Hipocresía habitual. José
Gabriel.
No hace mucho tiempo, el
coherente PP se opuso a la ampliación del cuarto supuesto del
aborto. Se conseguía así un doble objetivo en clara complicidad
con el PSOE: Los primeros aparentaban querer frenar el genocidio de
niños, lo cual servía para tranquilizar las conciencias de sus católicas
muchedumbres; los segundos, se mostraban como los paladines de las
libertades y los derechos. Ambos, eran conscientes de que el aborto
es libre y gratuito, gracias a
esa falacia que hace referencia a la salud física y "psíquica"
de la madre. Una vez más escenificaban cínicamente sus
inexistentes diferencias.
Ahora "Marianín y compañía"
hacen lo mismo: nos dicen que están en contra de la
denominación de matrimonio. Los católicos ya pueden estar
contentos; ya pueden seguir votando con la conciencia tranquila a su
PP; ya pueden seguir
votando al mal menor, o como dicen los botarates, al bien posible.
Hay que reconocer que no
mienten del todo, sólo nos toman por idiotas. Al mismo tiempo que
nos narran este acto de valentía, nos aclaran que no están en
contra de formalizar estas relaciones antinaturales. No en vano, hay
que recordar que el irrisorio Zaplana, fue el primero en dar
cobertura social a la sodomía; lo hizo poco antes de visitar con
motivo de unas canonizaciones al Papa Juan Pablo II. Respecto a la
adopción, nos dicen que tienen dudas y que por lo tanto no es el
momento.
De igual modo que al oponerse sólo
al cuarto supuesto del aborto, afianzaron el derecho de los tres
supuestos anteriores; al oponerse ahora a la denominación nominal,
apuntalan el derecho a ser pareja legal de los invertidos. ¡Ya hay
que ser papanatas para contentarse con esta chusma!
Nos cuentan que lo hacen por
coherencia y principios, sin tener en cuenta la oportunidad política.
¿Y ya está? ¿Para esto se suman a la manifestación de las
familias? ¡Pero Marianín que no te enteras! Los Católicos no sólo
estamos en contra de que no se sepa hablar y se utilicen mal los términos;
no sólo estamos en contra para que se cumpla la ley vigente.
Estamos radicalmente en contra, de que la sodomía derive en
derechos. No se puede dar cobertura legal a semejante conducta. ¿Por
qué no legalizar también el incesto u otras aberraciones que no
quiero nombrar? Causa repugnancia escuchar las declaraciones de
Esperanza Aguirre o las
del pasmado alcalde de Vitoria, el pobre además de decirnos que está
en contra del recurso, se muestra orgulloso de haber realizado una o
dos bodas en su Ayuntamiento ¡Menuda memoria tiene el majadero!
Pero el colmo es ver a ese machote, responsable de los Gays y
lesbianas del PP, anunciando su boda. ¿Qué clase de partido tiene
un responsable de bujarrones? ¡Por favor un poco de rigor!
Señores, señoras y sodomitas
del PP: ¿Se acuerdan de cuándo recurrían las leyes del divorcio y
del aborto? ¿Luego qué? Tragaron y nos hicieron tragar hasta la píldora
abortiva. ¿Qué opinan y piensan hacer sobre los embriones
almacenados, o la anticoncepcion incluso para menores? ¿Qué tienen
que decir acerca de la pornografía que invade impunemente las
televisiones, las revistas, los anuncios y hasta los periódicos? ¿Piensan
hacer algo al respecto? ¿Qué juventud están ayudando a crear? ¿Cuáles
son sus valores aparte de los que cotizan en bolsa? ¡Hipócritas y
necios! Aunque no os canséis de ir a peregrinaciones, meditaciones
o romerías: ¡Más os valiera no haber nacido!
Lo triste es la gente a la que
engañan, aunque empiezo a pensar
para mayor tristeza, que se dejan engañar. Nos dice, esa
gente, que las fuerzas nacionales son partidos políticos
minoritarios, sin cuadros de mando preparados para la alta política.
¿Y son éstos del PP los cuadros preparados? ¡Pues menudo cuadro!
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