Ayer (06/07/2006)
Patxi López y el jefe de los asesinos de ETA, se han dado la mano públicamente,
después de mantener durante cinco años conversaciones a
escondidas. Estos dos individuos han manifestado públicamente que
PSE y HB son lo mismo y están los dos en la misma barca, la del
terror y la muerte. Unos son los que han pegado el tiro en la nuca y
los otros, los que han apoyado a estos asesinos.
Desde ayer, el
terrorismo en el estado de derecho es algo legal por el desGobierno
que estamos padeciendo, y la justicia ha desaparecido de la vida
criminal de ETA. La sangre de los inocentes es el “carné de
ciudadanía” para poder hablar y negociar con el desGobierno
socialista y poder conseguir todos los objetivos que se pongan sobre
la mesa.
Por eso toda persona
que quiera conseguir algún objetivo, forme parte de un grupo
terrorista o de forma individual, con matar a unos cuantos cientos
de personas, podrá conseguir lo que quiera.
Todo esto quiere
decir, según el pensamiento del Sr. Rodríguez, que para devolver
la estatua del Caudillo a Madrid y mantener la de Zaragoza y
Santander, o que no se lleve a cabo la ley sectaria y manipuladora
de la desmemoria histórica, tenemos que poner una bomba para matar
a cientos de personas o pegar un tiro en la nuca a unos cuantos
cientos de “rojos”. ¿Con esta sangre derramada, el Sr. Rodríguez
y sus secuaces llevaran a cabo nuestras reivindicaciones?.
Seguramente que sí, para muestra un botón. Y ese botón se llama
ETA.
Esta es la actitud
del desGobierno socialista, ante la muerte y el terror de los
asesinos de ETA.
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