario de Santa María de la Cabeza, próximo a Andujar (Jaén) 165 guardias civiles, familiares, 44 paisanos y cuatro sacerdotes. El capitán Santiago Cortés González, se erigió en jefe de los refugiados. En los primeros días de septiembre, la situación se fue agravando, ante la insistencia de las autoridades frentepopulistas de que entregaran las armas y se procediese a la evacuación. Ante la negativa, a los bombardeos de aviones del ejército rojo, se unieron los fuegos de artillería, ametralladoras, morteros, granadas de mano, y al final el empleo por los atacantes de tanques y carros blindados. La comunicación que mantenía el capitán Cortés con la zona nacional, se hacía a través de palomas mensajeras, hasta que tomada la localidad de Porcuna por las fuerzas que mandaba el general Queipo de Llano, se instaló un heliógrafo que comunicaba con el santuario. La falta de víveres y ropas palió en lo posible, con los suministros aéreos protagonizados por el piloto capitán Carlos de Haya, cuñado del as de ases de la aviación nacional, Joaquín García Morato. El 1 de mayo de 1937 el impacto de una granada de artillería hirió de muerte al capitán Cortés, que rindió el santuario, poco antes de morir en el hospital de campaña en la sierra de Andujar, el 2 de mayo de 1937. La imagen de la Virgen de la Cabeza fue escondida en el bosque para evitar fuese profanada, sin haber aparecido, siendo su paradero toda una incógnita. La actual imagen que preside el santuario data del año 1944. El balance de bajas, sobrepasó los ciento cincuenta muertos, alcanzando los heridos una cifra cercana a los doscientos cincuenta, tanto entre los combatientes como en la población civil. A título póstumo, Franco le concedió la Cruz Laureada de San Fernando. Sus restos yacen en el santuario que defendió tan heroicamente.

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