"En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La Guerra ha terminado". Este fue el último parte de guerra, emitido por Radio Nacional de España desde Burgos firmado el 1 de Abril de 1.939 en el Cuartel General de Generalísimo.

La Cruzada había terminado. Era el final de la Liberación Nacional iniciada el 18 de Julio de 1.936. El triunfo de todos los ESPAÑOLES, de los todos los hijos de nuestra Patria, vencedores y vencidos, que con el paso del tiempo supieron cerrar filas y hacer frente común a la reconstrucción nacional con el duro sacrificio de todos; al frente, el mandato impoluto de nuestro Caudillo, alcanzando cuotas de prosperidad y bienestar impensables, batallando contra las poderosas naciones que nos había cerrado las puertas y, que al final, tuvieron que claudicar ante la evidencia. España se ganó la admiración y respeto de los todopoderos. Una vez más, nuestra RAZA, había superado con sobresaliente las vicisitudes y el intento de desprecio y persecución despótica durante 15 años cuyo máximo exponente era la U.R.S.S.

España nuevamente era "Una", primer paso para volver a ser "Grande" y "Libre" como en sus mejores tiempos y Francisco Franco lo había conseguido. Se había vencido a los encarnizados enemigos de la Patria, al invasor extranjero que quiso imponer su tiranía ante un gobierno frágil y debilitado como el republicano.

La España nacional no ganó a la España republicana, Franco y los militares no querían derramar sangre inocente entre los propios españoles. El Generalísimo amaba a España y a su pueblo más que a nada en el mundo, dando buena prueba de ello durante su mandato. El Alzamiento fue inevitable por las atrocidades cometidas por el Frente Popular y sus secuaces durante los años precedentes, con la quema de conventos y ataques a religiosos y civiles que terminaban con sus vidas la mayoría de las veces; el inminente desmembramiento de la Patria; la más completa anarquía y ateísmo reinante; la total ruina económica ... y como gota que colma el vaso, el salvaje asesinato de Calvo Sotelo que horas antes "La Pasionaria" lo había sentenciado en las Cortes con una frase sacramental "no llegará a mañana".