Después de las bodas gay, los nuevos pasos de la progresía serán,
apelando a la libertad, la pederastia como amor hacia los menores o
la poligamia, forma "natural" de amar a varias mujeres.
Hasta en sociedades que aceptaban las relaciones homosexuales, como
la Grecia antigua, el matrimonio estaba reservado para el hombre y
la mujer. Casi todos los beneficios del matrimonio, como herencias o
propiedades se pueden hacer hoy día ante un notario. El
"matrimonio" homosexual devalúa al auténtico. El mensaje
subliminal es que el amor para toda la vida y la familia no
significan nada en concreto. El poderoso "lobby rosa" está
consiguiendo criminalizar como homófobo a quién no comparte sus
ideas.
En Suecia, un pastor protestante está a punto de entrar en la cárcel
por leer desde su púlpito las consideraciones contrarias al acto
sexual entre varones que dejó plasmado en el Nuevo Testamento San
Pablo, por lo que ciertos activistas gay están tratando de hacer
punible penalmente el oponerse o criticar sus pretensiones, algo,
por otra parte, dictatorial y totalitario en un Estado democrático.
La objeción de conciencia es un derecho reconocido en la
Constitución, según sentencia 15/1982 del TC de 23 de abril, por
lo que a nadie pueden obligar a casar a personas del mismo sexo
contra su voluntad o principios morales bajo una norma
subjetiva/objetivamente injusta.
Igualmente, la adopción de menores por parte de homosexuales deja
desamparado al niño del referente paterno y materno, indispensable
para su responsable desarrollo psíquico-social.
En España hay miles de matrimonios estériles que esperan la
adopción de un niño como agua de mayo.