Carrillo. César
España.
Santiago Carrillo declaró en El País, órgano oficial de
propaganda del régimen ultralaico de Zapatero que en el asunto de
paracuellos no tuvo responsabilidad alguna, sólo el de "no
haberlo evitado". ¿Y le parece poco? es probable que no
fusilara a ninguno de los casi diez mil mártires de Paracuellos del
Jarama, pero el cargo político que ostentaba y el estar al tanto de
lo que "se cocía" en las fosas del republicanismo
comunista, es indudable.
Lamenta Carrillo que la calle la está ganando la derecha. Se
refiere el Marqués de Paracuellos a las manifestaciones por las
bodas contra-natura y la LOE entre otras. Qué tiempos aquellos,
cuando las izquierdas ganaron las calles allá en 1936, y fusilaron
a mansalva, torturaron, quemaron conventos, iglesias, fusilaron a
católicos por "el delito" de serlo, frailes, sacerdotes,
religiosas, etc., con tal de imponer el izquierdismo marxista
pro-soviético.
Por cierto, el monumento a Franco lo mandó derribar ZP como
homenaje al citado "marqués" de Paracuellos, pero siguen
en pie la de tipos repelentes que incendiaban a las izquierdas
contra los no comunistas y pedía la guerra, como el monstruoso
socialista Largo Caballero, el Stalin español.
Otras estatuas sin derribar: la del ultraindependentista catalán
Companys, la de La Pasionaria, sita en Rivas, la de Indalecio
prieto, la del "Ché", que ayudó a Castro a alcanzar el
poder en Cuba y la lápida de homenaje a las Brigadas
Internacionales en el cementerio de Fuencarral en Madrid. La
beligerancia es siempre contra Franco.
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