Está en la Gloria de Dios
 
 
Por Juan Francisco Fernández.
 
El Reverendo Padre Don Luis Vera Ordás, falleció a mediados de diciembre de 2004, 
con 97 años de edad y un impagable legado de amor a la Iglesia y fidelidad a la doctrina 
católica. Autor de muchos libros y cientos de artículos, éste sacerdote malagueño, bonachón, 
siempre vestido de rigurosa sotana, rechoncho y de baja estatura pero alto ideal cristiano fue 
canónigo de la catedral malacitana, vicario parroquial de Los Santos Mártires (1932-1937), 
profesor del seminario (1944-1960), hasta que la "progresía eclesiástica" vio que su doctrina 
impoluta estorbaba a los nuevos aires conciliares y lo eximió del cargo. Participó muchos años 
en viajes a Tierra Santa con peregrinos. Durante la Cruzada de 1936 contra los enemigos de 
Dios fue encarcelado "por ser cura",de la que se salvó providencialmente.
 
Visité en varias ocasiones su casa de la calle Muelle de Heredia. Tenía una foto del Caudillo 
salvador de España, el Generalísimo Francisco Franco Bahamonde donde aparecía junto a su 
esposa, Doña Carmen Polo. La fotografía, colgada en la pared, estaba dedicada por Doña 
Carmen. 
 
Durante sus últimos años, Don Luis Vera oficiaba la Santa Misa diariamente en la capilla de 
la Cofradía del Hospital Noble. En una de sus conversaciones me afirmó lo de "salvoconductos" 
que firmó para que las autoridades salvasen de la pena de muerte, una vez acabada la Guerra, a 
"rojos", y el papel decisivo de los Tradicionalistas Carlistas para reconquistar el cristianismo 
venciendo a los enemigos de Dios, esto es: socialistas, comunistas, anarquistas, masones... los 
mismos que provocaron aquella Guerra persiguiendo a personas católicas, clérigos y católicos 
y hoy nos venden la historia sus herederos políticos de que eran "luchadores por la libertad y la 
democracia". Fue habitual colaborador el Padre Vera de "Siempre P´alante", la revista "Tierra 
Santa" y de muchos periódicos. Buen apóstol de la prensa escrita. 
 
Ahora disfruta de la Gloria de Dios, reservada a sus hijos fieles. Gracias, Don Luis por hacer 
tanto bien. Su trabajo por el Reino de Cristo se  lo está recompensando Nuestro Señor con la 
Resurrección Gloriosa y la Vida Eterna.



 
30 de Diciembre de 2.004.-
 

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