La
esperanza que no es.
José Gabriel.
Celebraron su convención, se
aplaudieron y nos volvieron a tomar por idiotas.
Se han reunido y aplaudido en
Madrid para no proponer nada nuevo, los del "mal
menor"; aquellos a los que los españoles de buena fe,
ven cómo la única solución posible.
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Han quedado en Madrid, los que
nos hablan constantemente de España y pretenden que olvidemos sus
pactos con los separatistas de CIU y PNV,
o la ausencia de
banderas españolas a cambio de trapos color butano en sus actos,
mientras exhiben la separatista ikurriña en vascongadas.
Se han visto en Madrid, los que
nos hablan de problemas lingüísticos en Cataluña, mientras
pretenden que olvidemos lo que ocurre en sus desgobernadas
comunidades autónomas; los que relegan el Castellano a algo de uso
familiar y cambian los rótulos de las calles para que no sean
comprendidos por los "extranjeros de otras comunidades";
los que imponen líneas educativas en valenciano o gallego; los que
han tragado con la normalización lingüística que en su día
hicieron los socialistas del valenciano, para camuflar la enseñanza
real del catalán.
Han desayunado en Madrid, los
que hablan de la familia, mientras
se declaran herederos de aquellos necios de la UCD que
trajeron el divorcio; los que
no cambiaron la ley del aborto; los que repartieron preservativos;
los que legalizaron la píldora abortiva; los que permitieron sin
inmutarse la prostitución abierta en nuestras ciudades y
carreteras; los que no movieron un dedo contra la pornografía en prensa y televisión.
Han comido en Madrid, los que
no van a hablar más del pasado; los que pretenden que olvidemos sus
homenajes a los Maquis, brigadas internacionales y demás
“luchadores por la democracia”; los que enviaron emisarios al
histórico homenaje al asesino de Paracuellos; los que condenaron el
Alzamiento Nacional; los que propusieron como modelo a seguir al masón
de Azaña.
Han cenado en Madrid, los que
nos hablan de las víctimas del terrorismo mientras las manipulan y
monopolizan; los que pretenden que olvidemos de como sus antecesores
aplaudieron las amnistías para los terroristas, sin pudor ni
decencia.
Han dormido en Madrid, los que
hablan de compromiso con la verdad; aquellos que nos mintieron para
llevarnos a una guerra gratuita; aquellos que dejaron de investigar
el terrorismo de Estado llevado a cabo por el PSOE en cuanto salió
a relucir el nombre de Martín Villa; aquellos que dejaron de
investigar la corrupción realizada por las administraciones
socialistas; aquellos que se piensan que no recordamos los nombres
de Palop, Matutes, Piqué o Zaplana.
Nos han hablado de que la
actual Constitución (atea y antiespañola, con infinidad de artículos
fruto del chantaje nacionalista) es la solución, que no hacían
falta reformas estatutarias; mientras, se olvidan de que ellos han
sido los primeros en presentar una reforma de estatuto.
Ha clausurado una convención
en Madrid el Partido Popular.
Esperanza Aguirre, se felicita
por tener el partido que los liberales querían ...... ¡Felicidades
majadera!
Al pelele de Rajoy le han
dejado hablar bajo la atenta tutela de Aznar, Acebes, Zaplana y
Fraga. El pobre tonto correveidile, se ha ofrecido como vehículo de
expresión de aquellos ¿socialistas de buena fe con principios? ¿Qué
socialistas son esos? Desconocía su existencia
¿Ésta es la esperanza? ¿Éstos
van a arreglar algo? Estamos gobernados por el demonio, sin duda,
pero: ¿Desde cuándo unos embriagados Judas son la solución?
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