ZAPATERO
EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS
Por José
Luis Muñoz.
Después de oír el discurso de
Zapatero en el inicio del debate del estado de la Nación, cabe
preguntarse si se refiere a España, o a Alicia en el país de las
maravillas. Porque su contenido autocomplaciente, cínico, vació,
demagógico y con bastantes tópicos y "lugares comunes",
induce a pensar que si se refiere a España, cualquier parecido con la
realidad es pura coincidencia.
Cada día que pasa, una
gran mayoría de españoles asistimos atónitos a este lamentable
espectáculo proporcionado por ZP y sus aliados políticos y mediáticos
y, nos sentimos impotentes ante el cúmulo de despropósitos que
cometen un día sí y otro también. Da la impresión de que estamos
en "el mundo al revés", donde se propugnan y defienden con
total impunidad y desparpajo las "uniones contra natura", el
aborto, la eutanasia, la apatía que permite al entorno etarra entrar
en el Parlamento Vasco, la difusión de la denominada "píldora
del día después" a niñas desde los 10 años sin
informar a los padres y sin recabar su consentimiento. Y suma y sigue.
Son tantos los dislates e incongruencias de este ¿Gobierno?,
que citarlos todos haría excesivamente larga esta carta.
Vendrá luego la intervención
del líder del único Partido de la Oposición, -las restantes no
merecen la pena mencionarlas- que expondrá en un brillante
discurso las incongruencias y sectarismo de ZP y compañía, como una
voz que clama en el desierto. Pero luego, una vez concluido el debate,
¿qué pasará?. Pues nada, lo de siempre, asistir impotentes a la
apatía del Partido Popular, incapaz de movilizar a su gran masa
electoral en contra de este lamentable y grave estado de la Nación.
Al final tienen que ser las
organizaciones sociales las que se muevan y salgan a la
calle en contra del terrorismo y en apoyo de las víctimas, en
defensa de la familia, del derecho a la vida, del matrimonio
tradicional y de la unidad de España.
11 de Mayo de 2.005.-