De la misma naturaleza que los "de la ceja" (partidarios de Zapatero), los otrora partidarios "del morros" (partidarios de González) también fueron legión. Una legión inmensa en la que formó este fulano de Tertsch (ex pro etarra, ex comunista, ex socialista), que un día apareció por Intereconomía y allí se ha quedado.

Y es que el hoy travestido de Hermann, látigo inmisericorde del socialismo actual, fue uno de los que más alabó los desmanes de los gobiernos del PSOE presididos por quien ha pasado a la crónica histórica-política de este país como "señor X". Esto es, la corrupción y el crimen de Estado elevados al máximo nivel.

Por eso, puestos a evaluar a este individuo que formó como pieza destacada en el organigrama de las políticas "del morros", lo que más sorprende es que no se hubiese mantenido en un discreto silencio, firmando sus diatribas contra sus antiguos correligionarios con seudónimo. Un imposible para toda esta cuadrilla inasequibles al desaliento de sus egos y con un hambre infinita. De ahí que, aunque sus biografías sean verdaderos dislates y que con sus acciones hayan puesto a España al borde del abismo, no duden en compensar con permanente adulación a quienes hoy les cubren con dinero.

Lo suyo no es más que la acción propia de la sinvergüencería y la desvergüenza en estado puro. Cualidades y atributos de todos ellos, como lo son de este petimetre que es Hermann Tertsch. De cualquier forma ellos seguirán engrosando las filas de los mentecatos del centro derecha que siempre estuvieron encantados de mamársela al primer Rasputín que llegase a sus salones. Como éste de cabeza grande y cuerpo de enano que aparece hoy, al que sólo le falta menear un bastón al compás de sus pasos.

Lo dicho, un petimetre.