CIEGO, SORDO Y MUDO

 

Por José Luis Muñoz.

 
Las últimas declaraciones públicas de ZP en Valencia con motivo del día de la Rosa, son dignas de figurar una vez más en la Antología del Disparate. Ahora afirma sin el más mínimo rubor que  goza de más apoyo popular que nunca, cuando se acaban de hacer públicos los datos de la encuesta del C.I.S., - organismo dependiente del Gobierno -, en el sentido de perder en un año 16 puntos de fiabilidad entre los españoles, lo que constituye sin duda una marca negativa para quien presume de " talante ", cuando en realidad cada día engaña menos con ese tópico y por el contrario, muestra su auténtico rostro de prepotencia y soberbia políticas, como lo evidencia  el hecho de que ZP ha hecho caso omiso de todas las opiniones y recomendaciones  que sobre la improcedencia del matrimonio homosexual le han presentado el Consejo General del Poder Judicial, el Consejo de Estado, la Real Academia de la Lengua y más recientemente, las Religiones Cristianas -en sus diversas modalidades- y  la Judía.
 
No es de recibo que en el tono desafiante que le caracteriza, diga al Partido Popular que después de rechazar el mal llamado matrimonio de homosexuales, mire a este colectivo a los ojos, por querer convertirles en ciudadanos de segunda. Que un  Presidente del Gobierno, aunque sea por accidente, incurra en una demagogia tan barata es más que preocupante, cuando nunca como ahora una minoría de este tipo ha estado mejor considerada y con más influencia social,  con el apoyo de prácticamente todas las fuerzas políticas sometidas al control de lo que se viene llamando  " lo políticamente correcto ".
 
La segunda tontería es que hay que mirar poco al Partido Popular y a la Derecha. ¡Bravo!. No se podía esperar menos de ZP. Por lo visto, más de diez millones de españoles no somos  dignos de que se nos tenga en cuenta a la hora de gobernar. Incluso, hay que ir más lejos y adoptar decisiones contra los mismos, aislarnos  e incluso eliminarnos de la esfera social y política.
 
Que luego se permita reproches al Partido Popular sobre considerar a los homosexuales  ciudadanos de segunda,  no hace más que poner de manifiesto su gran desvergüenza, hipocresía e indecencia políticas.
 
Cuando quien como Zapatero gobierna - es un decir -, a espaldas de una gran mayoría de españoles, no queriendo ver  la realidad que le rodea, no escuchando sus peticiones, sus anhelos y necesidades y callando cuando se le pide que desautorice o corrija a ciertos Altos Cargos, lo mínimo que se puede decir de él es que es ciego, sordo y mudo.

 

26 de Abril de 2.005.-


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