Señor Director:
Como contribuyente de esta
España saqueada y pisoteada por los políticos mangantes y
corruptos, no tengo más remedio que insistir en defensa de
nuestros derechos.
No puedo entender, que siendo
su Majestad, la máxima autoridad del Estado Español, que le concedió
graciosamente el Generalísimo Franco; no hable y actúe, poniendo
coto al indeseable quehacer de la gentuza política, mal oliente y
peor gobernante que tenemos.
Cuando se da la circunstancia,
en cambio, del profundo silencio en el que mantiene al Glorioso
Ejército Español; del que es su máxima autoridad, aun sin haber
pegado ni un solo tiro en un conflicto bélico, y posiblemente ni en
la caseta de una feria.
Ejército que comanda la
catalana nacionalista y separatista Señora Chacón -¡que la quiten
de mi vista!-, y cuyas irrisorias y estúpidas órdenes, dadas
respecto a la intervención de nuestro Ejército en Libia, han sido,
según constan en un escrito que me ha enviado un buen amigo mío,
las siguientes:
- En cada cráter que provoque
el impacto de un misil español se plantará
un árbol que
garantizará la sostenibilidad del medio ambiente.
- Nuestros aviones
F-18 no pasarán de
110 por hora para ahorrar gasolina.
- El armamento español (balas o
misiles) ha sido diseñado con
material reciclable
y no contaminante, con lo que ni las víctimas, ni el
entorno se verán alterados.
- Los objetivos militares
deberán ser hombres, para no entrar en colisión con la
Ley de Igualdad.
- Nuestro ejército no causará
víctimas en el enemigo, como mucho provocará una
Interrupción Involuntaria de Vida
(IIV).
- Tampoco en este caso se puede
hablar de guerra, sino de
Esfuerzo Común por la Liberación del Pueblo Libio.
- La
fragata y el submarino
español evitarán las rutas de delfines del Mediterráneo,
para no alterar el ecosistema.
- En cualquier operación de
combate o de logística militar en Libia, está terminantemente
prohibido fumar.
Por lo que me pregunto ¿cómo se
mantiene de ministra de Defensa a semejante fantoche ladrando
tamañas sandeces? Otra trasto inútil, idéntica al mismo ZP que la
hizo ministra. Deshonra, fango, vergüenza, vilipendio, descrédito,
humillación, baldón, ultraje, deshonor y humillación es, mantener a
esa sujeta como ministra del Glorioso Ejercito Español. Dan ganas
de vomitar.
Si cuando formé parte de la
Gloriosa Legión Española -fui suboficial, sargento- a algún mando
se le hubiese ocurrido deshonrar a los militares españoles, con las
órdenes estúpidas y amariconadas descritas anteriormente, hubiera
sido recluido en un batallón de castigo, trabajando cierto tiempo
a pico y pala, antes de echarlo a la calle.
Aun pecando de iterativo,
insisto por enésima vez, que es de necesidad vital para los
ciudadanos españoles, dictaminar un correcto ordenamiento a cumplir
de inmediato. Normas que ya han sido solicitadas y pasadas por el
arco del triunfo. Por ejemplo:
-En vez de subir los impuestos,
para que sean los sufridos y explotados ciudadanos los que soporten
el desastre zapateril; todos los altos jefes -su Excelencia el Rey
incluido- y políticos con sobre, han de estar un par de meses sin
cobrar ni un perro chico; ya que tienen bien rellena la faltriquera.
Y son los que tienen que ayudar al ciudadano del desmadre económico
que ha organizado el tal ZP; lo más inútil que ha parido madre.
-Remodelar el indeseable
Parlamento, para que los diputados se reúnan cobrando dietas, los
días que hayan de legislar alguna ley; que serán los únicos días que
el Parlamento abra sus puertas y pague.
Ya que todos los diputados con
su Presidente a la cabeza tendrán que sustentarse de su trabajo
particular, si quieren comer. Como se hace en Estados Unidos. Se
acabó el aburrirse arrellanados todo el año en los escaños y
pensando ladinamente como llevarse más gabelas con legislaciones
ad hoc, que favorezcan a sus bolsillos.
-El Senado –ese pegote
prescindible- cerrarlo o imponer la norma de los Estados Unidos,
que nombra 2 senadores por cada Estado -sea grande o pequeño-, y
no 4 senadores por cada una de las 52 provincias, como ocurre en
este País de trincones, vagos y maleantes.
-Comenzar a buscar la norma
que liquide a las autonomías de una puñetera vez. En España debe
haber un solo Estado. No el montón de sucursales insaciables,
dilapidadoras de nuestros impuestos y focos de pandillas
indeseables. Aquí hay un solo Estado llamado España, y al que no le
guste que coja el hato y se vaya a la tierra que mejor le cuadre.
-Como la
indecencia de que un profesor, un maestro, un catedrático de
universidad o un cirujano de la sanidad pública, ganen menos que el
concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera
-Y
suprimir ¡ya! las canallescas pensiones vitalicias de todos los
diputados, senadores y demás “Padres de la Patria”.
Por lo que su Excelencia el
Jefe del Estado –autoridad superior del País- ni puede ni debe
seguir callado; tiene el deber sagrado de defender al pueblo
español, que trabaja y mantiene con sus obligados impuestos todo el
tinglado económico del País.
Impuestos de los que salen los
sueldos de todos los políticos y altos mandos; y como su Excelencia
es el superior de todos ellos, es de imaginar que obtendrá el sueldo
más elevado de toda la Administración. Sin olvidar, que los muchos
millones que recibe para manutención de su Familia y Casa Real, no
vienen del más allá, salen del mismo bolsillo de los ciudadanos.
A ver si nos enteramos, de que
a los políticos trincones y de saldo que tenemos en España, no se
les puede dejar solos. Hay que vigilarlos sin cesar, pedirles
explicaciones y obligar a que el Parlamento sea una entidad digna y
no el estercolero que tenemos en la actualidad.
Por lo que deseo, sea atendida
mi petición, por el bien de todos los ciudadanos españoles. |