-apunte tangencial para la Ley de Memoria
Histórica-
Debería ser norma de conducta obligada el
empleo de la razón y la lógica, pues cuando el actuar público no se
obliga de esta forma todo deviene en un desorden confuso, en una
especie de batiburrillo de patio de corral. Que es a lo que
huele hoy España.
Por motivos profesionales, y desde hace algún
tiempo, tengo relación con el sector del turismo, que me ha
proporcionado conocimientos que antes desconocía. Y de entre estos
conocimientos destaco, entre otros, que los homosexuales del mundo
que no visitan, que cada día son más, creen que don Juan Vázquez de
Mella es un gran prócer de la homosexualidad, y puede, así lo
piensan muchos de ellos, que el primer gran adelantado del mundo gay
en España. Y es que en bien sabido que en el barrio de Chueca de
Madrid, tomado por el mundo gay y de una gran popularidad
entre toda la comunidad homosexual del mundo, existe una plaza con
escultura incluida dedicada al gran pensador tradicionalista don
Juan Vázquez de Mella, cuyo mayor logro fue la renovación que supo
imprimir a las ideas políticas que defendió el Carlismo, dotando a
dicho movimiento de la concreción de viabilidad que había perdido. Y
hasta tal punto la había perdido, que José Antonio Primo de Rivera,
el último gran pensador tradicionalista, calificó al Carlismo de
“movimiento antipático”.
Pero como esto no lo saben la inmensa mayoría de
nuestros homosexuales ni quienes suelen frecuentar con gran
placer el barrio, ya que de otro modo habrían pedido que se
retirase el conjunto escultórico y se cambiase el nombre de la
plaza, se cree que don Juan tiene que ver con el mundo y la cultura
gay. Ya que de otro modo no estaría allí, algo así como presidiendo
los fastos que por allí se dan. Y así, entonces, no hay un
homosexual que se precie que no intente buscar la foto de recuerdo
junto al busto de don Juan. Unas fotos que yo he visto, y que portan
con sumo gusto todos los homosexuales que nos visitan. Que cada vez,
como he dicho, son más, porque con absoluta razón consideran que
España es el paraíso del mundo gay, apunto de desbancar al mismísimo
EEUU gracias a nuestro indomable espíritu de rebeldía democrática.
Tal es el despropósito, que se debería reclamar al
Ayuntamiento de Madrid, y en especial quienes siguen siendo
seguidores políticos del gran prócer del Carlismo, retirase el busto
y el nombre de la plaza para ubicarlas en otro sitio mucho más
acorde con un hombre, don Juan Vázquez de Mella, que vivió con el
aprecio y el respeto incluso de sus más acérrimos enemigos
políticos, y que se condujo siempre leal al consejo que de niño le
diera su madre: “Hijo mío, vive siempre como si hoy tuvieras que
darle cuentas a Dios”. |
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